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viernes, 12 de abril de 2013

Amnistía Internacional, cinco historias sobre derechos humanos lejos de los focos mediáticos

A lo largo del último año, miles de civiles fueron brutalmente asesinados durante enfrentamientos en Siria, la población de Malí fue víctima de una escalada de los abusos contra los derechos humanos y las mujeres de Afganistán y Pakistán siguieron sufriendo una gran discriminación, en los Emiratos Árabes Unidos y otros países del Golfo Pérsico continuan los abusos indiscriminados sobre opositores de los regímenes totalitarios
Pero, fuera del espectro mediático, alejados de la atención internacional, gobiernos y grupos armados también cometen abusos contra los derechos de hombres, mujeres, niños y niñas en muchos otros países.
Estos son cinco historias de algunos de esos países:

Bolivia
Sobrevivientes de diversas violaciones de derechos humanos  -como tortura y desapariciones forzadas- cometidas durante los regímenes militares y autoritarios (1964-1982) y sus familiares han permanecido durante casi un año a las puertas del Ministerio de Justicia en La Paz.
Denuncian que las autoridades les niegan reparaciones completas, incluso indemnizaciones económicas, por los abusos que ellos o sus seres queridos sufrieron en el pasado.
En marzo de 2004, se aprobó una ley con relación al derecho de las víctimas a recibir una indemnización por los abusos sufridos. Según informaciones oficiales, de las 6.000 solicitudes recibidas, sólo 1.714 personas cumplían todos los requisitos para ser beneficiarios. Las demás solicitudes fueron rechazadas.
Sobrevivientes de abusos y sus familiares denuncian que las condiciones impuestas por las autoridades para solicitar una indemnización han sido extremadamente restrictivas. Las autoridades, solicitan, por ejemplo, certificados médicos a víctimas de tortura, certificados de defunción y otros documentos difíciles o imposibles de conseguir.
El 8 de febrero de este año, un hombre agredió a Victoria López, una de las víctimas que se encontraban a las puertas del Ministerio. Le gritó, quejándose de la presencia de la multitud en la calle y la golpeó con un palo. El hombre fue entregado a la policía, que a continuación lo puso en libertad sin interrogarlo.

Guinea-Bissau
Diez meses después del golpe militar de abril de 2012 se impusieron medidas represivas para acallar las críticas a las nuevas autoridades, se produjeron ataques a los derechos humanos y la supresión de libertades fundamentales sigue siendo habitual en este país de África Occidental.
Las manifestaciones continúan prohibidas, el colectivo de periodistas es hostigado, acosado o detenido, y las ejecuciones extrajudiciales llevadas a cabo en el momento del golpe no han sido investigadas, mientras los responsables continúan en libertad.
El pasado octubre el periodista independiente António Ali Silva huyó del país después de que unos soldados se presentasen en su domicilio y amenazasen, según los informes, con matarlo. Con anterioridad Silva había estado detenido y había recibido una paliza por escribir en su blog sobre el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas.
Además de las violaciones de los derechos civiles y políticos, la situación económica y social ha empeorado drásticamente en Guinea-Bissau tras el golpe, lo que ha dado lugar a una situación humanitaria inestable. Los alimentos escasean y son caros, se han cerrado escuelas y los hospitales carecen de las medicinas básicas.

Macedonia
Ser romaní en Macedonia no es fácil, y para las mujeres romaníes la situación es aún más dura, ya que sufren una gran discriminación al tratar de acceder a la educación, conseguir un trabajo o recibir atención médica.
La tasa de abandono escolar de las niñas es muy alto, lo que en opinión de Amnistía Internacional se debe, entre otros factores, al hecho de que los estereotipos sobre la falta de interés de los padres romaníes en la educación de las niñas influye enormemente en las expectativas del profesorado de los escolares romaníes.
Las autoridades apenas han tomado medidas para mejorar esta situación -la presión internacional ha dado lugar únicamente a medidas tímidas que nunca se han aplicado con eficacia-.  
En enero de 2013, Amnistía Internacional publicó un documento sobre el hecho de que el gobierno macedonio no ha adoptado medidas especiales para proteger los derechos de las mujeres y niñas romaníes. El Comité de la ONU para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer está analizando sus conclusiones.  

Emiratos Árabes Unidos
Tras la brillante fachada de los rascacielos profusamente adornados de los Emiratos Árabes Unidos y la sonrisa confiada de los funcionarios de los organismos de derechos humanos del país se oculta un lamentable historial en materia de derechos humanos.
En la actualidad en Emiratos Árabes Unidos se tortura con casi total impunidad y los activistas de la oposición, entre los que se incluyen presos de conciencia, son habitualmente detenidos y recluidos - en algunos casos durante meses- sin cargos ni juicio. En 2011 se impusieron penas de prisión a cinco disidentes.
A los trabajadores extranjeros, entre las que se incluyen las trabajadoras domésticas, se les sigue negando derechos fundamentales.
Las mujeres están discriminadas en la ley y en la práctica, y se continúa imponiendo la pena de muerte.
En enero de 2013, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU examinó el historial de Emiratos Árabes Unidos en materia de derechos humanos, después de que en 2008 se comprometiese a conseguir avances importantes. La noche anterior, 94 activistas habían sido juzgados por criticar al gobierno. La coincidencia de estos dos hechos pone de relieve, hasta el momento, promesas vanas.  

Vietnam
Oculto en gran medida a la atención de los medios de comunicación, Vietnam se está convirtiendo en una de las prisiones más grandes para defensores y defensoras de los derechos humanos del sureste asiático.
Durante los últimos dos años, el gobierno ha intensificado su campaña de represión de la libertad de expresión, encarcelando a decenas de blogueros, activistas políticos pacíficos, escritores, abogados, empresarios y hasta compositores.
Al colectivo de defensores de los derechos humanos se les suelen imponer penas de prisión de 10 años tras juicios que distan de ser justos y transparentes. Los tribunales utilizan cargos que evocan las obras de George Orwell, como “llevar a cabo propaganda contra el Estado” o “actividades dirigidas a derrocar el gobierno”, pese a que la Constitución vietnamita garantiza la libertad de expresión.
El 24 de septiembre de 2012, por citar un ejemplo, tres blogueros vietnamitas fueron condenados a entre cuatro y doce años de prisión por “divulgar propaganda contra el Estado”. Nguyen Van Hai, Ta Phong Tan y Phan Thanh Hai, que en 2007 fundaron el Club de Periodistas Vietnamitas Libres, habían estado haciendo campaña a favor de una prensa libre y otras cuestiones prodemocráticas.
El juicio duró sólo unas horas, mientras que varios de los partidarios de los blogueros y sus familiares eran detenidos para evitar que asistieran a la vista.

Fuente: Amnistía Internacional

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