Brasil, la realidad detrás de los focos

Ya hemos comentado alguna vez acerca de la violencia en Brasil, en un momento en el que los ojos del mundo están puestos en ese país por la próxima celebración de la Copa del Mundo de fútbol (2014) y las Olimpiadas del 2016 que se celebrarán en Rio de Janeiro.
Detrás de esos espectáculos, de una fantasía de crecimiento económico y tasas de desempleo del 5%, existe una realidad que no se asoma a los focos, ni a la primera página de los periódicos, ni tiene repercusión internacional, ni interesa la publicidad al respecto.
La UNODC (Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen) ha publicado su estudio global sobre el crimen (Global Study on Homicide 2011) y en él podemos observar que Brasil es uno de los países del mundo con mayor índice de asesinatos. Y eso que en el estudio no se contabilizan las muertes indeterminadas (como bien ironiza la película Tropa de Élite: cuando aparece un muerto en la playa es un ahogado aunque tenga  una bala en la cabeza). Si entre los países con un índice mayor descartamos aquellos que viven en conflicto permanente o guerras no declaradas, Brasil obtendría una de las medallas de honor, sólo superada por países como México, Honduras, Colombia o Costa de Marfil.
Uno de los datos que más llaman la atención son los casi 100 asesinatos de policías hasta la fecha en la ciudad de Sao Paulo y el número de homicidios que -según fuentes oficiales- en lo que va de año supera los 1.100, lo que representa más de 100 al mes y falta por contabilizar las producidas durante el mes de noviembre y las 8 producidas durante esta noche todavía inacabada en el país. Lo más preocupante es que, según fuentes de la Policía Civil de Sao Paulo, algunas de las víctimas tuvieron su fichas criminales levantadas -por la policía- antes de los asesinatos, todavía no resueltos. Las conclusiones que podemos sacar de este hecho son obvias.
Pero esta es sólo una cuestión de las que se esconden detrás del telón, a lo largo de todo Brasil, y no son exclusivamente este tipo de actos. Según un estudio publicado, se calcula que existen más de 1.000.000 de niños menores de 14 trabajando en el país y casi 3.000.000 entre esa edad y los 17 años, incremento de la mortalidad infantil por falta de atención médica entre la población indígena, graves problemas en la red hospitalaria por todo el país con una preocupante falta de atención primaria que provoca resultados terminales, marginación, pobreza, etc.
No quiero terminar este comentario sin una anécdota significativa en relación a algunas situaciones que se viven diariamente. El Ministro de Justicia del país realizó unas sorprendentes declaraciones, teniendo en cuenta que hablaba de responsabilidades de su competencia: "Desde el fondo del corazón, si tuviera que cumplir algunos años en alguna de nuestras prisiones, preferiría morir". Señor Ministro, ¿entonces porque no hace algo desde su posición para revertir una situación de deterioro constante con continuos abusos de los derechos humanos, falta de asistencia médica, violencia, suciedad, enfermedades, etc.?