Y otra vez es Rio de Janeiro el centro de la barbarie.
Dos mujeres, madre e hija, murieron durante un enfrentamiento entre traficantes y las fuerzas policiales en el Morro da Quitanda, en Costa Barros, situada en la zona norte de la capital del Estado.
Los hechos sucedieron durante la noche del pasado jueves. Las víctimas Alessandra de Jesus, de 23 años, y madre de seis hijos, y su madre Maria de Fátima de Jesus, de 52 años.
Sus parientes afirman que ambas recibieron impactos de balas cuando policías perseguían a un supuesto delincuente.
Aunque al principio, las autoridades y fuentes policiales, intentaron involucrar a ambas con redes de narcotraficantes, posteriormente se demostró que ambas era víctimas inocentes de un cuerpo que dispara antes de preguntar, profesionalmente despreparado, y con total impunidad de sus acciones.
Al parecer ambas fueron víctimas de un único disparo de fusil: Alessandra en al cabeza y Maria en el pecho.
Mientras la madre moría en el local, la hija llegó a ser trasladada, una media hora después de recibir el impacto de bala al Hospital Municipal Carlos Chagas, donde falleció.
El fallecimiento de ambas provocó inmediatamente la indignación de los moradores de la favela da Quitanda, donde Maria de Fátima de Jesus había vivido durante más de 15 años. Dejó la misma hacía 20 días para vivir en la pequeña localidad de São Pedro de Aldeia y alejarse de la violencia cotidiana. Preocupada con la situación de su familia, que no quiso cambiar de residencia, se tomó un día de descanso para buscar una casa para su hija, en un local más seguro del morro. El mismo día fueron muertas por la policía. Ayer fueron enterradas lado a lado en el cementerio de Inhaúma.
La División de Homicidios investiga el caso y las armas de los policías envueltos en la acción fueron recogidas y serán enviadas para análisis.
Maria de Fátima y Alessandra víctimas de una desafortunada acción policial. Foto capturada del periódico O Dia |
Según fuentes oficiales 23 policías participaron en la acción que terminó con dos detenciones y pequeñas armas confiscadas, así como dos granadas.
La familia de las víctimas, al igual que en otras acciones similares de la policía de Rio de Janeiro o de otras ciudades brasileñas, reclama de la violencia durante la operación y apunta a los policías como responsables de las muertes. En entrevista a la radio brasileña BandNews, una ahijada de Alessandra dijo, tras culpar a los policías por las muertes, "Ellos dejaron agonizando a las dos por más de media hora, sin ningún tipo de atención en aquel beco (callejón sin salida)", para añadir "en el beco solo había policías de paisano".
Según un vídeo del canal brasileño TV Record, se puede observar a ambas mujeres tendidas en el suelo, mientras varios policías impedían el auxilio a las víctimas. El vídeo subido a YouTube por el canal TV ODia, muestra con exactitud la situación, y tensión, del momento.
Otros parientes de Maria de Fátima y de Alessandra dos Santos confirmaron que ambas fueron alcanzadas por policías de paisano que disparon cuando vieron un bandido que intetaba fugarse.
De acuerdo con otro hijo de Maria de Fátima, y hermano gemelo de Alessandra, alrededor de las 11:30 hs, ellas y tres sobrino salieron de su casa, cuando de repente un tiro alcanzó a Fátima, y atravesó el cuerpo de la madre, que trabajaba como empleada doméstica, y acertó también a su hija, Alessandra, que se encontraba que se encontraba con una sobrina de dos años en sus brazos.
Fuentes de la fiscalía de Rio de Janeiro afirmaron que no tenían ningún conocimiento de la acción policial y que la misma no había sido requerida, entrando en contradicción con las primeras versiones policiales que informan que fueron enviados al lugar en una operación programada, a petición del Ministerio Público.
Para evitar nuevas protestas de los moradores de la favela, la presencia policial en la zona se ha incrementado considerablemente.
Según indica el blog Taxi em Movimento después de ser alcanzadas por el disparo de un policía de paisano (P2), impidieron el acceso al local a los familiares y vecinos hasta que llegaron al lugar policías uniformizados. Asimismo asegura que policías menospreciaron a los familiares mostrando las caras de las víctimas y preguntando si querían terminar igual.
El último caso polémico en el que se ha visto envuelta la policía de Rio es la desaparición, desde hace más de un mes, de un albañil, y morador de la favela de la Rocinha, de nombre Amarildo, y que ha generado un amplio movimiento de protesta en la ciudad. El mismo desapareció tras se detenido, en el interior de la favela, e ingresado en una UPP (Unidad de Policía Pacificadora).
Aunque inicialmente las autoridades intentaron envolver a Amarildo y su esposa con bandas de narcotraficantes, e incluso asegurar que el mismo había sido asesinado por grupos rivales, las últimas investigaciones reflejan que el vehículo policial donde fue introducido Amarildo, pasó por diferentes unidades de Rio de Janeiro, circulando prácticamente por toda la ciudad. Hasta hoy nada se sabe del destino de Amarildo, aunque todas los indicios apuntan que el mismo fue asesinado. La pregunta, sin respuesta, es: ¿Por quién?.
Otros enlaces relacionados: Las favelas: moradores, narcotráfico y policías
Explosión de violencia en Rio
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