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viernes, 19 de julio de 2013

Brasil, La prohibición de enmascarados durante la visita del Papa y otras curiosidades

Manifestante segura um cartaz escrtio: 'Não Copa do Mundo', durante um protesto contra o governador do Rio de Janeiro, Sergio Cabral, na frente de sua residência no bairro do Leblon, no Rio de Janeiro
Las máscaras no serán visibles, por prohibición, en los próximos días. Foto:Tasso Marcelo/AFP
Las fuerzas de seguridad de Brasil han prohibido el uso de máscaras a la multitud que se espera que asista a la misa inaugural del papa Francisco por la Jornada Mundial de la Juventud que se celebra la próxima semana en Río de Janeiro.
Un general del Ejército a cargo de la operación de seguridad, Jose Alberto da Costa Abreu, dijo que también se impedirá el acceso a las personas que muestren una actitud hostil.
Se desplegarán 7.000 soldados durante la misa.
Las autoridades brasileñas están preocupadas porque la visita del pontífice pueda hacer detonar otra ola de protestas callejeras antigubernamentales, como ocurrió en junio durante la Copa Confederaciones.
Las autoridades señalan que se espera que casi 35.000 uniformados -de los cuales 1.400 son soldados del Ejército- participen en la operación de seguridad durante la semana que estará el Papa en el país.
En el ámbito de prever determinadas situaciones de riesgo el gobierno brasileño cerró un acuerdo para la compra de los robots PackBot. Éstos estuvieron en la guerra de Irak, en la crisis de la planta nuclear de Fukushima, en las calles de Boston tras los atentados en la maratón y ahora llegan a Brasil con una agenda agitada: los PackBot están llamados a custodiar la visita del papa Francisco y otros grandes eventos en el país como la Copa del 2014 o los Juegos Olímpicos del 2016.
El gobierno brasileño cerró un acuerdo de US$ 7,2 millones para adquirir 30 de estos aparatos estadounidenses, cada uno con cámaras y un brazo electrónico capaz de lidiar con explosivos, según informó la empresa fabricante iRobot.
Brasil carece de antecedentes recientes de atentados con bomba en su territorio, pero la adquisición de los PackBot muestra un interés del gobierno de Dilma Rousseff en estar preparado para eventuales riesgos de ese tipo.
"En la misión para la cual (los robots) están siendo planeados en Brasil, son configurados como sistemas de desactivación de artefactos explosivos", dijo Tim Trainer, vicepresidente de defensa y seguridad en iRobot, a BBC Mundo.
La situación social en Río está en plena ebullición tras las manifestaciones del pasado mes y los últimos eventos que están teniendo lugar en la ciudad.
Unas 2.000 personas realizaron un escrache frente a la vivienda del gobernador, Sérgio Cabral, del estado de Rio de Janeiro, en la zona noble de Leblon, uno de los lugares con el metro cuadrado más caro del mundo, durante la noche del miércoles.
El local estuvo fuertemente protegido por un gran dispositivo policial y, tras la intervención de la policía para disolver el grupo que protestaba pacíficamente y solicitaba su dimisión tras conocerse que se desplazaba en helicóptero desde su domicilio al trabajo -con un coste diario de R$ 6.000 (aproximadamente U$S 3.000), y un recorrido de tan solo unos 10 kilómetros-, y un su relación en un supuesto escándalo de corrupción, se iniciaron actos de extrema violencia, que incluyeron saqueos y destrozos en bancos y tiendas de la zona, y que se extendieron por diversas calles del barrio.

Un grupo prendió fuego a un muñeco que representaba a Sérgio Cabral en la esquina de la calle Arístides Espínola, donde reside el gobernador, con el hermoso paseo marítimo que recorre las playas de Leblon e Ipanema, y tiene su continuidad en la playa de Copacabana.
Al mismo tiempo, un grupo de moradores de la favela de la Rocinha iniciaron una manifestación que se encaminó hacia el domicilio del gobernador. La protesta fue por la misteriosa desaparición de un vecino, tras ser detenido por la policía, el pasado martes.
Respecto a como podían repercutir estas acciones durante la visita del Papa, el secretario de Seguridad Pública de Río de Janeiro, José Mariano Beltrame, dijo que el plan de seguridad para la visita pontificia está listo en lo que se refiere a los asuntos de seguridad pública cotidiana, como violencia y criminalidad, aunque admitió que estarán "atentos para ver lo que puede o no ocurrir" en las manifestaciones.
Según publicaba el periódico brasileño Jornal do Brasil, en su página web, un ex alto cargo de la policía del estado de Rio de Janeiro consideraba que las tropas de choque están poco preparadas para enfrentar las actuales situaciones, incluyendo manifestaciones masivas, que se están viviendo en diferentes ciudades.
"Lo que Río de Janeiro, y el país, está viviendo requiere un entrenamiento que va mucho mas lejos del promovido por la actual Policía Militar. Eso debe ser revisado con urgencia", comentó el ex alto mando. Para añadir, "esto es muy diferente de los conflictos en los partidos de fútbol a los que estamos acostumbrados". El mismo concluye diciendo, "La tropa enviada para actuar en estas manifestaciones está totalmente despreparada".
En ese sentido, en unas manifestaciones recogidas por la Folha de São Paulo, el comandante-general de la Polícia Militar, Erir da Costa Filho, informó que hace años que la policía militar no recibe ningún tipo de formación para enfrentar manifestaciones populares, dado que el país no tenía antecedentes de ese tipo de actos de protesta desde hace muchos años, y los que se producían, las famosas "paseatas", eran pacíficas y festivas. Quizás esa falta de preparación también ha colaborado en los excesos de violencia que se han visto por parte de reducidos grupos de manifestantes.
Por otra parte, tras las masivas protestas por mejores servicios públicos que millones de brasileños protagonizaron en cientos de ciudades en junio pasado, algunas de las cuales también terminaron en graves conflictos violentos, ha aumentado la preocupación de los responsables por la seguridad de los eventos durante la visita del Papa.
Algunas organizaciones, como un grupo de ateos y otro de feministas, han convocado diversos actos de protesta durante la visita del papa a través de las redes sociales. También aumentan las protestas por el elevado coste de la visita, hasta ahora han sido admitidos gastos públicos relacionados con la JMJ equivalentes a casi US$ 73 millones, según datos publicados por el diario O Globo.
Esto incluye cerca de US$50 millones del gobierno federal, gran parte destinada a un plan de seguridad que también se aprovechó en la Copa de Confederaciones de junio. El gobierno estatal y la alcaldía de Río anunciaron contribuciones por US$11,5 millones cada uno, pero muchos temen que la cuenta final aumente.
Según los organizadores del evento, el coste total del mismo oscilará entre US$143 millones y US$156 millones. Y contra el mismo hay convocadas diversos actos de protesta durante los días en los que el papa Francisco estará en Brasil.
En las redes sociales, una manifestación fue convocada en Río para el próximo lunes, día que llega el Papa, contra el uso de recursos públicos en el evento. Más de 3.000 personas ya han anunciado su intención de asistir a la misma frente a la sede del gobierno estatal.
Por ese motivo las autoridades brasileñas querían evitar el previsto encuentro del Papa con la presidenta Dilma Rousseff, el gobernador de Río, Sérgio Cabral y el alcalde de la ciudad, Eduardo Paes, en el Palacio de Guenabara, sede del gobierno del Estado de Río, donde está prevista una manifestación de protesta contra el gobernador, el alcalde y el dinero que deberá salir de las arcas públicas para cubrir el evento, para ese mismo día.
Se había pensado que sería mejor que el Papa se encontrara con las autoridades en el aeropuerto de Galeão, el aeropuerto internacional de Rio de Janeiro, situado a unos 60 kilómetros del centro, a su llegada, lejos de la ciudad y de las manifestaciones, -al estilo de cuando la Presidenta, y otras autoridades, no se presentaron a la ceremonia de Clausura de la Copa Confederaciones por miedo a las muestras de reprobación populares que podían recibir durante la misma-, pero Francisco se ha negado a ese cambio.
El comandante de la Primera División del Ejército dijo en otra rueda de prensa que el Ejército impedirá el acceso de enmascarados y de personas muy exaltadas al descampado en Guaratiba, en las afueras de Río de Janeiro, en que el papa Francisco presidirá la misa de clausura de la Jornada Mundial de la Juventud, y en otras zonas donde se realizarán eventos multitudinarios. Algunas de ellos deberán reunir cerca de 2 millones de personas, según diversas estimaciones, como el acto que se realizará en la playa de Copacabana.
Los servicios secretos brasileños han detectado que la presencia del primer papa de las Américas en Latinoamérica llevará a la calle de nuevo a miles de personas para reivindicar derechos sociales, y consideran las manifestaciones, que ya están siendo convocadas por las redes sociales, como "el mayor peligro para su seguridad". La preocupación es tan grande que ya se están estudiando algunas alteraciones al programa inicialmente previsto
Otro tema que preocupa a las autoridades es la seguridad de los cientos de miles de personas que asistirán a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), dado el ya conocido nivel de inseguridad de las calles cariocas y de sus medios de transporte, con un alto índice de asaltos con armas en los autobuses de la ciudad.
Al margen de la cuestión de la seguridad, las primeras críticas de los peregrinos se refieren a los altos precios que se han establecido en la ciudad para cualquier servicio, comida, paseos, etc.
Ana Maria, una joven colombiana, declaraba en una entrevista para los medios locales, "Todo en la ciudad es excesivamente caro, inclusive la comida es muy cara. Yo lo comparaba con los precios de Bogotá y acá son mucho más altos. Aún haciendo el cambio en dólares la diferencia es muy grande".
Por otra parte, ha causado un gran malestar en una mayoría de pequeños y medianos empresarios de Rio, que se hayan decretado cuatro días feriados (festivos) por la estancia del Papa en la ciudad. Siendo dos de ellos integrales, jueves (25) y viernes (26), y dos parciales, uno a partir de las 16:00 horas, el martes 23, ceremonia de apertura de las jornadas, y el otro hasta las 12:00 horas, el lunes 29 día de la partida del Pontífice.
Como anécdota, y los que conozcan Río de Janeiro ya las abran visto, las sensuales mujeres de arena que tradicionalmente reciben a los turistas en las playas de Copacabana, escondieron sus senos y nalgas por respeto al papa Francisco.
 


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