Venezuela, a una semana de unas elecciones bajo la sombra de Hugo Chávez

La sombra de Hugo Chávez sigue vigente en todo el país, entre sus partidarios y sus detractores, a una semana de las eleccciones que se celebrarán el próximo domingo día 14.
Las elecciones venezolanas están marcadas por la alargada sombra del difunto presidente venezolano, convirtiendo las mismas en un acto donde contrasta el recuerdo del pasado y las necesidades del futuro. Algo que, desde mi punto de vista están obviando los dos principales candidatos, en estos comicios, a la Presidencia del país.
Nicolás Maduro y Henrique Capriles, gobernador de Miranda, y que en octubre pasado fue derrotado, por el fallecido Hugo Chávez, son los únicos candidatos, de los siete que se presentan a la contienda electoral, con posibilidades reales de asumir la Presidencia del país.
En estas elecciones el nombre de Chávez no aparece en las papeletas de voto, pero pocos parecen dudar de que lo que todavía representa, es lo que se disputa una vez más en las urnas.
De hecho durante toda la precampaña ha quedado en evidencia que Maduro, que se ha denominado "apóstol de Chávez", e inclusive se le ha presentado en forma de pajarito, busca mantener viva la memoria del difunto presidente para heredar su enorme tirón electoral.
Madura utiliza el mismo lenguaje que él, cuando habla del riesgo que llegue al poder la "extrema derecha parasitaria", se sumerge en confabulaciones, si antes intentaban matar al lider de la oposición Capriles, para contrarrestar el movimiento chavista, ayer declaraba "Ellos me quieren matar, porque saben que no me pueden ganar unas elecciones libres, como las que vamos a tener el 14 de abril".
Según informaba Radio Nacional de Venezuela, las fuerzas de seguridad están buscando a las personas por detrás de la conspiración, un grupo de mercenario que llegó al país con el "objetivo de asesinarlo y generar violencia en la nación". En esta búsqueda de conspiraciones internacionales para acabar con el legado de Chávez, Maduro acusó "a la derecha salvadoreña de pagar a esos mercenarios, que también tendrían entre sus planes actos de sabotaje contra el sistema eléctrico de Venezuela", informaba hoy la CNN.
En 2009, Chávez dijo que un plan para asesinarlo, con el uso de un cohete, le había hecho cancelar su viaje a El Salvador, para la toma de posesión de Mauricio Funes.
Maduro también le dijo, a los asistentes a un acto electoral: "Si alguien del pueblo vota contra Nicolás Maduro, está votando contra él mismo".
En su intento por asegurarse como el único sucesor del chavismo, Maduro dijo el día 2 de abril "De repente entró un pajarito, chiquitico, y me dio tres vueltas acá arriba", dijo señalando su cabeza e imitando un aleteo. Y continuó "Se paró en una viga de madera y empezó a silbar, un silbido bonito. Me lo quedé viendo y también le silbé. 'Si tú silbas, yo silbo', y silbé. El pajarito me vio raro. Silbó un ratico, me dio una vuelta y se fue y yo sentí el espíritu de él". Para terminar con la siguiente declaración "Lo sentí ahí como dándonos una bendición, diciéndonos: 'Hoy arranca la batalla. Vayan a la victoria. Tienen nuestras bendiciones'. Así lo sentí yo desde mi alma".
Entretanto, el candidato de la oposición, Henrique Capriles, criticó el estilo de vida de algunos funcionarios del Gobierno, a quienes acusó de robar y de "tener los bolsillos llenos". Según Capriles, esos funcionarios se esconden detrás de la imagen de Hugo Chávez y los calificó de "incompetentes e ineficientes".
En otro acto electoral, Capriles se dirigió a los presentes, en referencia a Maduro,: "A los mentirosos hay que enterrarlos con votos para que no se les ocurra gobernar al país nunca más; el pueblo te va a dar una pela (paliza), toripollo", indicó.
En un importante acto electoral celebrado ayer Capriles acusó a Maduro de no querer trabajar y recordó su etapa como conductor de autobús y sindicalista, es conocido como uno de los sindicalistas que más bajas laborales pidió durante su etapa como líder sindical.  El opositor a la línea oficialista dijo: "Tu eres un vago, chico. Nunca trabajaste, todos saben que te la pasabas metiendo reposos (bajas)".
El insulto es otra de las características de esta campaña electoral, para el analista de la BBC en estas elecciones "Lo cierto es que llama la atención tanto esfuerzo para la arremetida contra el contrario, más cuando es en forma de insulto".
También es importante el tabajo que realiza la oposición para separar la figura de Chávez de sus sucesores, "Nicolás no es Chávez", ha reitardo en varias ocasiones el líder de la oposición. Al mismo tiempo que intenta minimizar la figura del candidato del chavismo frente al poder mediático del ex presidente, "no le llega al tobillo" en referencia a Maduro respecto a Chávez.
Resumiendo, Maduro se presenta como el heredero del chavismo, como la garantía de que sigan las políticas sociales impulsadas por Chávez ante el riesgo de que llegue al poder lo que el difunto presidente denominaba como la "extrema derecha parasitaria".
Por su parte, Capriles que ha tratado de minimizar la conexión de su contrincante con el presidente señalándolo como uno de los ministros que el propio Chávez acusaba de ineficientes, así como atribuyéndole la responsabilidad de lo que ha asegurado "han sido los peores 100 días de gestión chavista", se presenta como la única alternativa ante el enorme problema de inseguridad que padece el país, así como el defensor y avalista de la regeneración democrática y del desarrollo de la economía, manteniendo lo positivo de las políticas sociales del anterior Presidente.
Pese a la ventaja que todos los sondeos dan a Maduro, entre 15 y 20 puntos por delante de Capriles, en intención de voto, encuestadoras como Datanálisis aseguran que se espera un aumento de la abstención pese a que la condición atípica de la elección no permite calcular con precisión su porcentaje, ni a cual de las dos candidaturas puede perjudicar más.
Maduro o Capriles, Capriles o Maduro, se juegan en los próximos días su acceso a la Presidencia y, en consecuencia, de uno de ellos dependerá el futuro del pueblo venezolano, mientras los otros cinco candidatos sólo esperan recoger los restos de este gran duelo.