Tras varios fracaso para formar gobierno en Italia, y el hundimiento político de, al menos, dos históricos líderes italianos, algunos cambios en las direcciones de los partidos políticos, y mucha incertidumbre a nivel interno y externo, con su repercusión en los mercados financieros, ayer finalmente se confirmó el nuevo primer ministro de Italia: Enrico Letta. Su nombre salió a la luz de forma inesperada y en un momento de inestabilidad política extrema.
El vicesecretario general del Partido Demócrata, presidido por Pier Luigi Bersani. y designado primer
ministro, Enrico Letta, comunicó al presidente Giorgio Napolitano
que estaba preparado para formar Gobierno, y anunció a los miembros de las diferentes carteras ministeriales.
El nuevo primer
ministro, miembro de la centroizquierdista italiana, probablemente complacerá a los
mercados financieros y a los socios internacionales de Roma.
Letta es joven, moderado y pro europeo y pese a su bajo
perfil público, ha sido miembro de la élite política de Europa
por muchos años, y conocedor de la economía europea.
Es conocido por sus fuertes relaciones con ambas cámaras del
Parlamento y es el sobrino de Gianni Letta, el más cercano
asesor del líder de centroderecha Silvio Berlusconi, que para muchos ha sido un
actor clave en su coalición de Gobierno.
En la presentación de su gabineta Letta comentó a los medios reunidos en ese acto, "Se trata de un equipo de ministros muy competente, dijo, joven y del que
forman parte un número récord de mujeres y esta es una de mis grandes
satisfacciones".
Este equipo destaca por una presencia de políticos más jóvenes, con una media de edad de 53 años, que el gobierno de Monti, diez años menos que la media del último gobierno de éste, y por la mayor afluencia, siete, de mujeres en los primeros lugares de la política italiana.
Letta entregó una evaluación característicamente contenida
de su nuevo gabinete el sábado, cuando expresó una "satisfacción
sobria" tras el resultado de tres días de conversaciones con
partidos rivales.
El político de 46 años es uno de los primeros ministros
italianos más jóvenes desde la Segunda Guerra Mundial. No
obstante, su aspecto serio le confiere un aire de gravedad y
responsabilidad.
Al aceptar su nuevo cargo de manos del presidente Giorgio
Napolitano dos meses después de las elecciones no concluyentes
de febrero, Letta no intentó esconder las dificultades que se
avecinan para un país inmerso en una profunda recesión y
liderada por una desacreditada clase política.
"Siento una fuerte responsabilidad sobre mis hombros, más
fuerte que la capacidad de mis hombros para sostenerla", declaró
a la prensa.
Afirmó que los políticos de Italia habían "perdido toda la
credibilidad" y apeló al Parlamento entero a que respalde sus
esfuerzos de reforma, incluyendo convencer a la Unión Europea
que cambie la dirección de sus políticas, que están "demasiado
enfocadas en la austeridad".
Letta proviene del ala centrista del Partido Democrático
(PD) de centroizquierda y ha tenido una larga carrera desde
inicios de la década de 1990, cuando se unió a los desaparecidos
Demócrata Cristianos (DC) que dominaban la política italiana de
la posguerra.
A los 31 años, ya era el subjefe del Partido Popular,
derivado del DC, y a los 33 años, cuando se convirtió en
ministro de Asuntos Europeos, ya era el miembro más joven del
gabinete italiano de la posguerra.
Figuras de la política italiana como Angelino Alfano, mano derecha de Berlusconi, y Secretario General del Partido de la Libertad de Silvio
Berlusconi, que ocupará los cargos de viceprimer ministro y ministro de
Interior, compondrán el nuevo gobierno. Algunos como Fabrizio Saccomanni, hasta ahora Director General del Banco de
Italia, denominación que recibe el Banco Central, que será el responsable de la cartera de Economía, con una característica más técnica, y otros como Anna Maria
Cancellieri, ex ministra del Interior del Gobierno Monti, que ocupará el
cargo de ministra de la Justicia y la ex comisaria europea, Emma Bonino,
que será la ministra de Exteriores, con mayor experiencia en el campo de la política y de las relaciones internacionales.
Letta parece haber buscado formar su Gobierno con políticos pragmáticos de
centro, como él mismo.
La lista del nuevo gabinete está formada por 21 ministros, de ellos ocho
sin cartera, y en ella se incluyen personas de las principales fuerzas
políticas italianas.
Enrico Letta se ha visto obligado a hacer lo que su hasta ahora jefe en el
Partido Democrático (PD), y frustrado candidato Pier Luigi Bersani,
inclusive él mismo durante la campaña electoral, juró que jamás haría: pactar un Gobierno con el líder del Pueblo de la
Libertad (PDL), Silvio Berlusconi. Pero las dificultades para formar un gobierno que sacase al país de la incertidumbre de los últimos meses no le han dejado, quizás, otra alternativa, que también le coloca, hasta cierto punto, a merced del PDL, o del propio Berlusconi, dado que sus apoyos serán imprescindibles para el mantenimiento de la estabilidad. Conseguir la gobernabilidad de Italia ha tenido un alto precio, al observar como nuevamente la figura del dueño del A.C. Milan, vuelve a estar en la primera línea de la política del país, aunque su nombre no figure en ninguna de las carteras del nuevo gobierno.
Entre las sorpresas de este Ejecutivo, e importantes novedades, están Josefa Idem,
de 49 años y medalla de oro olímpica de canoa en Londres, designada
titular sin cartera para la Igualdad de Oportunidades, Deportes y
Política Juvenil, y Cecile Kyenge, quien será la primera ministra negra en Italia, oculista de 49 años
nacida en la República Democrática del Congo, que ocupará la cartera del Departamento de
Integración.
Una de sus tareas como primer ministro será tratar de
negociar una mayor flexibilidad presupuestaria para Italia por
parte de la Unión Europea, una postura fuertemente respaldada
tanto por el PD como por la centroderecha de Berlusconi.
El nuevo primer ministro siempre ha estado concentrado en
asuntos de la Unión Europea. En la década de 1990, encabezó el
comité del Ministerio del Tesoro para preparar la entrada de
Italia en el euro y sirvió en el Parlamento Europeo desde el
2004 al 2006.
Una de las cuestiones más problemáticas a resolver, y que deberá negociar con Berlusconi, es la propuesta electoral de éste, de abolir el impopular impuesto a la vivienda y el repago a los contribuyentes del impuesto de 2012, cuestión que de producirse dejaría a las, ya atribuladas, finanzas públicas bajo nuevas tensiones, así como mantener el equilibrio en su propio partido, el PD, que se ha visto fragmentado en diferentes tendencias debido al pacto con Berlusconi, que como todos sabemos se encuentra envuelto en varios escándalos, entre ellos alguno de tipo sexual.
El periódico español El País escribe respecto al nuevo gobierno de Italia, "Su Gobierno huele a vieja Democracia Cristiana, y también a chantaje de
Berlusconi, y a influencia férrea de los poderes fuertes, pero también
tiene un aroma de esperanza y de renovación y de brindis por una Italia
solidaria y abierta que se encarna en el rostro negro y sonriente de
Cecile Kyenge".
En el lado más moderado del partido, el joven alcalde de
Florencia, Matteo Renzi, podría no querer que Letta tenga mucho
éxito, pues Renzi es visto como una estrella ascendente dentro
del PD y un potencial rival del nuevo primer ministro.
No obstante, si Letta logra soslayar los obstáculos y lograr
la aprobación de una reforma a la ley electoral y medidas para
ayudar a la economía, tendrá las credenciales para ser una
figura dominante en la política italiana durante la próxima
década.
El Gobierno de Letta contará con toda probabilidad con los apoyos necesarios para salir adelante,
después de que su partido haya pedido un "sí" unánime (no ha
desaparecido el clima de división interno plasmado en la elección del
jefe del Estado) y de que cuente con el compromiso favorable de las
formaciones de los ex primeros ministros Mario Monti y Silvio Berlusconi.
En contra votarán el Movimiento 5 Estrellas del cómico Beppe Grillo,
el partido Izquierda Ecología Libertad (que acudió a las elecciones en
coalición con el PD) y Hermanos de Italia, grupo escindido del PDL,
mientras que la Secretaría Política de la Liga Norte decidirá su
posición en las próximas horas.
El presidente Napolitano ha declarado que este nuevo Gobierno era la única posibilidad para estabilizar al país
y, por extensión, a toda Europa y a los mercados, pendientes de que
termine de una vez el bloqueo político tras semanas de negociaciones
infructuosas.
La última cuestión, a destacar en esta nueva fase de la política italiana, es que sucederá con los ocho millones de votos obtenidos por el Movimiento 5 Estrellas del cómico y bloguero Beppe Grillo, que considera que el acuerdo
entre el PD y PDL "tira a la basura los ocho millones de votos que logró
en las elecciones", y en consecuencia cual será su actitud durante la legislatura.
Para algunos analistas, como indica la BBC, "el hecho de que condujera al palacio presidencial en su propio coche
Fiat para aceptar el mandato del primer ministro fue visto por algunos
como una declaración en contra de los amplios privilegios - incluyendo
coches con chofer y caravanas de automóviles - que han causado creciente
resentimiento contra los políticos de Italia".
Este blog sólo pretende ser una visión personal de algunos de los acontecimientos que nos envuelven en nuestro caminar por la vida. Bajo el fuego es una metáfora de la situación real que la humanidad está viviendo donde la pobreza, el desempleo, la intolerancia, el extremismo, la violencia, el enriquecimiento a cualquier precio, de unos pocos a costa de muchos, y la falta de ética o valores son realidades que podemos observar continuamente.
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