Argentina, El cacerolazo antes de las primarias de hoy domingo

El pasado día 8, a 72 horas de las elecciones primarias, que se celebran hoy domingo, decenas de miles de personas salieron a las calles y se asomaron a sus balcones a hacer sonar sus cacerolas.
El evento, convocado a través de las Redes Sociales y se hizo sentir en ciudades como Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Rosario y La Plata, buscaba criticar las actuales políticas de gobierno.
El grupo de Facebook "Argentinos Indignados", uno de los organizadores de la marcha, dijo que era hora de hacer "lío", tomando como referencia la frase utilizada por el Papa Francisco en las Jornadas Mundiales de la Juventud hace unas semanas en Río de Janeiro.
Los autodenominados "indignados", entre los que se cuentan hombres y mujeres de distintas edades, hicieron sonar sus cacerolas hasta la misma Casa Rosada, la Residencia Presidencial de Olivos, el Congreso Nacional y la Plaza de Mayo.
La manifestación se dio previo a las llamadas elecciones legislativas de medio termino conocidas como PASO, (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias).
Las PASO son claves para el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, porque en las generales del 27 de octubre, podría mantener o perder las mayorías en ambas cámaras  del Congreso.
"En el día después de un nuevo cacerolazo contra la Casa Rosada, los promotores de la protesta reconocieron que hubo menos gente que en los anteriores pero negaron que haya sido un fracaso. Al contrario: dijeron que fue "un éxito" porque se impusieron al aparato kirchnerista que buscó frenar la manifestación tras la tragedia en Rosario", publicaba el diario argentino Clarín.
"La marcha fue excelente, salimos en contra de todos los aparatos que quisieron tirar la marcha abajo. Fue menos gente respecto a las otras convocatorias, no me parece que sea un fracaso. Yo calculo 300 mil personas en todo el país. No me parece que se tire abajo la postura de la gente", consideró Mario Candel, uno de los promotores del 8-A, en diálogo con la emisora argentina Radio Mitre.

Grupo de personas participa en el acto contra el Gobierno, en el centro de Buenos Aires. EFE

Si comparamos la protestas con las que se realizaron el 13 de septiembre de 2012, o la efectuada el 8 de noviembre e inclusive la celebrada el pasado mes de abril, que movilizó a millones de personas, cada una de ellas, parece que esta última hubiera perdido fuerza. Pero también es verdad que esta vez el oficialismo usó todos los recursos a su alcance, incluida la tragedia de Rosario, donde murieron 15 personas en la explosión de un edificio, para intentar minimizar la presencia de la gente en las calles.
Tres días antes de las elecciones legislativas primarias y obligatorias que se celebran el domingo, la protesta antikirchnerista reunió a decenas de miles que marcharon al Obelisco y a la Plaza de Mayo en Buenos Aires y a otros centros urbanos de Argentina.
Esta era la cuarta protesta contra el gobierno de Cristina Fernández en menos de un año, en las que al igual que en las anteriores, se entonaron consignas contra la inseguridad y la corrupción.
"Stop corrupción", "Paren de afanar (robar)", "Me queda mucho mes al final del sueldo" o "Andate (vete) Cristina", eran algunas de las pancartas que mostraban los manifestantes.

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Algunos políticos opositores y ciertos organizadores de estas marchas, que también militan en partidos, habían desalentado las concentraciones para centrarse la campaña electoral para las primarias de hoy domingo, en la que se espera que el pueblo se exprese en las urnas. También algunos de los dirigentes de la oposición sugirió que se postergaran los actos de protesta contra la gestión de Cristina Kirchner por el duelo nacional que había decretado la Presidenta por el trágico siniestro de Rosario.
Aún así, decenas de miles de personas, cansadas del kirchnerismo decidieron tomar nuevamente las calles de las principales ciudades.
Hoy se verá si el resultado de las urnas, en las elecciones primarias, refleja la opinión de la calle, pues Argentina elige este domingo en elecciones primarias a los candidatos a las legislativas de octubre, votación que medirá también el apoyo que conserva Cristina Fernández dos años después de que arrasase en las presidenciales de 2011.
Algo más de 30,5 millones de argentinos están convocados a las urnas, por segunda vez en la historia para unas elecciones primarias abiertas, obligatorias y simultáneas para todas las fuerzas políticas en las que se definirán los candidatos que competirán en las elecciones legislativas de octubre.
La campaña se cerró ayer viernes, y ayer sábado a las 20:00 horas se inició el período de prohibición de bebidas alcohólicas, el cual se mantendrá hasta pasadas tres horas del cierre de los colegios electorales. También están prohibidos los actos o espectáculos al aire libre o en locales cerrados, durante ese mismo período, así que los cines y teatros, en su mayoría permanecerán cerrados. 
Estas elecciones servirán, más allá más allá de definir a los aspirantes a renovar 24 escaños en el Senado y 127 en la Cámara de Diputados, de mayoría oficialista, para las legislativas del próximo 27 de octubre, para medir la popularidad de la presidenta, Cristina Fernández, y el nivel de apoyo a su gestión y la del Ejecutivo que dirige.
El principal enfrentamiento, y el foco de las elecciones, tiene lugar en la provincia de Buenos Aires, donde deberán votar 11,3 millones de electores, lo que significa un 37% de los votantes de todo el país, y también porque es el lugar donde se da la pelea más encarnizada, entre el kirchnerismo y el Frente Renovador de Sergio Massa.
Allí se miden el oficialista Martín Insaurralde, del Frente para la Victoria (FpV), y candidato de la actual Presidenta, y el que fuera jefe de Gabinete de Cristina Fernández -de la que ahora es crítico- Sergio Massa, por el opositor Frente Renovador (FR).
Las últimas encuestas, publicadas el pasado fin de semana, señalaban que Massa, intendente de la turística ciudad de Tigre, obtendría entre el 31,4% y el 34,9% de los votos.
En segundo puesto quedaría Martín Insaurralde, alcalde de la localidad bonaerense de Lomas de Zamora, que obtendría entre 28,3% y 31,7% de los sufragios, entre 2,2 y 5,5 puntos porcentuales por debajo de Massa.
Por el tercer puesto pelean el peronismo antikirchnerista del empresario Francisco de Narváez , del Partido Justicialista, y del sindicalista Hugo Moyano, así como una alianza de partidos radicales y progresistas.
De todos los sondeos aparecidos hasta el inicio de la veda, sólo uno ofrecía un empate técnico mientras el resto le daba una cierta ventaja a Martín Insaurralde.
Las mesas de votación estarán abiertas entre las 8:00 y las 18:00 horas.
Las previsiones de los resultados de hoy indican una derrota de Cristina y sus candidatos en los grandes distritos del país, muy comprometida la posibilidad de recostarse en la provincia de Buenos Aires para compensar esas pérdidas, y con un interrogante abierto sobre la futura cohesión del equipo gobernante.
Además el oficialismo podría perder en algunas provincias importantes como: Córdoba, Mendoza, donde el ex vicepresidente radical Julio Cobos parece encaminarse hacia un triunfo claro, Santa Fe o Chubut.

Mujeres portando pancartas con el lema "Basta de corrupción". AP Photo/Victor R. Caivano