Brasil, El centro de la prostitución infantil en Latinoamérica, y uno de los principales del mundo

Imagen de la favela de La Paz, de donde sale una parte de las niñas objeto de la explotación infantil.

Luchar contra los abusos contra menores y la prostitución infantil en el Mundial de fútbol de Brasil 2014 es el objetivo de la campaña europea "No desvíes la mirada", que se presentó en la Casa de América de Madrid, por parte de organizaciones no gubernamentales y administraciones públicas.
Esta campaña, que tiene el título "Don't look away!" a nivel internacional, está organizada por la red ECPAT contra la prostitución infantil, la pornografía infantil y la trata de niños, y su gran objetivo es concienciar sobre estos problemas de cara a los grandes acontecimientos deportivos que acogerá Brasil en los próximos años.
El periódico brasileño Jornal do Brasil alertaba ayer sobre la gran posibilidad de que ese país se convirtiese en el centro mundial de la prostitución infantil durante los próximos meses.
Todo se inició en noviembre del pasado año cuando Matt Roper realizó un reportaje sobre esa materia para el diario británico Daily Mirror. En el mismo Roper entrevistó a numerosas niñas de entre 12 y 16 años que están prostituyéndose en el entorno del que será palco de apertura de la Copa 2014: El Arena Corinthians de São Paulo. Los clientes son trabajadores que llegan de todas las regiones del país para trabajar en la construcción del estadio.
A partir de ese reportaje las autoridades temen que el turismo sexual gane grandes proporciones en todas aquellas ciudades que serán sede de los partidos, y en consecuencia que se convierta en un legado amargo de ese importante torneo internacional.
Según asegura el periodista y activista contra la prostitución infantil, Matt Roper, quien ha realizado varias investigaciones sobre la situación, este negocio ilegal tiene lugar ante los ojos de la Policía, los guardias de seguridad y los habitantes de la capital financiera de Brasil.
En su primera entrevista con el periódico británico 'Sunday Mirror', el periodista ha afirmado que posee información de que narcotraficantes y algunos clanes mafiosos de Europa del este obtienen a las niñas que trabajarán como esclavas sexuales no solo de las aldeas brasileñas, sino también de África, en particular de Congo y Somalia.
El psicólogo y miembro del Consejo Regional de Psicología de Rio de Janeiro, Saulo Oliveira, alerta que, actualmente, el tema de la prostitución infantil ganó relevancia con la proximidad de la Copa del Mundo 2014, y considera esa realidad un motivo más para que el gobierno invierta en estructuras que puedan garantizar el bienestar de la población víctima de esa plaga.
Para él, debe existir una mayor adecuación de la red de protección a los niños en el combate a los crímenes de esa naturaleza.

Obras en el Arena Corinthians atrae trabajadores de todo Brasil. Jornal do Brasil.

En estos momentos en Brasil, aunque existen las políticas públicas para luchar contra la violación de los derechos de los menores, las partes envueltas en las mismas no tienen una práctica organizada y en consecuencia no cumplen con sus respectivos papeles adecuadamente.
"El Gobierno necesita intervenir y cobrar una postura adecuada de los órganos competentes para que cumplan sus funciones", asegura Saulo para el Jornal do Brasil.
El periódico digital australiano News, el pasado mes de diciembre también alertaba del peligro de que la prostitución infantil en Brasil tome unas dimensiones desproporcionadas.
Brasil está apunto de ser el primer país en el mundo con mayor incidencia de tráfico y prostitución infantil, en este momento el primero es Tailandia, por ese motivo las autoridades están preocupadas con la llegada del mundial de fútbol de 2014 y las olimpiadas de 2016, donde se espera que los índices de explotación sexual infantil se incrementen.
Según News.com, los clanes de la mafia internacional vieron un gran filón cuando se anunció que el Mundial tendría lugar en Brasil, ya que allí la prostitución infantil no es algo extraño, y sabían que podrían obtener una buena cantidad de dinero. Los planes de estos clanes mafiosos pasa por una estrategia de prostitución infantil, poniendo a los niños y niñas a trabajar en los alrededores de los estadios de fútbol de las ciudades más importantes. Por lo general, estos clanes buscan a las víctimas en las favelas cercanas, especialmente la de la Paz, donde no tienen acceso ni a agua corriente ni a energía eléctrica, y las drogan para llevárselas (o las compran a sus familiares). Algunas de las niñas que raptan para prostituirlas cuentan, tan sólo, con 11 años de edad.
Para Saulo las precarias condiciones en las que se encuentran las instituciones responsables por velar del cumplimiento de los derechos de los niños, y la falta de comunicación entre los diferentes organismos son problemas que el Gobierno debe solventar si no quiere ver como este grave problema se multiplica considerablemente.
En el aspecto clínico, Saulo denuncia que las niñas sometidas a prostitución precoz sufren serias consecuencias psicológicas. Ellas están en fase de desarrollo y sus experiencias sexuales puede provocarles un visión distorsionada de su cuerpo y de la sociedad. "Es una doble violencia, física y social (la que sufren estas niñas) por la omisión de políticas públicas constituidas pero no practicadas, y las familias no tienen condiciones de ayudar en el proceso de evitar que las niñas entren en este círculo, dado que los propios padres fueron víctimas de la exclusión social. Formándose de esta manera un ciclo vicioso", afirma Saulo.
Matt Roper, quien escribió el primer reportaje para el Daily Mirror, no es brasileño pero conoce muy bien la dura y cruda realidad de Brasil. Hace 15 años que trabaja en el país. Casado con una brasileña fundó la ONG "Meninadança", que tiene como objetivo ayudar a niñas que caen en el submundo de la prostitución y la droga, en el estado de Minas Gerais.

Poliana tiene 14 años y lleva solo tres meses en el oficio. Sin embargo no le faltan los clientes. Ella es una de las cientos de niñas explotadas sexualmente. Captura de la web News.com.au

Brasil gastó unos 33.000 millones de reales, unos 14 mil millones de dólares en estadios, transporte y otras obras, pero poco parece estar siendo invertido para combatir la explotación sexual de menores, según activistas.

"Estamos preocupados con que la explotación sexual aumente en las ciudades sede y alrededor de ellas", dijo Joseleno Vieira dos Santos, coordinador de un programa contra la prostitución de menores en la Secretaría de Derechos Humanos de la presidencia de Brasil.
"Estamos tratando de coordinar esfuerzos lo más posible con los gobiernos de las ciudades para entender la magnitud del problema", añadió.
En Brasil la prostitución infantil es mayormente impulsada por la demanda local. Según cifras de la Secretaría de Derechos Humanos, más de un 75% de los clientes provienen de los mismos estados o estados aledaños a los de sus víctimas.

En las grandes ciudades a lo largo de la costa atlántica hay turistas en busca de menores, un problema que según los expertos se agrava durante grandes eventos como carnaval o las fiestas de fin de año.
Y las autoridades brasileñas temen que lo mismo ocurra con la Copa Mundial, a medida que trabajadores sexuales de todas las edades y proxenetas busquen aprovechar la oportunidad.
La Asociación de Prostitutas de Minas Gerais, uno de los mayores estados de Brasil, está incluso ofreciendo clases de inglés gratuitas en Belo Horizonte, otra de las ciudades sede.
"Seguro que va a haber mucha más gente circulando por esta área durante los juegos y la ciudad estará llena de turistas", dijo Giovana, un travesti de 19 años que trabaja en una esquina cerca del estadio Castelão de Fortaleza. "Sé que habrá trabajo para todo el mundo: mujeres, niñas. Todo el mundo", añadió.

Pese a más de una década de promesas gubernamentales de erradicar la prostitución infantil, el número de trabajadores sexuales menores de edad se mantuvo en el 2012 en torno a medio millón, según cifras del Foro Nacional de Prevención del Trabajo Infantil, una red de organizaciones no gubernamentales.
Eso representa un fuerte aumento respecto al 2001, cuando según UNICEF 100.000 niños eran prostituidos en Brasil.

Más allá de la Secretaría de Derechos Humanos, nadie en el Gobierno parece capaz de ofrecer datos sobre el dinero destinado a combatir la prostitución infantil. Pero los activistas dicen que algunos programas fueron cerrados y aseguran que las autoridades no están haciendo lo suficiente para enfrentar el problema.
"Este tema no es realmente parte de la agenda del Gobierno y no vemos ninguna voluntad de combinar esfuerzos o de incrementar los recursos para enfrentar la explotación sexual de los niños", dijo Denise Cesario, gerente ejecutiva de la Fundação Abrinq, un asociado local de la ONG Save the Children International.

Imagen de un refugio. Reuters.

Vanessa tenía 13 años cuando la policía la recogió en octubre no lejos del estadio que se está construyendo en Fortaleza y la llevó hasta un refugio.
Había abandonado su casa en un barrio pobre cuando tenía 10 años, después de que su padrastro comenzó a pegarle, contó. Desde entonces ha vivido principalmente en las calles, yendo de vez en cuando a los refugios pero pasando las noches con sus clientes, a algunos de los cuales llama amigos.

Vanessa se ha fugado cuatro veces en menos de seis meses del refugio.
"Es muy difícil convencer a estas niñas de que lleven vidas normales", explica Leonora Albuquerque, una de las coordinadoras del centro. "La mayoría de ellas piensa que los abusos y vender sus cuerpos son, sencillamente, parte de la vida", añade la misma.
Las prostitutas de la edad de Thais se consideran las niñas más 'viejas' en la profesión.
Esta huérfana de 16 años adicta al crack (una droga derivada de la cocaína muy popular en las favelas brasileñas) fue traida a la Favela de Paz con otra joven prostituta y opera fuera de un garaje donde tiene relaciones sexuales con hasta 15 hombres al día.
"Casi todos mis clientes son de la construcción", dice la niña. "Siempre pagan, pero no siempre me tratan bien", confesó. "Pero, ¿qué puedo hacer? Mis padres están muertos, necesito dinero. Si no fuera por los hombres que trabajan en el estadio, no sé qué haría", explica Thais. "Mañana uno de ellos ha reservado un día entero en el hotel conmigo, será un buen día de trabajo para mí", añadió.
Según Matt Roper, la joven prostituta también espera tener "mucho trabajo con los aficionados al fútbol cuando empiece el Mundial", a quienes planea cobrar 23 dólares por hora, cuatro veces más que el precio actual.