Suiza, Ciudades aprueban medidas xenófobas y discriminatorias hacia los inmigrantes

Algunos municipios suizos han comenzado a aplicar medidas, absolutamente discriminatorias y cercanas a la xenofobia, con respecto a los ciudadanos de otros países que solicitan asilo en Suiza.
Entre las medidas que se están adoptando está la de prohibir a los solicitantes de asilo estar en lugares públicos como piscinas y bibliotecas, una medida calificada como racista por grupos de derechos humanos.

A principios de junio, los cuidadanos suizos aprobaban por referéndum, con una amplía mayoría de casi del 80%, el endurecimiento de las leyes para obtener el asilo en el país, en medio de un aumento del número de refugiados. Ese mismo mes se realizó un cambio en la ley y ahora los refugiados son alojados en centros especiales, sobre todo en viejos cuarteles del Ejército, como en la ciudad de Bremgarten, informó la BBC.

El Ministerio de Inmigración aprobó las restricciones, mientras que los concejales defienden la medida afirmando que pretende evitar tensiones con los residentes locales.

El Alcalde de la ciudad de Menzingen, Roman Staub, dijo que los asilados deberían tener prohibido acercarse a escuelas. Mientras que en Bremgarten, una iglesia estaría también fuera del alcance de los solicitantes de asilo.
Suiza tiene uno de los mayores números de solicitantes de asilo por habitante de toda Europa. Actualmente, alrededor de 48 mil personas buscan asilo en Suiza. Pero estas restricciones están provocando una polémica, no solo a nivel nacional, como internacional.

En la ciudad de Bremgarten, en Argovia, funciona desde el lunes un nuevo centro de acogida para los demandantes de asilo con capacidad para 150 personas. Los residentes del complejo tienen prohibido acercarse a ciertos lugares, como escuelas y salas deportivas. Una segregación denunciada como racista por asociaciones de derechos humanos y por la izquierda.
En otro caso de segregación hacia los inmigrantes, el Ayuntamiento de Bremgarten firmó con la Oficina Nacional de Migraciones (ODM) y el Departamento Federal de Defensa un acuerdo mediante el cual se estipulaban 32 zonas donde los inmigrantes podrían tener prohibido o limitado el acceso. Entre los lugares directamente vetados a los extranjeros pendientes del asilo se encuentra la escuela, una serie de infraestructuras deportivas, el casino y la piscina pública. La ODM ha informado que se aplican medidas similares en el centro de Nottwil (Lucerna).
"Con esta medida, la ODM ratifica la generalización según la cual refugiado equivale a delincuente potencial", denuncia en declaraciones al diario francófono Le Temps el político del partido verde (Verts/GE) Antonio Hodgers, quien añade, "Esta medida revela más la importancia de las corrientes xenófobas en este cantón que los problemas particulares en el centro". La asociación Augenauf considera que tales prohibiciones son simplemente ilegales.
El director de la ODM, Mario Gattiker, en un intento de disminuir la tensión creciente entre algunos sectores, ha afirmado que la prohibición no es definitiva. Los residentes pueden acceder a las bibliotecas, a las plazas públicas y a iglesias, asegura a la agencia ATS. En cuanto a los centros escolares y deportivos, la prohibición se aplica únicamente entre semana de siete de la mañana a seis de la tarde, coincidiendo con el horario escolar. "Necesitamos reglas de juego para que el día a día entre los demandantes de asilo y los habitantes se gestione de forma ordenada y sin conflicto". Si no se cumple con la prohibición no hay prevista ninguna sanción.
Este tipo de prohibición de ciertas zonas a los demandantes de asilo es legal en Suiza en virtud del artículo 74 de la ley de extranjería, informa Le Temps. Pero solo se puede aplicar si el demandante no cuenta ya con una autorización de estancia y con la condición de que "perturbe o amenace la seguridad y el orden público", una figura motivada por la voluntad de luchar contra el tráfico de drogas. También se puede aplicar a extranjeros cuya solicitud haya sido rechazada y de los que se sospecha que no cumplen con la orden de expulsión en el plazo fijado. Aplicarla por defecto a los demandantes sería problemático.
Sin embargo, otras localidades ven este tipo de iniciativa con buenos ojos. Roman Staub, alcalde de Menzingen, considera que los demandantes de asilo deberían tener prohibido acudir a “zonas sensibles” como los alrededores de las escuelas, según declaraciones recogidas por la BBC. "Aquí los demandantes de asilo podrían encontrarse con nuestros escolares, niños y niñas pequeños", concluye.
Sin embargo desde la Oficina para los Refugiados de Naciones Unidas (ACNUR), estas medidas son deplorables y discriminatorias. En ese sentido Dan McNorton, portavoz de la organización, advirtió que "Los refugiados están legalmente en Suiza y no han cometido ningún crimen". McNorton denunció estas medidas "como formas inaceptables de segregación", según informaba la agencia de noticias ANSA.
El mismo concluyó diciendo, "Estamos hablando de niños, mujeres, hombres que en muchos casos han huido de la guerra y la persecución y quieren, tanto como sea posible, volver a una vida normal".
Actualmente, unos 48 mil inmigrantes en busca de asilo, se encuentran en Suiza. Esta tasa se sitúa bien por encima de la media de todo el continente europeo.
Mientras que en Suiza existe un inmigrante en busca de asilo por cada 332 habitantes, la media europea es de uno por cada 625 residentes.
El pasado mes de abril, el gobierno suizo limitó a un año los permisos de trabajo para inmigrantes de la UE, tras activar la cláusula de salvaguarda de la libre circulación de personas, en el marco de la profunda crisis económica que desde 2008 golpea la eurozona.
La medida fue reclamada por la derecha suiza, preocupada por el aumento de la inmigración desde los países comunitarios más afectados por la crisis económica: Grecia, España, Portugal, Italia y los del Este europeo, especialmente.