La Operación Mato Grosso es un movimiento en su mayoría de jóvenes
italianos que dan su tiempo para ayudar a los más pobres de Perú, Brasil,
Ecuador y Bolivia. Durante los años 70 llegaron los primeros misioneros
principalmente a pueblos alejados de los andes peruanos dónde se realizan
labores educativas-laborales, centradas en el arte en madera, piedra y la
textilería, así como labores asistenciales en salud y alimentación. Cuando no
estamos en misión los grupos de jóvenes y adultos realizamos diferentes
trabajos (recolectar cartón y papel, hierro, víveres, cosechas, construcciones)
para sostener la labor de nuestros amigos.
También tienen proyectos vinculados a la educación, formación para el
trabajo, salud, vivienda, electrificación rural, promoción de microempresarios
y artesanos, entre otras actividades que han contribuido a mejorar la calidad
de vida de miles de pobladores. La organización fue fundada en 1967 por el
sacerdote italiano Ugo De Censi en Italia.
Sin embargo su labor social se está viendo seriamente comprometida en el
distrito de San Luis (provincia de Carlos Fermín Fizcarrald) y Asunción, una
pequeña provincia del departamento de Ancash.
Uno de sus grandes trabajos sociales sucedió luego del terremoto del 15 de
agosto de 2007 en el sur del Perú, que asoló las ciudades de Pisco, y Chincha.
La organización Operación Mato Grosso, con ayuda de los jóvenes de las
Parroquias de la sierra peruana, inició la construcción de 11 casas de material
noble, cada una de dos plantas, en las poblaciones damnificadas.
Según publica El País "La misión
perdió en 1992 a un voluntario italiano asesinado por terroristas Sendero
Luminoso y en 1997 a un sacerdote muerto por bandidos en el distrito de San
Luis, próximo a Chacas. Recientemente recibieron cartas de sicarios, pero la
paliza y posterior muerte de uno de sus colaboradores peruanos, Domingo Vidal,
un anciano portero de la parroquia en San Luis, forzaron su decisión (de cerrar
algunas casas en la zona)".
A pesar de las marchas organizadas por autoridades y organizaciones
sociales de la provincia ancashina de Carlos Fermín Fitzcarral por la paz, y en
apoyo a los voluntarios italianos de la operación Mato Grosso, quienes son
amenazados por extorsionadores, la organización se ha visto obligada a tomar la
decisión de recuar en esas zonas debido a las continuas amenazas que reciben.
Los manifestantes se desplazaron por las principales calles del distrito de
San Luis, capital de la provincia, y exigieron a la Policía Nacional y a la
Fiscalía un trabajo más efectivo contra la delincuencia que se ha incrementado
en esta zona.
Según el encargado de la Cooperativa Don Bosco en San Luis, Teodoro Silva
Aranda, hasta la fecha los italianos han recibido 8 cartas anónimas, donde
delincuentes les exigen el pago de fuertes sumas de dinero para no atentar
contra su vida.
Refirió que por esta razón los voluntarios que trabajan en la operación
Mato Grosso, que dirige el padre Hugo de Censi, se han refugiado en la ciudad
de Lima, como medida de seguridad.
Por su parte, Enrique Portella, encargado de otra cooperativa contó que uno
de los casos más resaltantes es el de la italiana Ericka Pellaroli, a quien los
extorsionadores le han pedido que abandone sus labores, de lo contrario
atentarán contra su hija adoptiva, expresó, según recoge la página web de Radio Programas de Perú.
Tales amenazas ha obligado, según informa la agencia peruana de noticias
Andina, a una ayuda por parte de la Policía Nacional, que está ofreciendo
seguridad a los locales de la fundación ubicados en diversos sectores del
departamento de Áncash, ante las denuncias de extorsión y amenazas de que son
objeto, se confirmó hoy.
El Ministerio del Interior precisó que se destacaron seis policías
adicionales al distrito de San Luis para que resguarden a igual número de casas
donde los voluntarios, liderados por el padre De Censi, realizan sus
actividades de ayuda social.
Un trabajador de la operación confirmó al periódico peruano El Ferrol, que dos
sedes ubicadas en el poblado de Pomallucay, a media hora de centro del distrito
de San Luis, fueron cerradas a inicios de este mes. Se trata de "un seminario y una universidad",
ambas manejadas por los italianos. El otro local clausurado está situado en el
mismo distrito de San Luis y se trata de una casa para jóvenes especiales.
La fuente precisó que en cada local había dos o tres voluntarios italianos
y señaló que su salida se debe a las continuas amenazas que empezaron a recibir
desde el mes pasado –a través de cartas–, en las que al principio se les pedía
dinero para no atentar contra sus vidas y ahora solo los conminan a irse del
lugar.
Acotó que ya se han hecho hasta dos marchas de rechazo a la extorsión que
sufren los voluntarios del padre De Censi, una de ellas hace tres semanas para
reclamar al Ministerio Público por qué se liberó al único sospechoso: una
persona que trabajaba en la misma parroquia, que ya está siendo procesada por
el delito de extorsión.
"A mí personalmente me da mucha pena
lo que está pasando; (los extorsionadores) no se dan cuenta que están haciendo
una tontería; mi gente necesita tanto, vienen otras personas de otro sitio para
ayudar y ahora malogran todo; no están perjudicando a los italianos sino a
nosotros los peruanos de San Luis", declaró el entrevistado por el
diario El Ferrol de Perú.
OMG ha creado en los últimos 30 años, en las comunidades más pobres de la
minera región de Ancash, el exitoso taller de artesanos Don Bosco, el hospital
Mama Ashu, granjas, cooperativas, parroquias y, en San Luis, donde surgieron
las amenazas, un albergue para ancianos, un internado y una casa para la
atención de niños y adolescentes con discapacidad.
El voluntario italiano Andrea Nori, representante en Lima de OMG y
asistente del sacerdote De Censi, dijo a EL PAÍS que "desde febrero han sido 15 cartas de amenaza. Los voluntarios se han ido
el domingo pasado luego de una última carta muy amenazadora, ese día, el 2 de
agosto, le pegaron duramente al portero de la parroquia y murió el domingo a
causa de los golpes", informa la periodista Jacqueline
Fowks desde Lima, la capital de Perú, para el diario El País.
El periódico peruano La República recogía el pasado lunes unas declaraciones del fundador de
la OMG, el padre Ugo de Censi Scarafoni, quien mostraba su tristeza con
la situación, "Me encantaba salir a
pasear con mis voluntarios, sin custodia. Ya no puedo hacerlo. Hoy cualquiera
que ande conmigo debe tener cuidado".
Andrea Nori, también señaló respecto al cierre de algunas casas de ayuda, "que han
desplazado a los voluntarios, algunos a la capital, y aunque han tenido que
cerrar la parroquia de San Luis, mantienen una atención básica. “Hemos movido a
personas a otras casas aledañas. La atención en el albergue de ancianos y niños
la hemos garantizado, y también la casa de los chicos con discapacidad que no
son autosuficientes”, añade. Sin embargo, a los estudiantes de una escuela de
internado han tenido que llevarlos a otra en Piscobamba, distante a cuatro
horas".
"La OMG trabaja en Perú en
los departamentos de Ancash, Cajamarca, Cusco y Lima, con un total de unos
1.500 colaboradores, de los cuales 340 son italianos y 100 de ellos trabajan ad
honorem. La gran mayoría de casas en las que dan servicios de salud,
alimentación, formación y capacitación están en localidades por encima de los
3,500 de altura. La zona de Ancash donde operan se denomina Callejón de los
Conchucos y los trabajos de los artesanos Don Bosco -en carpintería, talla,
tejido, vitrales-, son tan reconocidos que han logrado abrir una tienda en
Baltimore (EE UU) y exportan a Italia. Actualmente, preparan un vitral y el gran retablo para la
parroquia de Nuestra Señora del Carmen en San Diego, Estados Unidos",
informa El País en su versión digital.
La delincuencia y la inseguridad ciudadana son los problemas más importantes
para los peruanos según indican las últimas encuestas realizadas.
Los pobladores de las provincias de Carlos Fermín Fitzcarrald y
Asunción aseguran que esos lugares son 'tierra de nadie' debido a que se ubican
cerca del río Marañón, zona de tránsito de narcotraficantes y terroristas.
Respecto al difícil trabajo que tienen numerosas ONGs en un importante número de países, y las amenazas o agresiones que reciben sus miembros, ayer también supimos que la organización Médicos Sin Frontera se ve obligada a abandonar el país africano de Somalia debido a los ataques que recibe su personal en el país. Pero de esta cuestión hablaremos en otro momento.
Respecto al difícil trabajo que tienen numerosas ONGs en un importante número de países, y las amenazas o agresiones que reciben sus miembros, ayer también supimos que la organización Médicos Sin Frontera se ve obligada a abandonar el país africano de Somalia debido a los ataques que recibe su personal en el país. Pero de esta cuestión hablaremos en otro momento.
Hospital Mama Ashu, contruido con la colaboración de los miembros de la organización OMG y el movimiento juvenil de Italia. |
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