El 24 de febrero, en otra, de las ya numerosas, peleas por el control de la barra brava, dos grupos antagónicos de la hinchada de Tigre se enfrentaron con armas de fuego y un disparo en la arteria femoral acabó con la vida de Adrián Alejandro Velázquez, de 40 años.
El día 2 de marzo, un aficionado, del equipo argentino Gimnasia y Esgrima de La Plata, murió durante un enfrentamiento a tiros entre dos grupos de aficionados antes del partido que enfretaba a ese equipo con el de Nueva Chicago, por la Primera B Nacional, la segunda división del fútbol profesional de Argentina, en la ciudad de La Plata. Mientras, en ese mismo incidente, un niño de 11 años recibió un disparo en el hombro y debió ser hospitalizado. Además el partido tuvo que ser suspendido por el árbitro, a los 38 minutos del segundo tiempo, debido a los incidentes organizados por un sector de la hinchada del equipo de Nueva Chicago revoltada con el resultado que reflejaba el marcador en aquel instante, 4 a 0 a favor del equipo local.
Ese mismo día, en otro hecho de violencia en la Primera D argentina, la última división del fútbol profesional argentino, Leonardo Díaz, arquero del club Muñiz, fue apuñalado en el bíceps izquierdo por hinchas violentos de Leandro N. Alem que ingresaron a la fuerza al vestuario visitante, para agredir a los jugadores, inconformados por la derrota del equipo local por 0 a 1. En una entrevista para el programa Estudio Fútbol, de la cadena argentina TyC Sports, Díaz dijo: "Me corrieron, me patearon todo. Recibí un puntazo en el brazo y estaré dos meses sin jugar. Me salvó una mujer policía que andaba en los alrededores, sino, no la contaba".
En marzo de 2012, aficionados del Leandro N. Alem agredieron a varios de sus jugadores exigiendo mejores resultados.
El miércoles 6 de marzo se produjo un grave enfrentamiento, que dejó un saldo de dos heridos graves, a 100 kilómetros de la provincia de San Juan, donde los barras bravas de Deportivo Morón, que venció 2-1 a Instituto de Córdoba, se toparon con los de Huracán, que goleó 5-1 a Racing de Olavarría. Los "aficionados", miembros de las barras bravas de los respectivos equipos se enfrentaron a tiros, tras coincidir en una carretera los autobúses que los trasladaban, mientras se dirigían a ver los encuentros de sus respectivos equipos por la Copa Argentina.
El día siguiente un hincha violento fue herido con un arma blanca en una pelea entre integrantes de la barra brava de Boca Juniors antes del partido contra Nacional de Uruguay por Copa Libertadores.
Este final de semana el comportamiento y la agresividad de grupos de hinchas argentinos volvieron a sembrar el caos y la inquietud en el fútbol del país. Fue un nuevo fin de semana con violencia en el fútbol argentino. Enfrentamientos entre barras, incidentes que obligaron a suspender varios partidos, quema de coches, aficionados apuñalados, tiros y cientos de detenidos.
En el encuentro entre River y Colón, tres personas sufrieron heridas de diversa consideración, al parecer la situación de una de ellas es bastante grave, debido a las puñaladas que recibieron en diversos enfrentamientos anteriores al partido. El primero de ellos se produjo en, la General Paz, una de las principales avenidas de la capital argentina.
El otro se produjo en los aledaños de la Monumental, estadio de River Plate, cuando se cruzaron nuevamente aficionados de ambos equipos. Resultado final de los enfrentamientos 3 heridos y 150 detenidos, además del caos en la zona de Belgrano donde se ubica el estadio de este equipo porteño.
Al mismo tiempo en la parte sur de la Capital Federal, donde se encuentra "La Bombonera", el estadio de Boca Juniors, y mientras el mismo disputaba su encuentro, en la provincia de Santa Fe, ante Atlético Rafaela, un grupo de personas incendió varios vehículos que se encontraban estacionados en las cercanías de "La Bombonera". Al parecer, los autos serían de tres miembros de la "barra oficial" que viajó a Santa Fe, mientras que los agresores serían otro grupo de la misma facción.
San Martín-Racing no terminó por diversos incidentes.
El árbitro del encuentro lo suspende tras el lanzamiento de objetos como el de la foto y cientos de aficionados encaramados al alambrado. Foto capturada de la web TN.com.ar |
En San Juan, los hinchas de San Martín no toleraron la victoria de
Racing y quisieron ser protagonistas durante todo el encuentro, hasta
que a los 44' del segundo tiempo el árbitro, Carlos Maglio, se cansó y
decidió terminar el partido.
Los aficionados del equipo locas comenzaron a subirse al alambrado e interrumpieron las acciones cuando promediaba el segundo tiempo, tras algunos minutos de estar parado el juego, volvieron a su lugar y el partido pudo continuar. Pero cuando el marcador reflejaba un contundente 0 a 3, se inició el lanzamiento de objetos al campo de juego, y el árbitro decidió suspenderlo definitivamente.
En Santiago del Estero, un encuentro entre Sportivo Fernández y Deportivo Aguilares (Tucumán) válido por el Torneo Argentino B finalizó con un grupo de hinchas locales intentando agredir a los jugadores rivales. Este encuentro, debido a los antecedentes entre ambas parcialidades, se jugaba sin público del equipo visitante. Sin embargo, y tras la goleada de los santiagueños por 5 a 1, algunos simpatizantes comenzaron a arrojar objetos contundentes sobre los futbolistas visitantes cuando éstos se retiraban del campo de juego, lo que dejó como saldo un policía herido.
Durante la semana al final del derbi de la provincia de Tucumán, por la Copa Argentina, entre San Martín y Atlético Tucumán sucedió esto.
Desde que se inició el año 2013 se han producido dos muertes, cientos de heridos, decenas de batallas campales
y un terror que asombra a lo largo y ancho del país, con un hecho registrado cada tres días. Los aficionados del equipo locas comenzaron a subirse al alambrado e interrumpieron las acciones cuando promediaba el segundo tiempo, tras algunos minutos de estar parado el juego, volvieron a su lugar y el partido pudo continuar. Pero cuando el marcador reflejaba un contundente 0 a 3, se inició el lanzamiento de objetos al campo de juego, y el árbitro decidió suspenderlo definitivamente.
En Santiago del Estero, un encuentro entre Sportivo Fernández y Deportivo Aguilares (Tucumán) válido por el Torneo Argentino B finalizó con un grupo de hinchas locales intentando agredir a los jugadores rivales. Este encuentro, debido a los antecedentes entre ambas parcialidades, se jugaba sin público del equipo visitante. Sin embargo, y tras la goleada de los santiagueños por 5 a 1, algunos simpatizantes comenzaron a arrojar objetos contundentes sobre los futbolistas visitantes cuando éstos se retiraban del campo de juego, lo que dejó como saldo un policía herido.
Durante la semana al final del derbi de la provincia de Tucumán, por la Copa Argentina, entre San Martín y Atlético Tucumán sucedió esto.
La Asociación de Fútbol Argentino (AFA), está analizando que los partidos se jueguen, permanentemente, sin público visitante. ¿Se atreverán a tomar esta medida?.
Pero ¿por qué no se ataja la violencia desde el Gobierno y otras instituciones? ¿quién financia a las barras bravas o grupos radicales de los clubs? ¿qué hay detrás de todos estos actos de violencia? ¿quién se beneficia de la continuidad de la inseguridad que provocan estos sucesos? ¿No se estará intentando distraer a la ciudadanía, con estos sucesos, de los problemas reales de la sociedad argentina?.
Mientras no se analisen estos interrogantes el fútbol argentino, y muchos de sus aficionados, seguirán sufriendo la descontrolada violencia de unos grupos que intentan controlar este deporte.
El último suceso grave protagonizado, esta vez, por los jugadores del equipo argentino Arsenal de Sarandí. En un partido por la Copa Libertadores, jugado en la ciudad brasileña de Belo Horizonte, el pasado día 3 de este mes, en el estado de Minas Gerais, entre el equipo Atlético Mineiro y el club argentino al final del mismo los jugadores argentinos se fueron contra el árbitro, obligando a las fuerzas policiales a saltar al terreno de juego para proteger la salida del mismo. A partir de ese instante se inició la batalla, en el estadio Independencia, entre policías y jugadores del equipo visitante, que también arrojaron diversos objetos contra los periodistas que cubrían el encuentro, inclusive una silla golpeó a uno de ellos precisando de atención médica, mientras los locales se retiraban a los vestuarios, que concluyó con siete jugadores en las dependencias policiales acusados de agresión.
El centrocampista Jorge Ortiz le propinó un puñetazo en el rostro a un policía, según las imágenes de televisión, mientras la comandante del destacamento, según su propias declaraciones, también fue agredida. Luego, la policía ha cercado a la delegación argentina en el vestuario mientras Julio Ricardo Grondona, el presidente del Arsenal, hablaba con los responsables policiales. Por su parte, el presidente del Atlético Mineiro, Alexandre Kalil, ha afirmado a los periodistas, tras los incidentes, que los jugadores del Arsenal habían destrozado las instalaciones del vestuario.
Tras pagar una multa cercana a los 20 mil dólares, dinero que fue prestado por el presidente del conjunto local, Atlético Mineiro, los jugadores pudieron tomar rumbo a Argentina con el resto de sus campañeros.
Jugadores del Arsenal se enfrentan a la policía. EFE / PAULO FONSECA |
Intervención de los antidisturbios. AP / EUGENIO SAVIO |
Actualizado 06/04/2013
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