España es un país que está resistiendo bien la crisis porque a pesar
de la dureza y crueldad con que sus dirigentes tratan a los ciudadanos,
la “paz social” es un hecho incuestionable, dice el economista hindú
Raghuram Rajan, autor del libro ‘Grietas del Sistema’.
Y no le falta razón, solo que las causas de esta “paz social” no
están en la eficacia de los sindicatos y de los partidos de la oposición
para vehicular todo el odio e indignación que suscita el saqueo
permanente de esta “casta” o “partitocracia” que arrasa nuestra
economía, sino que directamente se han unido a ella en detrimento de los
propios españoles. Por eso la “paz social” en España, construida a
costa de desarticular la sociedad civil para sustituirla por partidos y
sindicatos subvencionados, se basa en un hecho oculto que provoca la
ausencia de salidas y alternativas: 3.158 españoles se han suicidado,
119 de ellos por desahucios.
La pasada semana ocurrió en Málaga, uno más. Leandro C.M.G., de 36
años de edad, se quemó a lo bonzo frente a la Junta de Andalucía, que le
había negado una ayuda para atender a su madre, que falleció por ello.
El político responsable, delegado territorial de Salud y Bienestar
Social en Málaga, el socialista Daniel Pérez, se lavó las manos: “su
expediente no se resolvió favorablemente porque no se presentó la
documentación solicitada”.Hasta el presidente andaluz, José Antonio
Griñán, se mostró inflexible: “no consta ninguna solicitud en la Junta
de Andalucía”.
Su caso apenas suscitó unas líneas en la prensa ni generó interés en
el resto de la sociedad, cuando este mismo hecho en Túnez, cuando el
joven universitario y vendedor ambulante, Mohamed Bouazizi, se prendió
fuego y produjo desde 2010 una oleada de revoluciones y derrocamientos
de partidos en el mundo árabe: Túnez, Egipto, Libia, Siria y ahora
Turquía, donde la sociedad civil también ha hecho retroceder al “sultán”
Erdogán manifestándose masivamente en la calle sin perder su capacidad
de intimidar a los políticos.
La crueldad e insensibilidad de los políticos en torno al drama de la
pobreza y el paro ha convertido a España en la vergüenza del mundo, sin
que los poderes públicos se aperciban de la gravedad de la catástrofe
para quienes la sufren. Este cataclismo ha obligado al movimiento 15-M a
abrir una página en wikipedia para intentar cuantificar el número de
suicidios en España relacionados con la crisis, cifra que va a
aumentando cada mes. No están incluidas las tentativas como la del joven
Leandro en Málaga, lo que incrementaría notablemente la cifra.
La situación parece evidenciar que en España, ante la falta de
alternativas políticas, los ciudadanos optan por quitarse la vida antes
que rebelarse contra el régimen o ayudar a su derrocamiento o
sustitución. Algunos movimientos sociales están barajando la idea de dar
a conocer los nombres de los políticos con cargo y sueldo vigente que
desempeñan su labor en la provincia en la que se produce el suicidio de
un ciudadano por las crisis, para poder hacerlos algún día responsables
del mismo. El propio Leandro, con quemaduras en un 50% de su cuerpo que
le han destrozado la vida, culpó a Rubalcaba y a la Junta de Andalucía
por su desesperación. Los ciudadanos saben bien donde apunta el origen
del drama.
Aunque la prensa y las administraciones públicas lo silencian, ya es
oficial que el suicidio es la primera causa de muerte violenta en
España, pues en 2011 aumentó a 3.158 casos debido a la pobreza, al paro y
a los desahucios, según el Instituto Nacional de Estadística. La
enumeración se hace muy difícil en estos casos, que solo transcienden
muy pocas veces a la prensa y cuya relación se publica en cualquier caso
con mucho retraso. Uno de los escasos datos que se conocen fue
divulgado por Tercera Información y Mundo Obrero, dos diarios que han
investigado el drama y han estimado en 119 el número de personas que se
quitaron la vida entre enero y noviembre de 2012 al ser desahuciados por
no poder pagar la hipoteca bancaria.
El desastre se agrava porque los periodistas del régimen son
obligados a silenciar estos sucesos, ya que los medios de comunicación
son víctimas de una creencia política, alimentada por la “casta”, que
presupone que la publicación de la noticia de un suicidio provoca un
sentimiento de imitación en quien, padeciendo las mismas circunstancias
que el afectado, la lee o escucha. Esto lleva al silencio y a la
censura, en unos momentos en que es fundamental conocer cuál es la
realidad del verdadero impacto de la crisis económica en las clases
medias y trabajadoras de España.
http://www.alertadigital.com/2013/06/11/la-censura-mediatica-silencia-que-3158-espanoles-se-suicidan-por-la-crisis/
Este blog sólo pretende ser una visión personal de algunos de los acontecimientos que nos envuelven en nuestro caminar por la vida. Bajo el fuego es una metáfora de la situación real que la humanidad está viviendo donde la pobreza, el desempleo, la intolerancia, el extremismo, la violencia, el enriquecimiento a cualquier precio, de unos pocos a costa de muchos, y la falta de ética o valores son realidades que podemos observar continuamente.
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