Tema polémico y con diferentes lecturas desde el ámbito en que queramos observar esta acción de protesta contra una situación socio económica totalmente crítica y que parece descender ladera abajo, como un alud, sin previsión de la dimensión que puede llegar a tomar y donde puede definitivamente pararse. Algunos podrán observarla con un cinismo que ralla la hipocresía como el sr. Rosell (Presidente de la patronal CEOE), que ha comentado a la cadena ABC Punto Radio, declaraciones recogidas por Europa Press, y de la que se han hecho eco otros medios de comunicación: "Mucha gente está sufriendo calamidades, hay empresarios que han perdido lo que tenían y lo que no tenían, con sus avales van a tener que seguir pagando sus deudas durante muchos años y nosotros no estamos haciendo ninguna huelga ni ninguna manifestación, nuestro malestar nos lo estamos creando hacia adentro en silencio intentando recuperarnos lo antes posible y defender los puestos de trabajo que todavía existen en nuestro país". En parte, evidentemente, está en lo cierto pues una parte importante del segmento del pequeño empresario lo ha perdido absolutamente todo; pero de ahí a decir "nosotros", como si él y otros formasen parte de ese segmento de pequeños y medios empresarios, existe una diferencia abismal. Este es el mismo señor que a principios de año dijo, en relación a los parados en España, que: "milagrosamente" encuentran un empleo cuando se les va acabar la prestación.
Estamos ante una huelga política, eso es algo evidente, pero en realidad ¿qué huelga general no es política? También para llegar a una convocatoria de este tipo se ha debido llegar a situaciones extremas y convendría analizar ¿dónde se inició el camino que ha ido desarrollando su curso para llegar a este momento?, ¿dónde se produjo el nacimiento de una situación que, como el flujo de un río, llega a desembocar en algún punto?.
Por otro lado ¿es el momento más adecuado para realizar una protesta de este género?, sinceramente ya he pasado por muchas situaciones, muchas positivas y algunas negativas, he estado de un lado y del otro y creo, es simplemente mi opinión, que dejar de trabajar en este momento no es el camino adecuado para un proceso de reconstrucción del sistema económico, aunque no hayamos sido los trabajadores de todos los niveles y posiciones los responsables del caos en el que el mundo está envuelto.
La huelga es un derecho y muchas veces su uso es necesario para evitar el abuso de determinadas posiciones, pero el mismo debe ejercerse con la lógica y el análisis de las consecuencias que pueden derivarse de ella.
Eso sí, haga cada uno lo que considere más conveniente o justo que sea siempre respetando el derecho de aquellos que consideran que deben trabajar y sobretodo desde el ejercicio pacífico de la reivindicación y en consecuencia que todo transcurra con absoluta normalidad y sin actos violentos.
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