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miércoles, 26 de febrero de 2014

Qatar, Aumenta el número de muertos en las construcciones para el Mundial de fútbol del 2022

Inmigrantes en Qatar
Condiciones de los inmigrantes en las construcciones de las infraestructuras del Mundial de Qatar.
Más de 400 trabajadores emigrantes nepalíes han muerto hasta ahora en Qatar en las obras de construcción para acoger la Copa del Mundo de fútbol en 2022. La estadística proviene del Comité de Coordinación nepalí, una respetada organización de derechos humanos que compila listas de los muertos usando fuentes oficiales de Doha, según 'The Guardian'.
Pero el escándalo de las condiciones de trabajo en el país aumenta cuando se ha conocido que más de 500 trabajadores indios, empleados en la construcción de infraestructuras para el Mundial de fútbol del 2022, han muerto en Catar desde enero del 2012, según cifras confirmadas por la Embajada de la India en Doha. Un total de 237 indios murieron en el 2012 y 241 en el 2013, además de 24 autóctonos. Este informe se une al que reveló The Guardian el mes pasado, respecto a los más de 400 trabajadores nepalíes muertos en las mismas construcciones.
Se acumulan las presiones por tanto sobre las autoridades de Qatar y sobre la FIFA para frenar la cifra de muertos en las obras, una cifra que algunos advierten podría superar a los 4.000 en el 2022, fecha prevista para que se lleve a cabo el Mundial.
Además, se plantea la cuestión de cuántos trabajadores en total han muerto en las obras desde que Qatar fue elegida sede del Mundial. Los trabajadores nepaleses comprenden el 20% de la fuerza de trabajo emigrante de Qatar, y muchos otros provienen de países como la India , Bangladesh , Pakistán y Sri Lanka.
Todas estas muertes amenazan con proyectar una larga sombra sobre el evento. Ante ello, la semana pasada, en una comparecencia ante funcionarios de la UE , Theo Zwanziger , un alto ejecutivo de la FIFA, criticó públicamente la decisión de adjudicar el torneo de Qatar, y prometió que su organización estaría llevando a cabo "inspecciones sobre el terreno" para asegurar que los derechos de los trabajadores estaban siendo respetados.
Pero las promesas no tranquilizan a las organizaciones de derechos humanos y grupos de trabajo, que han expresado su preocupación acerca del sistema de empleo "kafala" de Qatar, en las que los trabajadores están "atados" a los empleadores.
Grupos de derechos humanos y representantes políticos subrayaron que la FIFA, el máximo órgano mundial futbolístico, no debería "seguir mirando hacia otro lado" y debería exigir a Catar la mejora de las condiciones de los trabajadores emigrantes, estimados en 1,2 millones. La mayoría, al parecer, murieron de insuficiencia cardiaca en el lugar de trabajo o de accidentes repentinos.
Nicholas McGeehan, investigador en el Golfo de Human Rights Watch, dijo: "Los preparativos para el Mundial del 2022 no pueden seguir así. La cantidad de informaciones preocupantes desde las sedes de construcción de Catar son torrenciales. Algunas prácticas que sabemos que ocurren en Catar equivalen a trabajos forzosos y existe una preocupación muy extendida de que el número de muertes puede llegar a ser de miles si no se hace nada".
Un trabajador camina por una zona donde residen los inmigrantes empleados en obras, en Doha. AMNISTÍA INTERNACIONAL.
Chirari Mahato tenía 51 años en 2012, cuando murió en uno de los campos de trabajo qataríes. Trabajaba para la empresa Al Hasan Transport que ha participado en el proyecto estrella de OHL en Doha, la capital: la construcción del Centro Médico y de Investigación Sidra por el que recibió más de 900 millones de euros.
Kabiraj Chaudhary, compañero de Mahato, relató que trabajaban de seis de la mañana a siete de la tarde. Mahato limpiaba y distribuía mercancías en un garaje, "una habitación sin ventilación, con mucho calor". En Qatar, la temperatura puede llegar a los 50 grados. Tras la dura jornada laboral, dormían varios en la misma cama en una habitación si aire acondicionado, donde "costaba mucho respirar".
Una mañana, Mahato no despertó; había muerto.
"Cuando se llevaron el cuerpo, nos prohibieron ir al hospital Ahmad, donde descansaban sus restos", recordó Chaudhary. "Solicitamos a la compañía una compensación para la familia, pero nos dijo que no recibiría nada, puesto que había muerto mientras dormía".
Un directivo de la FIFA declaró que espera que el Mundial mejore los Derechos Humanos en Qatar.
"El Mundial puede ayudar a mejorar la situación de los Derechos Humanos", aseguró Theo Zwanziger, miembro del comité ejecutivo de la FIFA, durante una ponencia ante la Comisión de los Derechos Humanos del Parlamente Europeo en Bruselas (capital de Bélgica).
Zwanziger admitió que la situación de los trabajadores inmigrantes empleados en las obras de las sedes mundialistas es "inaceptable y horrible" pero  que"sería contraproducente quitar el Mundial de Qatar", además de que, por ahora, la FIFA no puede jurídicamente anular la cita qatarí. "Aunque les quitemos la cita, en Qatar seguirán produciéndose violaciones de los Derechos Humanos", añadió.
No obstante, en octubre, el presidente de FIFA, Joseph Blatter, manifestó que el organismo del fútbol mundial no puede inmiscuirse en Qatar ante las denuncias de maltrato laboral que ha cobrado la vida de cientos de ciudadanos.
Qatar es un pequeño estado del Golfo Pérsico, con una extensión inferior a los 12.000 kilómetros cuadrados, una ex colonia británica que se independizó en 1971 y que desde 1995, cuando el jeque Hamad Al Thani depuso a su propio padre tras un Golpe de Estado, ha vivido una intensa etapa de aperturismo comercial.
Gracias a sus enormes reservas de hidrocarburos, se ha convertido en uno de los países más ricos del mundo (más de 170.000 millones de dólares de PIB), creciendo a ritmos que han llegado a superar el 15%. En 2011, el FMI le declaró el país más rico en términos de PIB per cápita, con una tasa de desempleo inferior al 1%.
El crecimiento explosivo de Qatar demanda gran cantidad de mano de obra. Se estima que el número actual de trabajadores inmigrantes supera el millón de personas, es decir, más del 90% de su fuerza de trabajo.
La inmigración, de hecho, explica el significativo aumento de su población en los últimos años, pues en 2007 apenas superaba los 900.000 habitantes y hoy suma 1,7 millones, de los que únicamente 300.000 son ciudadanos qataríes.
Qatar
La opulencia de los qataríes contrasta con la miseria de los trabajadores inmigrantes.
Un informe de la organización Amnistía Internacional (AI), titulado "La cara oscura de la migración: El sector de la construcción en Qatar de cara al Mundial de Fútbol" arroja conclusiones demoledoras. "Estamos hablando de un porcentaje muy significativo de trabajadores que sufren explotación en Qatar", señala a EL MUNDO.es Gerardo Ríos, portavoz de AI España sobre empresas. El 94% de la fuerza de trabajo en Qatar es extranjera.
"Trabajan como esclavos, apresados en un lugar del que no se pueden marchar", describe Ríos.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en Qatar, cercana al Gobierno, manifestó, por su parte, que las tasas de mortalidad son "normales" entre los trabajadores indios y denunció una campaña contra Qatar.
Preguntado por la agencia France Press, su presidente, Alí al- Merri Smaikh , indicó que si son unos 500, no hay que rasgarse las vestiduras. "Los indios son la comunidad extranjera más grande de Catar. Son más de 500.000, o el doble de la población autóctona. Si comparamos el número de catarís muertos de causas naturales en los últimos dos años veremos que es normal respecto al número entre indios".


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