República Checa, El primer ministro Petr Necas cae por escándalo de corrupción

El primer ministro de la República Checa, el conservador Petr Necas, presentó el pasado lunes su dimisión tras verse salpicado por uno de los mayores escándalos de corrupción política desde la caída del comunismo.
El político conservador que hace tres años asumió el poder con la promesa de combatir la corrupción, ha dimitido por un escándalo de supuesto espionaje ilegal, sobornos y corrupción política.
Necas, de 48 años, ha presentado su dimisión al presidente del país, Milos Zeman. La renuncia se ha producido horas después de haber abandonado también la jefatura del gobernante Partido Democrático Ciudadano (ODS) y asegurar que se retiraba de la vida política. Aunque a petición del propio presidente continuará, en funciones, en el gobierno hasta que sea elegido su sustituto.

Todo parece indicar que una relación amorosa con Jana Nagyova, su jefa de gabinete en el Ejecutivo, y sospechosa de haber sobornado a diputados, tenido contactos con grupos del crimen organizado y de ordenar que los servicios de inteligencia militar vigilaran a la esposa del propio primer ministro, ha sido el motivo del enorme tropezón del ya ex Primer Ministro.
"Soy consciente de que un cambio de destino en mi vida privada está abrumando la escena política y del partido ODS", reconoció Necas anoche al anunciar su dimisión. "Ha llegado el momento y acepto toda la responsabilidad política", señaló a la radio local Necas, quien hasta el domingo por la tarde negó tener intenciones de dimitir.

En la mayor operación contra la corrupción política desde la caída del comunismo, centenares de policías registraron oficinas del Gobierno checo en la madrugada del jueves pasado y detuvieron a ocho personas, entre ellas a Nagyova y al anterior responsable de los servicios secretos militares.

En el operativo, sobre el que se conocen pocos detalles, la policía intervino más de cinco millones de euros en metálico y varias decenas de kilos de oro en lingotes.

Precisamente, Necas llegó al poder con la promesa de acabar de una vez con los escándalos de corrupción tan habituales en la República Checa. Se ganó el apodo de " Mister Limpio" cuando aprobó una reforma que daba todos los poderes necesarios a fiscales y policías para acabar con el robo de fondos públicos.

Pero la corrupción se había convertido en un aspecto irreemplazable del escenario político checo. La plaza Marianske, donde está el Ayuntamiento de Praga, era conocida como plaza Mafianske. Hasta existe un circuito turístico alternativo que recorre las principales zonas de la ciudad relacionadas con casos de corrupción o enriquecimiento sospechoso.

Según la Constitución checa, con la dimisión del primer ministro cae también el Gobierno de coalición actual.
El ODS, partido de Petr Necas, espera poder elegir al sucesor del jefe de Gobierno para continuar en el poder hasta las elecciones legislativas previstas para mayo de 2014. Quieren así evitar que se anticipen los comicios, como exige la oposición socialista, aunque ésta no cuenta con la mayoría en el parlamento.
Los tres partidos gobernantes, el conservador ODS, el centrista Top09, del ministro de Exteriores, Karel Schwarzenberg, y el partido liberal Lidem, esperan poder mantenerse en el poder con un nuevo primer ministro hasta las elecciones generales previstas para la primavera de 2014.

Según Radio Praga, un posible sucesor para Necas es el actual ministro de Transporte, y miembro del ODS, Martin Kuba.
No obstante, la última palabra la tendrá el presidente, a quien compete determinar que políticos integrarán un nuevo Ejecutivo. La prensa checa no descarta que el jefe de Estado se incline por otras opciones, como el establecimiento de un Gobierno tecnócrata o elecciones anticipadas. 
Éste es el segundo abandono consecutivo de un líder del ODS en medio de un escándalo, después de que el anterior jefe de Gobierno, Mirek Topolanek, renunciara en 2009, en pleno período de la presidencia checa de la UE, tras perder una moción de censura y verse envuelto en una agria polémica por sus críticas a judíos, homosexuales y la Iglesia.
En este caso, a diferencia de muchos semejantes que suceden en España, con miembros de diferentes partidos que ocupan cargos públicos, aunque desvíen fondos destinados para ayuda humanitaria, Petr Necas optó por un salida ética en lugar de aferrarse al poder.