Tras el consejo de ministros extraordinario de anoche, Santos ha anunciado que ha ordenado "la militarización de Bogotá" y ha amenazado con que hará lo mismo "en cualquier sitio y zona que sea necesario".
Juan Manuel Santos ✔ @JuanManSantos
Ordené la militarización de Bogotá y de cualquier otra zona donde sea necesaria la presencia de nuestros soldados. http://wsp.presidencia.gov.co/Prensa/2013/Agosto/Paginas/20130830_01-Presidente-anuncia-medidas-para-capturar-a-los-vandalos-y-violentos-que-han-infiltrado-protestas.aspx …
Santos añadió que la policía tiene videos que muestran a los vándalos atacando a personas y destruyendo bienes públicos, y que los publicarán en la página web de la policía.
También anunció una recompensa del equivalente a 2.600 dólares para quien dé información a las autoridades sobre las personas que alteran el orden, y otra de casi 5.200 dólares por información sobre amenazas y extorsiones a las empresas para obligarlas a participar en el paro agrario.
El presidente agregó que respeta las protestas, que ya llevan 11 días, y que entiende las quejas de los campesinos.
El máximo mandatario también acusó a los pequeños productores de no querer llegar a un acuerdo por culpa de "oscuros intereses políticos" que se habrían adueñado del paro.
"Cuando estuve en Tunja [sede de las negociaciones], los voceros del paro me garantizaron que con que acordáramos un primer punto, uno solo de solución, levantarían los bloqueos", dijo Santos.
"Hemos ofrecido no una, sino dos, tres o cuatro soluciones concretas. Y cuando están a punto de cerrarse los acuerdos, alguien sorpresivamente llama, alguien extrañamente aparece, los instiga a aumentar sus demandas, a correr la cerca. Y se echan para atrás", afirmó el mandatario, quien reiteró que las propuestas gubernamentales "quedaban sobre la mesa".
Refiriéndose a la situación de los trabajadores del campo Santos manifestó, "Sin duda alguna, estamos atravesando una tormenta; una tormenta que se formó por la acumulación del abandono y de falta de políticas en el sector agropecuario durante muchísimo tiempo. Y ahora estamos pagando las consecuencias".
Jorge Rojas, secretario del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, dijo que el anuncio del mandatario no significa que esta ciudad, de ocho millones de habitantes, se encuentre en estado de sitio o que las autoridades civiles se sometan a las militares, sino que la presencia de los uniformados significa un refuerzo porque la policía no puede atender todos los puntos de la capital donde se han presentado incidentes desde la víspera.
La militarización significa "sólo un reforzamiento (de la seguridad) y está concertado y bajo la autoridad civil", dijo Rojas a la agencia AP.
Respecto al paro agrario, 16 de los 32 departamentos del país, entre los que están los pequeños productores de patata, cacao, leche, fresa, maíz, café y cereales, se han adherido al mismo, y tras haber sido minimizado por el gobierno -en un discurso, el domingo, dijo que "el tal paro no existe"-,
Analistas califican el manejo que el presidente Santos ha dado al paro como imprudente, torpe e improvisado. Ricardo Galán experto en comunicación política, aseguró que el manejo ha sido muy torpe desde antes de que iniciara la protesta porque anuncios como los hechos esta mañana se hubieran podido hacer hace tres meses y con eso se habría evitado la convocatoria", publica el diario español El País en su página web.
Sobre los disturbios del jueves en Bogotá y otras ciudades, que dejaron dos muertos, más de un centenar de heridos en la capital y cuantiosos daños a comercios, empresas y bienes públicos, el presidente aseguró que habrá mano dura con los promotores de los desórdenes.
"Con los vándalos no habrá ninguna contemplación", manifestó el presidente de Colombia.
Sobre esos incidentes, la Marcha Patriótica, movimiento político de izquierda, afirma que la violencia fue generada desde el Estado, mientras el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, responsabiliza a infiltrados de una extrema derecha que, a su vez, culpa de todo a la blandenguería del presidente Santos.
Ayer viernes, y tras los sucesos del jueves, los campesinos de algunos departamentos, que habían estado negociando posibles soluciones a la crisis del sector agropecuario con el gobierno colombiano, anunciaron que se habían alcanzado "acuerdos parciales" con las autoridades e invitaron a los protestantes a poner fin a los bloqueos de carreteras.
También mostraron su repulsa por las actitudes vandálicas de algunas personas. "Rechazamos enérgicamente las acciones de violencia y vandalismo, como siempre lo hemos hecho desde que inició la protesta", dijo el boyacense César Pachón, coordinador del movimiento Dignidad Papera y portavoz de la protesta, quien también negó intereses políticos detrás del movimiento.
"Vamos a mantener el paro pero permitiendo la libre circulación de los vehículos, manteniéndonos a la orilla de las carreteras", explicó.
Según publica la BBC, "Este paso, sin embargo, podría a su vez terminar rompiendo la unidad que los campesinos habían logrado mantener hasta el momento.
"Respetamos y saludamos la mesa de negociación en Boyacá, pero queremos decir que en esa mesa no estamos representados todos", declaró la denominada Mesa Nacional Agropecuaria y Popular, MIA, que se presenta como vocera de los campesinos.
"No es suficiente dialogar con 3 departamentos, son 17 los que están movilizados", indicó la MIA.
"No aceptaremos que el gobierno nos sectorice y nos señale. Somos una sola voz en el país", agregó".
Los campesinos colombianos piden políticas agrarias que les permitan competir ante las importaciones de alimentos baratos facilitadas por los tratados de libre comercio.
También anunció una recompensa del equivalente a 2.600 dólares para quien dé información a las autoridades sobre las personas que alteran el orden, y otra de casi 5.200 dólares por información sobre amenazas y extorsiones a las empresas para obligarlas a participar en el paro agrario.
El presidente agregó que respeta las protestas, que ya llevan 11 días, y que entiende las quejas de los campesinos.
El máximo mandatario también acusó a los pequeños productores de no querer llegar a un acuerdo por culpa de "oscuros intereses políticos" que se habrían adueñado del paro.
"Cuando estuve en Tunja [sede de las negociaciones], los voceros del paro me garantizaron que con que acordáramos un primer punto, uno solo de solución, levantarían los bloqueos", dijo Santos.
"Hemos ofrecido no una, sino dos, tres o cuatro soluciones concretas. Y cuando están a punto de cerrarse los acuerdos, alguien sorpresivamente llama, alguien extrañamente aparece, los instiga a aumentar sus demandas, a correr la cerca. Y se echan para atrás", afirmó el mandatario, quien reiteró que las propuestas gubernamentales "quedaban sobre la mesa".
Refiriéndose a la situación de los trabajadores del campo Santos manifestó, "Sin duda alguna, estamos atravesando una tormenta; una tormenta que se formó por la acumulación del abandono y de falta de políticas en el sector agropecuario durante muchísimo tiempo. Y ahora estamos pagando las consecuencias".
Jorge Rojas, secretario del alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, dijo que el anuncio del mandatario no significa que esta ciudad, de ocho millones de habitantes, se encuentre en estado de sitio o que las autoridades civiles se sometan a las militares, sino que la presencia de los uniformados significa un refuerzo porque la policía no puede atender todos los puntos de la capital donde se han presentado incidentes desde la víspera.
La militarización significa "sólo un reforzamiento (de la seguridad) y está concertado y bajo la autoridad civil", dijo Rojas a la agencia AP.
Respecto al paro agrario, 16 de los 32 departamentos del país, entre los que están los pequeños productores de patata, cacao, leche, fresa, maíz, café y cereales, se han adherido al mismo, y tras haber sido minimizado por el gobierno -en un discurso, el domingo, dijo que "el tal paro no existe"-,
Analistas califican el manejo que el presidente Santos ha dado al paro como imprudente, torpe e improvisado. Ricardo Galán experto en comunicación política, aseguró que el manejo ha sido muy torpe desde antes de que iniciara la protesta porque anuncios como los hechos esta mañana se hubieran podido hacer hace tres meses y con eso se habría evitado la convocatoria", publica el diario español El País en su página web.
Sobre los disturbios del jueves en Bogotá y otras ciudades, que dejaron dos muertos, más de un centenar de heridos en la capital y cuantiosos daños a comercios, empresas y bienes públicos, el presidente aseguró que habrá mano dura con los promotores de los desórdenes.
"Con los vándalos no habrá ninguna contemplación", manifestó el presidente de Colombia.
Sobre esos incidentes, la Marcha Patriótica, movimiento político de izquierda, afirma que la violencia fue generada desde el Estado, mientras el alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, responsabiliza a infiltrados de una extrema derecha que, a su vez, culpa de todo a la blandenguería del presidente Santos.
Ayer viernes, y tras los sucesos del jueves, los campesinos de algunos departamentos, que habían estado negociando posibles soluciones a la crisis del sector agropecuario con el gobierno colombiano, anunciaron que se habían alcanzado "acuerdos parciales" con las autoridades e invitaron a los protestantes a poner fin a los bloqueos de carreteras.
También mostraron su repulsa por las actitudes vandálicas de algunas personas. "Rechazamos enérgicamente las acciones de violencia y vandalismo, como siempre lo hemos hecho desde que inició la protesta", dijo el boyacense César Pachón, coordinador del movimiento Dignidad Papera y portavoz de la protesta, quien también negó intereses políticos detrás del movimiento.
"Vamos a mantener el paro pero permitiendo la libre circulación de los vehículos, manteniéndonos a la orilla de las carreteras", explicó.
Según publica la BBC, "Este paso, sin embargo, podría a su vez terminar rompiendo la unidad que los campesinos habían logrado mantener hasta el momento.
"Respetamos y saludamos la mesa de negociación en Boyacá, pero queremos decir que en esa mesa no estamos representados todos", declaró la denominada Mesa Nacional Agropecuaria y Popular, MIA, que se presenta como vocera de los campesinos.
"No es suficiente dialogar con 3 departamentos, son 17 los que están movilizados", indicó la MIA.
Los campesinos colombianos piden políticas agrarias que les permitan competir ante las importaciones de alimentos baratos facilitadas por los tratados de libre comercio.
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