El biólogo español Gonzalo Alonso Hernández, nacido en Santander, pero que vivía en el estado de Río de Janeiro, fue asesinado a tiros,
crimen que, según la policía, pudo deberse a sus denuncias sobre caza y
deforestación ilegal, informaron hoy fuentes oficiales.
El cuerpo sin vida de Alonso Hernández, de 49 años, fue hallado en una cascada del Parque Estatal de Cunhambebe,
en el distrito de Lídice, a 170 kilómetros de la ciudad de Río de
Janeiro, donde vivía con su esposa, Maria de Lurdes Pena Campos, y según ha
confirmado una fuente oficial de la policía, tenía varios impactos de bala en la cabeza.
El biólogo trabajaba en el Instituto Terra y prestaba servicios de consultoría en asuntos ecológicos en
el Consejo Municipal de Medio Ambiente de Lídice. Según ha informado la
policía, su esposa declaró que Alonso Hernández había tenido serias
discusiones con cazadores furtivos, extractores de palmitos y ganaderos
que operan en forma ilegal en el Parque Cunhambebe.
El comisario Marco Antonio Alves, a cargo del caso, declaró a periodistas que la primera hipótesis es que haya sido asesinado debido a su defensa del medio ambiente en la zona.
"Alonso Hernández defendía especies en extinción, combatía la caza
predadora en el parque y hay testigos que han dicho que eso estaba
molestando a muchas personas", declaró Alves.
El jefe policial
dijo que la esposa no supo más del biólogo desde el pasado domingo,
cuando la llevó hasta la terminal de autobuses de Lídice, desde donde
ella viajó hacia Río de Janeiro.
Las autoridades están a la espera de las conclusiones del Instituto Médico Legal (IML)
de Angra dos Reis, donde se ha realizado la autopsia, que se añadirán a
la investigación ordenada por Marco Antonio Alves para determinar las
posibles causas de la muerte del biólogo español.
Entre las
pruebas adjuntas figuran las imágenes de una cámara de video instalada
en las oficinas del Instituto Estatal de Ambiente (INEA), situadas
dentro del Parque de Cunhambebe.
El biólogo había sido trasladado a Brasil por la empresa Telefónica. Fue
director en Río de Janeiro de la compañía de telefonía móvil VIVO. En
2005, dejó su cargo para dedicarse exclusivamente al trabajo ambiental.
Trabajaba como voluntario en la ONG Instituto Terra, que está ligado a
la norteamericana CNT.
Para el ambientalista brasileño Paulo Maia, presidente de la ONG Aves & Cia,
Gonzalo fue asesinado porque estaba haciendo lo que debería ser hecho por el poder público.
"No existe fiscalización ambiental. Lo que existen son siempre promesas de medidas urgentes que prometen que serán tomadas cada vez que estamos delante de un crimen bárbaro como este. Gonzalo debería haber recibido protección por el gran y bello trabajo que estaba haciendo, que por cierto era un trabajo que debía de ser ejecutado por el poder público, que era fiscalizar y denunciar los crímenes contra el medio ambiente. Pero al contrario de protección él recibió indiferencia", denunció Paulo Maia para el periódico brasileño O Globo.
Gonzalo Alonso hacía unos 10 años que vivía en Brasil.
Este es el segundo asesinato, que se conozca, de un activista ambiental tras el de Jairo Mora, el 31 del pasado mayo, en Costa Rica. Mora, de 26 años de edad, trabajaba para defender a las tortugas marinas
y sus nidos del saqueo, la caza furtiva, el tráfico ilegal y de otras
amenazas en el área de anidación de playa Moín, en la costa caribeña de
Costa Rica.
Perú, Colombia y Filipinas, son les tres países que siguen a Brasil en el número de ambientalistas asesinados en los últimos años.
Este blog sólo pretende ser una visión personal de algunos de los acontecimientos que nos envuelven en nuestro caminar por la vida. Bajo el fuego es una metáfora de la situación real que la humanidad está viviendo donde la pobreza, el desempleo, la intolerancia, el extremismo, la violencia, el enriquecimiento a cualquier precio, de unos pocos a costa de muchos, y la falta de ética o valores son realidades que podemos observar continuamente.
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Qué mundo de contrastes. Agradezco la existencia de estos Quijotes. Me pregunto si la merecemos.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario. Estos "Quijotes" como bien los llamas son tan necesarios, como insuficientes, para evitar que el medio ambiente siga siendo destruido por empresas o personas sin ningún tipo de escrúpulos, y que solo visan el lucro económico.
EliminarCada uno de nosotros, dentro de sus posibilidades y su entorno, debería ser un activista ambiental.
Mañana, domingo 6 de octubre, a las 19:30, en la basílica de Santa María del Mar, con un grupo de peregrinos brasileños de paso por Barcelona y un sacerdote brasileño que presidirá la misa, se hará memoria del ciudadano universal, brasileño-español, Gonzalo Alonso Hernández, que fue asesinado hace dos meses, en el Parque Natural Cuñambebe, donde vivía y trabajaba para que se respetara la protección del mismo, y cuyo cuerpo sin vida se encontró el pasado 6 de agosto de 2013. Era biólogo y fue empleado de la Telefónica y director en Brasil, retirándose para dedicarse a la militancia socio-ambiental.
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