Opositores celebran la condena a "Il Cavaliere". ANSA - Clarín |
El tres veces primer ministro Silvio Berlusconi, de 76 años, sufrió ayer un fatal golpe a su carrera política que ha dominado durante dos décadas la escena italiana. La Corte de Casación confirmó de manera definitiva la condena a cuatro años de prisión por fraude fiscal, reducidos a uno por la ley del indulto, a la que había sido sentenciado en primera instancia y, posteriormente, en una corte de apelación de Milán.
La reacción de Pueblo de la Libertad (PdL) se hizo
esperar, ya que los dirigentes del partido estuvieron reunidos hasta
altas horas en el palacio Grazioli con Silvio Berlusconi y sus abogados
para estudiar la situación política y judicial tras la condena
inapelable. Poco después llegó la reacción: los abogados tildaron de
«injusta» la sentencia y anunciaron que recurrirán ante la Justicia
europea.
El mal humor entre sus seguidores era evidente y
pocos tenían ganas de dar una opinión. Uno de los primeros en reaccionar
fue el coordinador del PdL, Sandro Bondi, al señalar que la decisión
judicial no ayuda a "la tranquilidad política del país". Mientras, la subsecretaria del mismo,
Michaela Biancafiore, presentó la dimisión de su cargo como protesta por
la sentencia contra Berlusconi. No se descartan otras dimisiones entre
los miembros del PdL en el Gobierno. También llegaron críticas del
periódico de la familia Berlusconi, Il Giornale, que en su edición en Internet solo escribió un escueto "Condenado" en una página en blanco a modo de esquela.
El proceso por el que Berlusconi fue condenado ayer, se conoce como "caso Mediaset" y tuvo su inicio en el año 2007. En su momento el ex primer ministro italiano fue acusado de haber llevado a cabo una gigantesca operación de evasión fiscal entre 1992 y 2006 gracias a la cual habría ocultado al fisco italiano (y a los socios de su compañía de televisión) unos 500 millones de euros. Gracias a prescripciones y artimañas varias, Il Cavaliere consiguió que las acusaciones se redujeran solo al periodo entre 2002 y 2003 y por un fraude fiscal de 7,3 millones de euros en total. Es por ese delito concreto por el que fue condenado ayer.
En medio de grandes expectativas de toda la nación por las seguras y
graves consecuencias políticas del fallo inapelable, el supremo tribunal
de justicia decidió anular la prohibición de cinco años para ejercer
cargos públicos y devolvió el caso a la corte de apelación para que haga
un nuevo cálculo de la interdicción, que en octubre podría ser fijada en tres años.El proceso por el que Berlusconi fue condenado ayer, se conoce como "caso Mediaset" y tuvo su inicio en el año 2007. En su momento el ex primer ministro italiano fue acusado de haber llevado a cabo una gigantesca operación de evasión fiscal entre 1992 y 2006 gracias a la cual habría ocultado al fisco italiano (y a los socios de su compañía de televisión) unos 500 millones de euros. Gracias a prescripciones y artimañas varias, Il Cavaliere consiguió que las acusaciones se redujeran solo al periodo entre 2002 y 2003 y por un fraude fiscal de 7,3 millones de euros en total. Es por ese delito concreto por el que fue condenado ayer.
La sentencia, la primera de carácter definitivo contra el ex primer ministro, sacudirá a los partidos políticos y, al mismo tiempo, puede poner en riesgo las bases de la coalición de gobierno, en la que confluyen la centroizquierda a la que pertenece el primer ministro Enrico Letta y la casi ultraderecha encabezada por el Partido de la Libertad de Berlusconi.
El ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi expresó
hoy su intención de no renunciar a la política y la esperanza de que la
condena por fraude fiscal confirmada por el Tribunal Supremo haga que
los ciudadanos abran sus ojos sobre el "sometimiento" que ejerce parte
de los jueces sobre Italia.
Mediante un mensaje de vídeo, Berlusconi definió como un
nuevo ejemplo de la persecución judicial contra él la condena a 4 años
de prisión confirmada hoy por el Supremo que, sin embargo, aplazó su
inhabilitación a la espera de que la Corte de Apelación de Milán calcule
de nuevo el plazo, que en primera y segunda instancia fue de 5 años.
"Soy absolutamente el mayor perseguido por la magistratura de todas las épocas y de toda la historia de los hombres en todo el mundo, porque he sufrido más de 2.500 audiencias".
"Soy absolutamente el mayor perseguido por la magistratura de todas las épocas y de toda la historia de los hombres en todo el mundo, porque he sufrido más de 2.500 audiencias".
"El político y magnate es consciente de que, a sus 76 años de edad y con tal cantidad de procesos todavía pendientes —caso Ruby, condenado en primera instancia a siete años de cárcel por proxenetismo y abuso de autoridad; caso Unipol, un año por filtración de escuchas ilegales; caso De Gregorio, acusado de soborno…—, no le quedará otra solución que arrastrar hasta el final de sus días esa pesada cadena", publica El País en su página digital.
"Il Cavaliere", de acuerdo con la sentencia, quedará recluido en arresto domiciliario y no podrá hacer llamadas telefónicas, conceder entrevistas o participar en actos políticos sin el permiso de los magistrados. Es este el escenario más probable, pues en su entorno se descarta que el magnate vaya a aceptar realizar trabajos comunitarios bajo el control de los servicios sociales.
Uno de los primeros en comentar la sentencia fue Beppe
Grillo, que no ocultó su satisfacción y auguró el fin político de Il
Cavaliere. En su blog sentenció: "Silvio ha muerto!". Y comparó la actual situación del ex primer ministro y su condena con "la caída del muro de Berlín en 1989". Mucho mas moderado fue el secretario del
Partido Democrático (PD), socio del PdL en el Gobierno, Guglielmo
Epifani. Este se limitó a decir que "la sentencia será respetada,
seguida y aplicada", poco antes de que el primer ministro Enrico Letta
instara a la clase política a la "serenidad" y el "respeto a la
justicia". Nichi Vendola, de Izquierda, Ecología y Libertad, fue mucho
más duro y exigente y pidió la dimisión de Berlusconi.
En una nota oficial, el presidente Napolitano
subrayó la importancia del "respeto por la magistratura llamada a
indagar y a juzgar en plena autonomía e independencia". Como punto final
auguró la reforma seria de la Justicia que el país necesita.
El ex fiscal de la Operación Manos Limpias y fracasado líder político,
Antonio Di Pietro, dijo que "ahora Berlusconi es oficialmente un evasor fiscal".
La justicia condenó al ex premier por haber dirigido una operación para
evadir más de diez millones de euros de impuestos y formar fondos irregulares en el exterior. El mecanismo funcionó inflando los precios de
las compras de películas de Hollywood que fueron después pasadas por los
canales televisivos del tres veces primer ministro.Según la Prensa italiana, la historia judicial de Berlusconi cuenta con 13 investigaciones archivadas.
Para Silvio Berlusconi, el "santo mártir" como se autocalifica, todo esto no pasa de una persecución personal de "los jueces comunistas y de las fiscales comunistas y feministas" que la tienen tomada con él.
Un "santo mártir de la justicia italiana" que cometió falso testimonio, tras ser amnistiado, en relación a la logia masónica P2, que pagó comisiones al primer ministro Bettino Craxi, delito prescrito, que usaba de forma habitual falsas contabilidades en su imperio empresarial, delito despenalizado durante sus gobiernos, que se vio envuelto en varios intentos de corrupción a miembros de la justicia, como el caso Mondadori, que negoció con la Mafia siciliana su inmunidad y la de su familia a través de su amigo Marcello Dell’Utri, que dispusiera de un ejército de jóvenes bien dispuestas y, especialmente, bien pagadas para alegrarle cada día de su vida, que para sacar a una de ellas, Ruby Robacorazones, de una situación bastante complicada en un encontronazo con la policía de Milán llamara desde París, donde se encontraba en viaje oficial como jefe del Gobierno de Italia, y se aprovechase de su autoridad y unas cuantas mentiras, afirmando en la llamada que Ruby, menor de edad en la época, era sobrina del, en aquel momento, presidente egipcio Hosni Mubarak, para conseguir su libertad. Este es sólo un pequeño resumen de una serie de andanzas que le han colocado de forma constante en la banquillo de los acusados de la prensa y de la justicia de Italia.
Para la prensa italiana será muy difícil que Silvio Berlusconi, de 76 años, vuelva a la escena política. Ahora la incógnita es: ¿Cúal será el futuro del cercano al ultraderechismo Partido de la Libertad?
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