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miércoles, 31 de julio de 2013

Argentina, Una medida inédita para intentar erradicar la violencia en el fútbol. ¿Solución o falta de aptitud?

Una tribuna vacía, una imagen que será costumbre en el torneo Inicial y que puede extenderse a lo largo de todo el campeonato.  Foto capturada de la web Canchallena
Jaqueado por la violencia, el fútbol argentino arrancará este fin de semana sin público visitante en las canchas, en una medida que más se parece a un parche que a una solución de fondo para acabar con el problema.
Como siempre, a tres días del comienzo del torneo Inicial (lo que sería la primera vuelta en la mayoría de campeonatos nacionales) la desorganización se impone en todo lo que rodea a la seguridad en el fútbol. Y eso que hay antecedentes sangrientos muy frescos como para acelerar los tiempos en busca de la urgencia que impone la coyuntura. En tal sentido, desde la AFA se han tomado medidas, junto al gobierno del país, que han provocado opiniones en todos los sentidos. Por primera vez en la historia del fútbol comenzará un campeonato sin hinchas visitantes en ningún campo de fútbol. Pero no únicamente sin los visitantes, tampoco el público local podrá asistir, salvo que sean socios de los clubs que juegan los partido como locales. Esa situación se vivirá al menos durante las dos primeras jornadas del campeonato que empezará este final de semana. La medida se aplicará en todas las divisiones nacionales.
Nadie puede asegurar cuánto tiempo durará la medida ("siempre depende del humor presidencial", aseguró una voz desde la Casa de Gobierno), aunque el deseo de los organismos de seguridad de la Ciudad de Buenos Aires y de la Provincia es que sea durante todo el certamen.
La decisión del gobierno, que afecta a los campeonatos de primera y segunda división, aunque en las dos primeras jornadas afectará a todas las divisiones nacionales, se anunció hace unos días tras la muerte de dos hinchas de Boca Juniors en una pelea interna de sus barrabravas, horas antes de un amistoso ante San Lorenzo que luego fue suspendido.
Días después, tres hombres resultaron heridos, dos de ellos de gravedad, al enfrentarse a tiros dos facciones de la barra brava de Almagro en la localidad bonaerense de José Ingenieros, partido de Tres de Febrero.
Los hinchas violentos suelen elegir los partidos como visitantes para dirimir sus disputas por el control de las tribunas y sus consecuentes negocios como la reventa de entradas que consiguen de forma gratuita y hasta participación en la venta de jugadores. Muchos de ellos también trabajan durante la semana como empleados públicos, para partidos políticos o sindicatos.
Además de la muerte de los dos hinchas de Boca, otros seis resultaron heridos de bala en los choques en los que la policía contabilizó más de 100 disparos y sin que se registrasen detenidos en esa "guerra" en los alrededores de la cancha de San Lorenzo, en el sur de la capital argentina.
"En este contexto de violencia, la prohibición (de hinchas visitantes) es una medida necesaria", dijo entonces el jefe de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina.
Las últimas dos jornadas del pasado torneo Final se jugaron sin público visitante por la muerte de un hincha de Lanús por un balazo de goma en un choque con la policía. Pero una semana antes del partido Boca-San Lorenzo, el gobierno levantó esa prohibición y tras la muerte de los dos hinchas dio marcha atrás y volvió a aplicarla.
El gran ganador del pulso vivido durante días entre la AFA y el Gobierno fue sin duda Sergio Berni, el ministro de Seguridad de la Nación, que planteó varias veces su deseo de jugar sin visitantes. Es más: desde la Casa Rosada se lo ve como el emblema en la batalla para culpar a los dirigentes del fútbol como los grandes responsables de esta problemática y así evitar los daños colaterales que por esta situación claramente le corresponden a la política.
"Aceptar la prohibición de público visitante en las canchas, sin más, es reconocer la derrota ante este flagelo", dijo Mariano Bergés, vicepresidente de Salvemos al Fútbol, una asociación civil que lucha, incansablemente, para el cese de la violencia en el fútbol. "No se llevó a cabo siquiera una reunión entre todos los actores en procura de mitigar la violencia, o al menos trabajar seriamente con ese objetivo".
En sintonía con otros funcionarios del gobierno, incluyendo la presidenta Cristina Fernández, Abal Medina destacó que la dirigencia de los clubes tiene una mirada por lo menos complaciente con los hinchas violentos y los exhortó a que "terminen con la hipocresía".
Sergio Berni ya había atacado, días atrás, con dureza a Daniel Angelici, el presidente de Boca, y hasta amenazó: "En caso de que sea necesario, los partidos se jugarán sin público y que los dirigentes absorban las consecuencias económicas". Esta respuesta llegó después de que Angelici dijera tres días atrás: "Me cansé de decir siempre lo mismo... Nosotros tenemos la cuarta parte de responsabilidad, el Estado tiene la mayor parte de la culpa". Y en la presentación del ex jugador del Real Madrid, y otros clubs europeos, Gago insistó: "El Estado tiene poder de policía, nosotros no".
En el ambiente del fútbol es un secreto por todos conocido que en el caso de las entradas gratuitas, los barrabravas las obtendrían desde el riñón mismo del club, como así también dinero para financiar sus viajes para alentar a su equipo dentro y hasta fuera de Argentina.
Los dirigentes en general admiten esos rumores —al menos no los desmienten de forma tajante— y dicen que son rehenes de los violentos, y otro tanto ocurre con los futbolistas que en varios casos admitieron que ayudan a solventar los viajes de los "barras".
Sin soluciones concretas, el gobierno y las autoridades del fútbol se comprometieron a combatir la violencia, que ya lleva décadas. Entre otras medidas se ha incrementado la seguridad en los estadios y se aplica el derecho de admisión.
Desde la instauración del fútbol profesional en 1931, unas 300 personas murieron por episodios de violencia dentro y fuera de las canchas, entre ellas seis durante este año.
El más importante diaro argentino, Clarín, publicaba ayer en su página web, "La Asociación del Fútbol Argentino es una caja de sorpresas. Lo demostró este martes, con una medida de última hora que sorprendió a más de uno por Viamonte. En las dos primeras fechas de todas las categorías, desde la A hasta la D, no se venderán entradas y solo los socios de los equipos que jueguen de local estarán habilitados para ir a la cancha (si están con todas las cuotas pagas).
La medida llega como consecuencia de la determinación tomada por AFA y el Gobierno para que no haya hinchas visitantes en los estadios y tiene como fin que no aparezcan infiltrados en las tribunas locales, ya que solo podrán los que tengan el carnet al día. Así, buscan reducir los hechos de violencia que tienen en jaque al fútbol argentino".
Para complicar la ya complicada situación del fútbol argentino, según informaba ayer la agencia Télam, "Alrededor de 30 individuos ataviados con camisetas del club Unión (de la ciudad de Santa Fe) irrumpieron anoche en una radio de dicha ciudad, causando destrozos en el mobiliario y en las adyacencias, profiriendo insultos contra un periodista que trabaja en esa emisora, informaron voceros de la policía de esa provincia.
Los hinchas, que los voceros sindicaron como miembros de la barra brava de Unión, irrumpieron pasadas las 19.30 en el local de Sol 91.5, mientras se irradiaba el programa La tercera, dedicado a la actividad deportiva.
Voceros policiales indicaron que los sujetos arrojaron bombas de estruendo y objetos contundentes, realizaron pintadas agraviantes contra el periodista Eduardo Rodríguez y causaron destrozos en autos estacionados en las adyacencias".
Aunque en principio la idea era jugar, exclusivamente, sin público visitante, al final, frente a tantos sucesos violentos, se ha optado por prohibir también la entrada del público local, independientemente de si tiene antecedentes violentos o no, y los partidos se realizaran solo con socios locales que no tengan ningún pago atrasado con el club.
Al ser preguntado sobre por qué la medida no incluía los partidos de la Copa de Argentina, el ministro de Seguridad bonaerense, Ricardo Casal, desmereció el nivel de la Copa Argentina, que se disputa desde hace dos años por iniciativa de la AFA y el gobierno nacional, al asegurar que es una "copa de leche" y hasta la excluyó del debate en torno a la presencia de público visitante en las canchas.
Todo esto a pocos días de las elecciones primarias legislativas, que se celebrarán el segundo final de semana de agosto. 
Las pintadas en la puerta de la radio (sol915.com.ar)
Las pintadas en la puerta de la radio (sol915.com.ar)

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