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| Participantes en la manifestación de ayer. J.M. GOMEZ (Reuters) |
Una gran marea blanca tomó ayer la Carrera Séptima, la
avenida emblemática de Bogotá. Decenas de miles de personas, acompañadas por el ritmo de tambores, cantos y
consignas, cubrieron la misma exigiendo una paz en el país que se les niega desde hace casi medio siglo. La movilización es una de las mayores marchas políticas que ha vivido el país en los últimos años.
Desde primeras horas de la mañana miles de manifestantes comenzaron a concentrarse en las principales ciudades del país para dejar oír su voz por distintas causas que van desde apoyo al proceso de paz, el respeto a las víctimas o cese bilateral del fuego.
Cerca de un millón de personas, según diversos medios locales, se reunieron en Bogotá, en una iniciativa en la que participó el presidente Juan Manuel Santos y que tenía el respaldo de la guerrilla FARC.
"Hace 65 años asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán, ese asesinato desató una pesadilla de violencia, de sangre, de lágrimas que aún no ha terminado. Ningún país del planeta ha sufrido un conflicto tan extenso", declaró el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ante el monumento que recuerda a los soldados y policías caídos, situado junto al Ministerio de Defensa en la capital colombiana, momentos antes de iniciarse la jornada.
"Somos generación de paz", era el lema que se podía leer en numerosas pancartas y en las camisetas blancas que vestían los asistentes a la manifestación.
Gustavo Petro, ex militante del grupo M-19 y actual lider de la organización Movimiento Progresista, con quien consiguió la Alcaldía de Bogotá (2012-2016), acompañó la marea de personas por las calles de la ciudad.
A éstas, sin embargo, no salió el único partido de izquierda con representación en las cámaras legislativas colombianas: el Polo Democrático Alternativo (PDA). Ni tampoco, en el otro extremo del espectro político, el ex presidente Álvaro Uribe y sus simpatizantes. Estos últimos aprovecharon la concentración para hacerse oír, y exponer sus críticas a estos actos, a través de las redes sociales.
Arturo Wallace, corresponsal de la BBC en Bogotá, escribía ayer durante la celebración de los actos por la paz: "La posibilidad de paz - al menos la posibilidad a la que le apuesta el presidente Santos, la más clara en décadas, según algunos analistas, y probablemente la última oportunidad para la vía del diálogo - no parece bastar para unir a los colombianos".
Los críticos que se oponen al proceso de paz, desde su inicio, afirman que las conversaciones de La Habana únicamente están ofreciendo legitimidad política a la guerrilla. Para ellos "una guerrilla desprestigiada, que no pasa de un grupo narco-terrorista".
También consideran que la tregua bilateral que se está negociando, sólo serviría para que "la guerrilla actualmente debilitada militarmente use este proceso de paz para recuperarse y reforzarse", pese a la insistencia del actual gobierno de que sólo un acuerdo de paz definitivo le haría cesar con sus operaciones militares contra el movimiento guerrillero.
Para los uribistas, con la manifestación de ayer se pretendía legitimar a las Farc como movimiento político y si bien el 9 de abril debería ser una fecha para recordar a las víctimas, las propias Farc no las respetan porque niegan su existencia.
Tanto el ex Presidente, y sus seguidores, como los miembros del PDA, que también pidió a sus partidarios que se abstuvieran de asistir a las diferentes convocatorias, coinciden en denunciar que, a su juicio, se trata de una maniobra de Santos para buscar su reelección.
Para contribuir al éxito de la convocatoria en la capital del país, el alcalde Gustavo Petro dio asueto para todos los funcionarios del ayuntamiento. "Para él la marcha es una presión a gobierno y las Farc para que cesen hostilidades mientras negocian en Cuba" comentaban ayer diversos medios.
Durante el fin de semana en pueblos apartados del Chocó, departamento al oeste del país, las Farc, supuestamente, financiaban el desplazamiento de manifestantes hacia la capital. Lo mismo han hecho en otros lugares donde controlan el poder, incluso "obligando" a los campesinos a secundar la marcha. Por eso, muchos de ellos viajaron toda la noche y llegaron a Bogotá desde la madrugada, informan diversas fuentes.
Las redes sociales en Colombia echaron humo durante la celebración de los actos, debido al debate que se produjo en las mismas, entre partidarios y detractores de esta jornada por la paz. A la etiqueta
#MarchaPorLaPaz se le oponía la de #MarchaDeLasFarc, #El9Sí combate
contra #El9No, y #AhoraSíLaPaz se enfrentaba con
#MásInútilQueMarchaPorLaPaz, conviertiéndose en los trending topics colombianos.Desde primeras horas de la mañana miles de manifestantes comenzaron a concentrarse en las principales ciudades del país para dejar oír su voz por distintas causas que van desde apoyo al proceso de paz, el respeto a las víctimas o cese bilateral del fuego.
Cerca de un millón de personas, según diversos medios locales, se reunieron en Bogotá, en una iniciativa en la que participó el presidente Juan Manuel Santos y que tenía el respaldo de la guerrilla FARC.
"Hace 65 años asesinaron a Jorge Eliécer Gaitán, ese asesinato desató una pesadilla de violencia, de sangre, de lágrimas que aún no ha terminado. Ningún país del planeta ha sufrido un conflicto tan extenso", declaró el Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ante el monumento que recuerda a los soldados y policías caídos, situado junto al Ministerio de Defensa en la capital colombiana, momentos antes de iniciarse la jornada.
"Somos generación de paz", era el lema que se podía leer en numerosas pancartas y en las camisetas blancas que vestían los asistentes a la manifestación.
Gustavo Petro, ex militante del grupo M-19 y actual lider de la organización Movimiento Progresista, con quien consiguió la Alcaldía de Bogotá (2012-2016), acompañó la marea de personas por las calles de la ciudad.
A éstas, sin embargo, no salió el único partido de izquierda con representación en las cámaras legislativas colombianas: el Polo Democrático Alternativo (PDA). Ni tampoco, en el otro extremo del espectro político, el ex presidente Álvaro Uribe y sus simpatizantes. Estos últimos aprovecharon la concentración para hacerse oír, y exponer sus críticas a estos actos, a través de las redes sociales.
Arturo Wallace, corresponsal de la BBC en Bogotá, escribía ayer durante la celebración de los actos por la paz: "La posibilidad de paz - al menos la posibilidad a la que le apuesta el presidente Santos, la más clara en décadas, según algunos analistas, y probablemente la última oportunidad para la vía del diálogo - no parece bastar para unir a los colombianos".
Los críticos que se oponen al proceso de paz, desde su inicio, afirman que las conversaciones de La Habana únicamente están ofreciendo legitimidad política a la guerrilla. Para ellos "una guerrilla desprestigiada, que no pasa de un grupo narco-terrorista".
También consideran que la tregua bilateral que se está negociando, sólo serviría para que "la guerrilla actualmente debilitada militarmente use este proceso de paz para recuperarse y reforzarse", pese a la insistencia del actual gobierno de que sólo un acuerdo de paz definitivo le haría cesar con sus operaciones militares contra el movimiento guerrillero.
Para los uribistas, con la manifestación de ayer se pretendía legitimar a las Farc como movimiento político y si bien el 9 de abril debería ser una fecha para recordar a las víctimas, las propias Farc no las respetan porque niegan su existencia.
Tanto el ex Presidente, y sus seguidores, como los miembros del PDA, que también pidió a sus partidarios que se abstuvieran de asistir a las diferentes convocatorias, coinciden en denunciar que, a su juicio, se trata de una maniobra de Santos para buscar su reelección.
Para contribuir al éxito de la convocatoria en la capital del país, el alcalde Gustavo Petro dio asueto para todos los funcionarios del ayuntamiento. "Para él la marcha es una presión a gobierno y las Farc para que cesen hostilidades mientras negocian en Cuba" comentaban ayer diversos medios.
Durante el fin de semana en pueblos apartados del Chocó, departamento al oeste del país, las Farc, supuestamente, financiaban el desplazamiento de manifestantes hacia la capital. Lo mismo han hecho en otros lugares donde controlan el poder, incluso "obligando" a los campesinos a secundar la marcha. Por eso, muchos de ellos viajaron toda la noche y llegaron a Bogotá desde la madrugada, informan diversas fuentes.
Para algunos medios de comunicación colombianos, "(la marcha) dio el punto de partida de la reelección presidencial en 2014", comentaba el periódico de Bogotá, El Espectador en su edición online.
El periódico La República bajo el título: "Los colombianos le cumplieron a la gran marcha por la paz" destaca la gran participación en la capital Bogotá, casi un millón de personas, así como un importante seguimiento en las ciudades más importantes del país.
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Fotografía capturada de la página web de el periódico El Tiempo, bajo el título La paz movió a cientos de miles de colombianos |
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