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martes, 13 de agosto de 2013

Brasil, Extranjeros esclavizados tras el telón de la Copa del Mundo y las Olimpiadas de 2016

Corral en el cual dormía otro grupo de trabajadores
Local donde dormía un grupo de trabajadores rescatados
 


Los grandes eventos internacionales como la Copa del Mundo de fútbol del 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 en Río, junto a una economía que se mantuvo dos años con una alta tasa de crecimiento, aunque actualmente se haya estancado considerablemente, han situado al país como la meca para conseguir un trabajo que les permita sobrevivir. Por ese motivo en los últimos años han sido muchas las personas, en su país de origen, que decidieron hacer las maletas para buscar suerte en el gigante latinoamericano.
Pero la creciente demanda de mano de obra ha expuesto a inmigrantes de varias nacionalidades a condiciones de trabajo análogas a la esclavitud, contraer grandes deudas con los empleadores, hacer largas jornadas de trabajos forzados y padecer condiciones laborales degradantes.
En un país que abolió la esclavitud hace 125 años, pueden encontrarse en una gran cantidad de trabajadores extranjeros condiciones de trabajo similares a las abolidas, hace más de un siglo.
Varios especialistas consultados por BBC Brasil aseguran que en el escenario actual, la situación más preocupante es la de los extranjeros que llegan a Brasil en busca de un El Dorado de oportunidades.
De hecho, el número de extranjeros rescatados en el país por trabajos que se acercan a la esclavitud ha aumentado en los últimos años, asegura el coordinador del programa de Erradicación del Trabajo Esclavo -un ente asociado al Ministerio de Trabajo y Empleo (MTE)-, Renato Bignami.
Según Bignami, desde 2010, cuando comenzaron las operaciones de combate al trabajo esclavo dirigidas exclusivamente a extranjeros, 128 bolivianos y un peruano fueron rescatados sólo en el estado de Sao Paulo, el que concentra el mayor número de trabajadores foráneos en el país.
A todos ellos se les encontró en talleres de costura ilegales, generalmente trabajando en empresas subcontratadas por marcas textiles reconocidas como Zara, Cori, Emme o Luigi Bertolli.
En Brasil existe un cadastro de empresarios o empresas que utilizan trabajo esclavo, y una de las últimas grandes compañías en ver su nombre incluido ha sido la multinacional estadounidense de semillas Dupont. La misma fue incorporada el pasado mes de julio, por el Gobierno Federal de Brasil en su "Lista sucia de trabajo esclavo". Actualmente la lista está compuesta de 500 nombres, muchos de ellos fachadas de grandes corporaciones extranjeras, especialmente en los sectores del textil y la construcción.
DuPont Pioneer fue responsable de mantener a 99 trabajadores en condiciones "análogas a la esclavitud", en un hecho ocurrido en el municipio de Joviânia a mediados de 2010.
Cada vez aumenta más el número de rescatados de estas condiciones de trabajo, "El número de rescatados está creciendo por dos factores: por un lado aumentó el interés de los extranjeros en Brasil, que muchas veces entran al país de forma irregular y sufren condiciones de trabajo degradantes, y por otro, intensificamos las redadas. La tendencia es que nos encontramos cada vez a más extranjeros de nacionalidades variadas que son víctimas del crimen", le explica Renato Bignami a BBC Brasil.  
El blog El blog del viejo topo traduce un interesante reportaje, en portugués escrito por el periodista y doctor en Ciencias Políticas, Leonardo Sakamoto, que entre otras informaciones destaca que "
"Cada año, miles de trabajadores pobres son reclutados para trabajar en las haciendas, en las carboneras, en las obras de construcción y en los talleres de costura y, posteriormente, son sometidos a condiciones degradantes de trabajo y se les impide romper la relación con el empleador. No resulta extraño que permanezcan sin poder desvincularse del empleador hasta que terminan la tarea para la que fueron reclutados, bajo amenazas que van desde torturas psicológicas hasta palizas y asesinatos. En Brasil, a esta forma de explotación se la llama trabajo análogo al del esclavo, esclavitud actual o nueva esclavitud, contemplada como crimen en el Código Penal (artículo 149) castigado con pena de dos a ocho años de reclusión.
Su naturaleza económica difiere de la esclavitud de la Antigüedad clásica y de aquella que existente en Brasil durante la Colonia y el Imperio, pero el tratamiento inhumano, la restricción de la libertad y el proceso de "cosificación", son similares. El número de trabajadores afectados es relativamente pequeño en comparación con la población económicamente activa, pero no por ello es una cifra despreciable: desde 1995 (cuando el gobierno federal creó el sistema de lucha contra el trabajo esclavo actual) hasta hoy, más de 44.000 personas han sido rescatadas de esta situación, según datos del Ministerio de Trabajo y Empleo".
En su propio blog Blog do Sakamoto, en lengua portugués, Sakamoto escribía ayer que la gran empresa multinacional Samsung, de origen sud coreano, fue procesada en R$ 250 millones (unos 108 millones de dólares) por mantener, en su centro de Manaus, capital del estado brasileño de Amazonas, por graves infracciones laborales, como mantener, sin descanso, funcionarios trabajando 10 horas de pie, otros cuyas jornadas extrapolaban las 15 horas e incluso alguno que llevaba 27 días de trabajo, sin descanso, consecutivos. 
Eso (o precisamente por eso) una empresa que obtuvo un beneficio neto de 16.650 millones de euros según publicaba el diario económico Expansión en su página web. 
Bignami, coordinador del programa de Erradicación del Trabajo Esclavo, estima que cerca de 300.000 bolivianos, 70.000 paraguayos y 45.000 peruanos viven en la región metropolitana de Sao Paulo, la mayoría trabajando en condiciones similares a la esclavitud. 
"Puede haber entre 50.000 y 100.000 bolivianos en esta situación de esclavitud", dijo a la AFP el embajador de Bolivia en Brasil, Jerjes Justiniano, en el marco de una reunión entre legisladores de los dos países para analizar este problema.
"Las condiciones (de estos trabajadores) son de esclavitud. Hasta 18 horas por día de trabajo, con condiciones sanitarias y de vivienda que son absolutamente impropias para personas desde el punto de vista de los derechos humanos y laborales", dijo por su parte el diputado brasileño Walter Feldman en una rueda de prensa.
Ultimamente han sido rescatados 128 bolivianos y un peruano en Sao Paulo, cerca de 80 paraguayos fueron encontrados en dos haciendas del estado de Paraná, al suroeste de Brasil, en dos operaciones desarrolladas desde octubre del año pasado, según información de la organización no gubernamental Repórter Brasil, que investiga el tema desde hace más de una década.
Pero los inmigrantes sudamericanos no son las únicas víctimas de la esclavitud contemporánea en Brasil. El pasado mes de mayo, 80 ciudadanos bangladesís fueron rescatados por la policía en Brasilia.
Según la prensa local, fueron reclutados con la falsa promesa de un trabajo por un salario de US$1.500 pero acabaron explotados en obras de construcción.
En los meses pasados fue desarticulada por la policía brasileña una red de tráfico humano que traía personas de Bangladesh. 
En otros estados brasileños la lucha contra el trabajo esclavo ha obtenido pequeños, pero siempre importantes resultados, para acabar con la explotación.
"El estado con mayor cantidad de rescatados fue en el estado amazónico de Pará (norte), con 563, de los cuales 150 trabajaban en una siderúrgica.
Le sigue Tocantins (norte), otro estado amazónico, con 321. En Amazonas se consiguieron 174 casos.
En Paraná (sur), se constató que 256 personas eran sometidas a condiciones de esclavitud, 217 de ellas en dos productoras de alcohol de caña.
En Sao Paulo (sureste) se rescataron 239 obreros, de los que 92 eran explotados en el sector de la construcción civil
", según información recogida por el diario paraguayo La Nación el pasado mayo.
Algunos de los ex esclavos son la mano de obra que está construyendo los estadios de fútbol para la próxima Copa de Mundo de 2014.
A pesar de las duras condiciones de trabajo, y comenzar la jornada a las 6 horas de la mañana, "Estoy feliz, ahora tengo la libertad para hacer lo que quiera", dijo Nivaldo Inacio da Silva, quien cambió una vida de explotación en la selva por un lugar junto a sus compañeros en viviendas temporales de la obra del estadio de la ciudad de Cuiba, al oeste del país.
"Antes teníamos que dormir en la selva. Ahora tenemos un buen horario de trabajo y buena comida. No hay nada de lo que quejarse porque todo en nuestras vidas ha mejorado", explicó en declaraciones recogidas por la agencia Reuters.


Policía brasileña investiga trabajo esclavo.

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