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martes, 27 de agosto de 2013

Siria, Occidente se prepara para un posible ataque al país. Crece la tensión internacional ante un nuevo Irak

Tras las chocantes imágenes de las personas muertas, entre ellas muchos niños, o agonizantes tras los ataques, supuestamente, con armas químicas de las tropas leales al actual presidente sirio, en un suburbio de Damasco, la capital de Siria, las voces para una intervención de Occidente en el país se han elevado y con ello incrementado la tensión internacional, ante la posible intervención militar extranjera en el país aisático.
En las capitales de las potencias de Occidente, el lenguaje sobre Siria adquirió una nueva dimensión. Las fuerzas de Estados Unidos están listas para lanzar una incursión contra Siria si el presidente Barack Obama da la orden, le dijo a la BBC el secretario de Defensa Chuck Hagel.
Y el secretario de Estado, John Kerry, también ha estado utilizando un nuevo y enérgico discurso: "Una matanza indiscriminada de civiles con armas químicas es una obscenidad moral", dijo el funcionario.
En Reino Unido se convocó al Parlamento para considerar las acciones a tomar.
Rusia y China, por su parte, se oponen a cualquier acción millitar: Moscú la considera "catastrófica" para la región. Ambos países insisten en que las fuerzas del gobierno sirio y de la oposición deben resolver solos sus disputas.
Sin embargo los Estados Unidos continúan sus acciones destinadas a invadir el país gobernado por Bashar Al Assad.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Chuck Hagel, le dijo a la BBC que las fuerzas estadounidenses están "listas" para lanzar un ataque sobre Siria si el presidente Barack Obama da la orden. "Hemos movilizado el contingente al lugar para estar en condiciones de satisfacer y cumplir cualquier opción que el presidente desee tomar", le dijo Hagel a la BBC.
Los preparativos para un ataque de las fuerzas de Estados Unidos y sus aliados europeos contra las posiciones del régimen sirio de Bashar al Assad se aceleran en todas las bases del Mediterráneo. Gran Bretaña ya envió barcos y aviones a su base en Chipre. Y el Pentágono solicitó el permiso para activar las bases griegas donde se abastecen sus barcos y aviones, Souda, en el oeste de Creta y del aeropuerto de Kalamata en la península del Peloponeso. Ambas bases fueron utilizadas durante la intervención militar en Libia.
En Jordania, el lunes se realizó una reunión de muy alto nivel de jefes militares de diez países árabes u occidentales, en la que participó el jefe del Estado Mayor conjunto estadounidense, Martin Dempsey. En la misma se acordó realizar un ataque conjunto a Siria pero "con objetivos limitados". Un portavoz jordano, que hizo un breve resumen de lo conversado, dijo que "se decidió que ataques limitados con misiles serían la respuesta más responsable y sostenible en el caso de que la comunidad internacional se viera obligada a actuar en Siria".
La situación se complica tras el ataque recibido, ayer lunes, por los inspectores desplazados a la zona cercana a Damasco, donde presumiblemente tuvieron lugar los ataques con armas químicas la semana pasada.
Ese mismo día, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, acusó al gobierno sirio de destruir la evidencia de las presuntas armas químicas.
Kerry, quien ya había descrito los ataques como una obscenidad moral, dijo que su gobierno tenía información adicional sobre los mismos, y que se haría pública en los próximos días.
El ministro de Relaciones Exteriores de Siria advirtió, hoy, a las potencias occidentales sobre las consecuencias de una intervención militar ante la sospecha de uso de armas químicas en el país.
"Siria no es fácil de tragar", dijo el ministro de Exteriores, Walid Moallem, durante una conferencia de prensa. "Tenemos los materiales para defendernos. Vamos a sorprender a los demás", en una clara amenaza a cualquier intervención exterior en el país, y señaló que su nación no está obstaculizando la acción de los inspectores.
Por su parte, el exprimer ministro británico Tony Blair llamó este martes a Occidente a la acción militar por los informes sobre el uso de armas químicas en Siria.
"La política occidental está en una encrucijada: comentario o acción, configuración de los acontecimientos o de reaccionar contra ellos", escribió en un ensayo publicado en el diario londinense The Times.
En un encuentro de emergencia en Ammán, donde se encuentran reunidos los jefes militares de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Canadá, Arabia Saudí, Qatar, Turquía y Jordania, éstos se negaron a establecer un calendario de ataques, pero acordaron prepararse para una acción militar durante esta semana.  
Ante la perspectiva de una acción militar internacional contra su país, el presidente sirio también fue tajante al declarar: "Sería un fracaso", en una entrevista, publicada ayer, para el periódico ruso Izvestiya. "Si alguien sueña con hacer de Siria la mascota de Occidente, no saldrá adelante", añadió.
Moscú, tradicional socio de Asad, afirmó que una acción militar en Siria sería "un trágico error". El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, calificó la advertencia de algunos países occidentales sobre Siria como una "grave violación de la ley internacional".
Rusia no niega el uso de armas químicas en dicho incidente, pero señala que no existen pruebas de que tal ataque fuese hecho por el gobierno sirio.
En ello coincide el gobierno iraní. Según le dijo un alto funcionario militar iraní a la agencia de noticias Fars, Estados Unidos enfrentaría "graves consecuencias" si interviene en Siria.
La sensación que se tiene a nivel general, por los analistas políticos en la zona, es que la misión de estos inspectores parece estar pasando a un segundo plano, dado que las autoridades estadounidenses y británicas creen que desde que se produjo el uso de armas químicas, el pasado miércoles, hasta la concesión del permiso para examinar la zona de los ataques, el gobierno de Assad podría haber eliminado gran parte de las pruebas que evidencian el ataque químico.
El ataque con armas químicas de la semana pasada causó más de 3,000 víctimas  (Reuters).
El ataque con armas químicas de la semana pasada causó más de 3,000 víctimas (Reuters).

Tanto la Administración Obama como sus aliados de Londres y París están convencidos de que el ataque provino de las fuerzas leales a Bashar al Assad y que el gobierno sirio debe sufrir una acción de escarmiento por el ataque químico del pasado miércoles, que parece el más grave en el mundo desde hace 25 años.
Las especulaciones son de un ataque antes del fin de semana y limitados a apenas 48 o 72 horas de bombardeos a objetivos militares sirios muy concretos.
La renovada discusión sobre si atacar o no a Siria está reavivando un debate similar al ocurrido en 2003, en los meses previos a la invasión de Irak por Estados Unidos sin autorización de la ONU, cuando Washington justificó su acción en la existencia de armas de exterminio que era necesario neutralizar.
A diferencia de aquella ocasión, Francia y Alemania, que se negaron a respaldar la guerra en Irak, afirmaron hoy su disposición a participar en una campaña en Siria, al igual que el Reino Unido, que sí acompañó a Washington en la campaña iraquí.
El presidente de Francia, François Hollande, quien no se ha quedado al margen de toda la polémica generada por el ataque con armas químicas, ha anunciado que ha decidido incrementar el apoyo militar a la Coalición Nacional Siria (CNFROS), la principal alianza opositora de ese país. Ese apoyo tendrá lugar "dentro del respeto" a los compromisos europeos de Francia, destacó el jefe del Estado en su discurso de apertura de la XXI conferencia anual de embajadores franceses.
A juicio de Hollande, "la comunidad internacional no puede permanecer sin actuar ante el uso de armas químicas. Francia está dispuesta a castigar a aquellos que han tomado la espantosa decisión de gasear a inocentes".
Tampoco China ha permanecido callada en este asunto. Así, la agencia estatal china Xinhua también se ha mostrado contraria a una posible intervención estadounidense en Siria.
"Sería irresponsable y peligroso. Para empezar, el actual escenario recuerda a los comienzos de la guerra de Irak, que EEUU preparó con alegaciones sobre armas de destrucción masiva que luego resultaron ser falsas", sostiene Xinhua.
El último en definir su postura ha sido Turquía, quien a través de su canciller, Ahmet Davutoglu, ha dejado claro hoy que su país participaría en una coalición internacional contra el gobierno de Al Assad si la ONU no logra consensuar sanciones para castigar a Siria por el supuesto uso de armas químicas.
La prensa turca cita fuentes oficiales al afirmar que Ankara estaría dispuesto a poner medios y personal. Además, permitiría el uso de las bases norteamericanas en Incirlik y Esmirna, desde donde se podrían atacar las baterías antiaéreas de Siria, rebajando su capacidad defensiva y lanzando una primera advertencia.
  



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