Fotografía capturada de la web Agencia Paco Urondo, periodismo militante. |
Paulina apareció muerta, con signos de haber sido estrangulada, el lunes 13 de marzo, en un descampado, tras su desaparición, sin dejar ningún tipo de rastro, en la madrugada del 26 de febrero de 2006.
El cadáver de Paulina, estudiante de 24 años, hija del entonces subsecretario provincial de la Juventud del actual gobierno tucumano encabezado por José Alperovich, Alberto Lebbos, fue encontrado a la vera de la ruta 341, a la altura de Tapia, localidad situada a 30 kilómetros de esta capital, cerca de la ruta nacional 9 y de la villa veraniega Raco.
Tras el asesinato de su hija, Lebbos renunció a su cargo como secretario y desde aquel momento comenzó su lucha por tratar de esclarecer el crimen de su hija. Desde entonces Alberto Lebbos pide justicia, mientras señala como responsables del crimen "a los hijos del poder".
La investigación avanzó muy poco en los siete años transcurridos desde el asesinato de la joven, madre de un hijo de cinco años en aquellas fechas.
"El pasado 9 de julio, Alberto Lebbos, padre de Paulina, junto a integrantes de la Comisión de Familiares de Víctimas de la Impunidad en Tucumán, intentó llegar a la Casa Histórica de Tucumán para hacerle llegar su reclamo de justicia por la investigación del asesinato de su hija Paulina a la Sra. Presidenta de la Nación, Cristina Fernández, que se encontraba allí para dar su discurso por el 197° aniversario de la Declaración de la Independencia. "No venimos a mendigar, venimos a exigir que la presidenta nos reciba", esas fueron las palabras de Alberto al encontrarse con todos los accesos violentamente bloqueado por la policía provincial, por agentes de civil y amenazantes patotas, que no sólo les impidió el paso sino que además agredió a Alberto, llegando incluso a echarle gas pimienta en los ojos".
El padre de Paulina, Alberto Lebbos, viene reclamando justicia y pide el esclarecimiento del caso.
Días atrás, el programa Periodismo para Todos entrevistó a Lebbos en su casa de Tucumán. Lebbos le dijo al periodista Jorge Lanata que el gobernador tucumano, José Alperovich, le ofreció dinero para silenciarlo en el mismo velatorio de su hija, en 2006. También denunció que el hoy senador kirchnerista Aníbal Fernández le ofreció plata cuando era ministro del Interior. "Aníbal Fernández me preguntó cuánto necesitaba", reveló Lebbos en Canal 13.
En este caso se han producido diferentes amenazas al abogado de Alberto Lebbos e inclusive a su mujer, según denuncia la web Redacción Abierta, "La esposa del abogado Bernardo Lobo Bugeau, Milagros D’Hiriart, fue amenazada el día martes en la puerta de su casa por un individuo que, según afirma, "la intimó a que su marido deje de perseguir al gobernador José Alperovich".
Tras el hecho, Lobo Bugeau le comentó a LA GACETA que "no es la primera vez que le sucede esto a su familia". "Esto se viene dando desde hace un tiempo. Está radicada la denuncia ante el fiscal Diego López Ávila; por ahora tomamos medidas preventivas", aclaró.
D’Hiriart escribió en su perfil de Facebook lo que le sucedió el día martes. "Nuevamente fui amenazada. Tocan el timbre, salgo a atender y un tipo en moto me pregunta: ¿Está Lobo Bugeau? Y me dice: "Cortenla con Lebbos. Basta de perseguir al gobernador Alperovich porque los vamos a hacer desaparecer uno por uno". E hizo la seña de cortar la garganta. Basta de impunidad. No nos vamos a callar, señor gobernador. Exigimos justicia para Paulina", fue el mensaje de la esposa del abogado en la red social".
Lobo Bugeau, ex secretario de Derechos Humanos de la provincia, fue designado para analizar el expediente de la investigación iniciada hace siete años para buscar resolver el asesinato de Paulina Lebbos.
Por su parte, el padre de la joven asesinada lleva años denunciando que el hijo menor del gobernador Alperovich, Gabriel, y Sergio, hijo de Alberto Kaleñuk, hijo del secretario privado de Alperovich, estuvieron involucrados en la muerte de su hija.
Junto a Lebbos, Lanata entrevistó a Dardo Caciccio, el papá de Morena, una beba que murió el año pasado por falta del avión sanitario para el traslado y que el 9 de julio fue "secuestrado" por personas de civil cuando intentaba llegar a la Presidenta Cristina Kirchner para entregarle una carta de Lebbos.
Desde Tucumán, Jorge Lanata reconstruyó el Caso Lebbos. La última noche que la vieron viva fue el 26 de febrero de 2006, cuando había ido a bailar a Gitana, en el centro de Tucumán, con su amiga Virginia Mercado. Ella fue la última que estuvo con Paulina, a la salida del boliche tomaron un remise, Virginia se quedó en su casa y Paulina siguió camino a lo de su novio, César Soto. Pero nunca llegó a esa casa. El 11 de marzo, dos semanas después de haber desaparecido, fue encontrada muerta al costado de la ruta 341.
Según publica la agencia Europa Press en su página web, hoy martes, "Varios testigos del caso informan que Paulina no ha muerto en el lugar donde la encontraron, sino en una fiesta privada de la que participaban los hijos de Alperovich y Kaleñuk".
Días atrás, reafirmandose esa hipótesis, en el programa Periodismo para todos, Raúl Durango contó lo que antes había repetido en la justicia, igual que otros dos testigos: que Paulina no murió donde fue hallada, sino en una cabaña de El Cadillal, en una fiesta privada de la que participaban los hijos de Alperovich y Kaleñuk. Esa cabaña ya no existe.
Durango contó que lo escuchó relatar a Luis Daniel “el Gordo” Olivera, sereno del camping El Cadillal, que Paulina habría sido llevada, después del boliche, a esa fiesta privada en la que "estaba el hijo de Kaleñuk, no sé cual de los Alperovich, pero nombra a los Alperovich, y el yerno cuenta que, de forma casual o fatal, bailando arriba de una mesa, se cae de espalda y supuestamente pega la cabeza en el piso y queda como inconsciente. Como estaban todos con alcohol, no se si habría algo más que alcohol, se van a dormir y la ponen en un sofá, como que estaba viva. Cuando se levantan, se encuentran con que la chica estaba fría, ya no respondía. Entonces se dan cuenta de que estaba muerta. Le avisan al gordo Olivera. Y se hizo cargo de todo, de todo el operativo, en cuanto a que aparezca el cuerpo en Tapia. Cuenta que la tuvieron a la chica en un freezer hasta ver que hacían", dijo el testigo. Por testimonios como este, los hijos de Alperovich y Kaleñuk se pusieron a disposición de la justicia y reiteraron su inocencia.
En el caso Lebbos todo es confuso desde el primer día. Periodismo para todos mostró anoche cómo trasladaron el cadáver de Paulina y las irregularidades cometidas por la policía, que eliminó las primeras fotos de la escena del crimen y movió el cuerpo del lugar. Aunque trascendió que el cuerpo había sido encontrado en rastrillajes de la Policía, después se supo que en realidad fueron los hermanos Goitía quienes hallaron el cuerpo y dieron aviso a la policía. Fue el comisario Enrique García quien los amenazó para que no contaran la verdad. García solo estuvo preso un día y luego fue ascendido a Jefe de Logística de la Jefatura Policial de la provincia.
La investigación lleva siete años de secreto de sumario. Por la causa desfilaron tres fiscales y no hay ningún detenido. La carátula de la causa por encubrimiento fue cambiada por la de "falsificación de instrumento público".
El padre de Paulina cuestiona al poder político tucumano y lo acusa de encubrimiento. Cuestiona al sistema policial y judicial encolumnado detrás de Alperovich y con ello implica que toda la estructura judicial es funcional al encubrimiento.
Pero este no es el único caso impune en la provincia de Tucumán.
El 23 de enero de este año, el diario digital Revista Norte, publicaba, "Durante el gobierno de José Alperovich, los casos de desapariciones y asesinatos se multiplicaron, sin que el gobernador se haga cargo de las investigaciones. Sólo en el caso Verón, de más visibilidad, se involucró.
Luego del polémico fallo del tribunal tucumano, que absolvió a todos los imputados en el caso de Marita Verón, (caso que fue relacionado con la trata de personas y la prostitución forzada) se despertó una fuerte polémica sobre cuál es el escenario político y judicial actual de la provincia.
“En Tucumán existe miedo en la investigación penal preparatoria, en los fiscales, en la Corte y en los círculos de la legislatura. Por eso es que hay tanta impunidad”, denuncia Jorge Lobo Aragón, ex juez de instrucción y secretario de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán y agrega: “las alianzas entre el poder político, el juego y el fútbol vienen desde hace veinte años atrás. Las mafias se manejan con patoteros y tipos que te intimidan. Los policías también están relacionados”.
En Tucumán, más allá del caso Marita Verón, existen diversas historias que no tuvieron tanta trascendencia, pero no por eso no cayeron en la impunidad.
Una de las más llamativas es la de Paulina. Ella tenía 23 años y estudiaba Comunicación Social. Estaba de novia y tenía una hija de 5 años".
"La atención de la prensa nacional sobre el tema Lebbos ha derivado en el pedido de la Secretaría de Derechos Humanos federal de conocer el estado de la causa, en el marco del Programa Nacional de Lucha contra la Impunidad. Pero la respuesta tarda en llegar", comentaba el diario argentino de la provincia de Tucumán, La Gaceta, en un artículo titulado "Los poderes en la sombra".
Mientras el gobernador de la provincia, José Alperovich, continue en el gobierno, y además sea un soporte importante en el número de votos de Cristina Kirchner, es una opinión generalizada que el asesinato de la joven continuará impune.
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