Las imágenes son realmente impactantes por su agresividad y cobardía.
Aunque todos los organismos que rigen el fútbol son contrarios, e incluso pueden sancionar a quienes las efectuen, a la presentación de demandas o denuncias fuera de los tribunales deportivos, creo que la limitada capacidad de los mismos para imponer sanciones ejemplares hace necesario que los afectados por determinadas acciones de violencia se manifiesten a través de los tribunales penales e interpongan la demanda criminal contra los "delincuentes" -pues no podemos llamarlos futbolistas- que aparecen en el video, que no ha tenido la difusión necesaría para que los participantes sean masivamente condenados por su cobardía.
Uno de los agresores, concretamente Leandro Schiavi, hermano del defensa de Boca Juniors, ha sido suspendido por 6 años, pero es aquí donde se deberían tomar iniciativas que imposibiliten a esa "persona" para jugar al fútbol en cualquier lugar del mundo, aunque personalmente considero que su lugar sería cualquier presidio de Argentina, donde estaría si hubiese efectuado la agresión fuera de un campo de fútbol.
No consideremos este hecho como algo aislado en un país concreto cómo he leído por ahí en comentarios totalmente homófobos, pues estas imágenes no representan a un país ni a la mayoría de sus habitantes. Ésta o escenas parecidas -como el cohete lanzado en Rusia contra el portero del Dynamo de Moscú en su partido contra el Zenit (que únicamente ha provocado la pérdida del partido y una multa de unos 19.000 dólares hacia este club. ¿Quién soporta financieramente al mismo?), la agresión de los aficionados de la Lazio a los hinchas del Tottenham-, suceden con excesiva frecuencia en todos los países ante la permisividad de los organismos deportivos. Según la web sportseguridad.es, que recoje informaciones de un reportaje emitido por "La Sexta", cadena de televisión española, en un análisis de 1.583 actas arbitrales y de una serie de cuestionarios dirigidos a 47 colegiados, nos encontramos con más de 500 agresiones de diversa índole. El recuento es escalofriante: 38 agresiones físicas, 215 verbales, 64 agresiones frustradas y 192 actos de menosprecio.
Pero una pregunta me gustaría dejar en el aire ¿que sucedería si ese tipo de agresión es cometida por algunos intengrantes, de importantes equipos internacionales, conocidos ya por su falta de control en algunos partidos? ¿Estaríamos hablando de 6 años o quizás de una única temporada e incluso de unos pocos partidos?
Sinceramente cualquiera de las sanciones serían erróneas, ya que personas así deberían ser suspendidas a perpetuidad pues su lugar no son ni los cuadriláteros de boxeo u otros lugares más radicales, su lugar es bien alejados del deporte y nunca un campo de fútbol, un hermoso deporte cada vez más intoxicado por los intereses comerciales e incluso políticos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.