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jueves, 6 de febrero de 2014

Argentina, Buenos Aires amanece de luto por la muerte de 9 personas (bomberos y socorristas) que luchaban para controlar un incendio

Despiden a los bomberos fallecidos en Barracas. Gustavo Garello.
Este jueves Buenos Aires amaneció de luto, tras la trágica muerte de siete bomberos y dos socorristas de Defensa Civil que perdieron la vida, ayer miércoles, cuando se les cayó encima una pared de un depósito en el momento en que luchaban por apagar las llamas de un enorme incendio ocurrido en el barrio porteño de Barracas, en el sur de la capital argentina.
Se trató del incidente con mayor número de víctimas mortales del cuerpo de bomberos en la historia de la ciudad.
Y mientras los argentinos siguen conmocionados por la noticia (por el que se dispusieron dos días de duelo nacional), muchos empezaron a indagar en la causas de la tragedia, que para algunos podría haber sido evitada.
El siniestro ocurrió en un gigante depósito que almacenaba millones de documentos de bancos y empresas telefónicas y petroleras.
La empresa, Iron Mountain, estaba habilitada para operar desde noviembre de 2007.
Sin embargo, los medios argentinos destacaron que no es la primera vez que depósitos de esta compañía fueron escenario de terribles incendios.
En 1997 tres depósitos ardieron en llamas en el Estado de Nueva Jersey, en Estados Unidos, aunque no hubo víctimas.
En tanto, en 2006 hubo siniestros en Canadá y en Inglaterra. En el incidente ocurrido en Londres, más de 100 bomberos lucharon durante dos días para apagar el fuego debido a las dificultades para controlar las llamas.

El incendio de ayer miércoles también fue particularmente cruento: más de 200 efectivos trabajaron por 12 horas para contener el fuego, que alcanzó alturas de hasta 15 metros, según los testigos. Y este jueves seguían trabajando para sofocar las llamas que persistían a pesar de la lluvia.
Y es que, como se sabe, el papel es uno de los materiales más inflamables que existen, y por eso muchos creen que un edificio repleto de documentos es demasiado peligroso y no debería estar en medio de una ciudad como Buenos Aires o Londres.
En el caso argentino, la Justicia aún investiga si en el depósito fallaron los sistemas de seguridad para evitar incendios. En cambio, en el siniestro en la capital británica se determinó que todo funcionaba bien, pero así y todo no alcanzó para detener el fuego.
Según aseguran desde la multinacional Iron Mountain, una de las especialistas más grandes del mundo en almacenamiento y manejo de documentación, sus locales cuentan con "total protección contra incendios", que incluye "una red hidratante, sprinklers (especie de regaderas) y control de humedad".
Sin embargo, el diario argentino La Nación informó que tres trabajadores de la empresa, que lograron salir ilesos del incendio en Barracas, habrían declarado ante el fiscal de la causa que no se activó el sistema antiincendios.
Héctor Luis Yrimia, presidente de la Fundación Defensa de Activos Críticos mediante Sistemas de Seguridad Inteligente (Dacssi) -una organización dedicada a la prevención del crimen- consideró, en declaraciones a la BBC, que "estos depósitos tienen cierta vulnerabilidad, ya que pueden ser blanc de personas o empresas que necesitan hacer "desaparecer" documentación comprometedora".

Anahí en la playa, en una foto familiar reciente. Captura del diario Clarín.
Entre las víctimas se encontraba Anahí Garnica, "ella fue la primera mujer en ingresar a los Bomberos de la Policía Federal. Siguió el legado de su padre y encontró su lugar en un ámbito que parece destinado solamente a los hombres. Según una nota publicada hace un año en el diario Página12, la vida de Anahí cambió cuando en 2003 la Federal abrió sus puertas a las mujeres a modo de prueba. Ingresaron ella y otras cuatro. Eran cinco y 20 varones en el aula.
La joven tenía 27 años y una pequeña beba. Estaba casada con un bombero del Cuartel de La Boca y, según contó: "cuando hay incendio en la Reserva Ecológica a veces nos encontramos"", publica el diario argentino Clarín.
Ayer, de manera trágica, también se convirtió en la primera mujer en morir de servicio, en medio del incendio y derrumbe del depósito en Barracas. Tenía sólo 27 años.
"Me gusta salir a incendios, ayudar a la gente, salvar sus vidas, sus objetos y sus mascotas", afirmó Anahí para el periódico Clarín. "Murió haciendo lo que amaba", comenta el diario en un artículo dedicado a ella.

Los compañeros fueron colocando los cadáveres frente al lugar donde se derrumbó la pared. Y el rescate fue tremendo, en medio del dolor por encontrar a los amigos./TELAM

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