En una movilización activa contra el intento del gobierno de reprimir el beso público, se desarrolló el pasado domingo una jornada de protesta "Contra la prohibición de besarse".
Beso durante la jornada de protesta. Foto de AFP |
Los manifestantes se concentraron en la calle ante la entrada de la estación de metro de Kurtulus en medio de un importante dispositivo de seguridad. La policía antidisturbios intentó impedir que los manifestantes entraran en el metro, pero varias parejas lograron pasar y se besaron en el suburbano, según informaba el diario turco Hürriyet en su edición digital.
Mientras el acto se realizó de forma pacífica, a la dispersión del mismo unas decenas de individuos, no identificados, atacaron a los manifestantes cuando salían de la estación de metro. Al grito de "Dios es grande" y "El islam será victorioso incluso si derramamos nuestra sangre" atacaron a las personas que se besaron en público o asistieron al acto de protesta, hiriendo a algunos de ellos, ya que, según
relataron algunos medios de comunicación del país, miembros de la contramanifestación, convocada por sectores islamistas conservadores, portaban cuchillos, y una persona, al menos, resultó apuñalada en la refriega según la prensa local.
La concentración fue la respuesta a un comunicado del metro de Ankara emitido la semana pasada en la que pide a los usuarios que "actúen de acuerdo con las normas morales". La propia autoridad del suburbano ha explicado que esta medida ha sido tomada después de que las cámaras de seguridad registrasen a jóvenes "actuando de forma inapropiada".
"Queridos pasajeros, por favor mantengan un comportamiento en concordancia con las normas generales de la moral", reza el texto del llamamiento hecho público por la dirección del metro.
Las jornadas de protesta han continuado durante estos días e inclusive hoy viernes, según informa la agencia Reuters, decenas de manifestantes han resultado heridos después de que la Policía turca utilizase gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a las personas que se concentraron en un parque del centro de Estambul para protestar contra el Gobierno de Recep Tayyip Erdogan y su intento de limitar las libertades individuales del pueblo turco.
Las protestas comenzaron el pasado lunes en el Parque Gezi y se han convertido desde entonces en una amplia movilización contra el Gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (AKP) de Erdogan.
La Policía antidisturbios ya se enfrentó, recientemente, a miles de manifestantes reunidos con motivo del 1 de Mayo en Estambul. Asimismo, también se han registrado movilizaciones contra la posición del Gobierno respecto a la crisis siria, el endurecimiento de las restricciones al alcohol y, desde hace unos días, por las medidas que intentan reprimir las expresiones de afecto en público.
La oposición laica acusa al gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, de llevar a cabo una paulatina islamización de la sociedad turca.
El pasado 27 de mayo en la página web de Jewish News One, se podía leer la amenaza contra las personas que se besaban en público por parte de Davut Ekrem, uno de los líderes de los movimientos contra el beso público, "Toda clase de personas suben al metro. Los niños suben al metro. Yo no quiero ver a este tipo de personas en el metro. Son como animales. Deben ser detenidos. Si el gobierno no puede hacerlo, entonces lo haremos nosotros".
Para Musa Cam, miembro liberal del parlamento turco, "El Partido AK está tratando de convertir algo normal en algo pecaminoso y vergonzoso, en algo que debe hacerse a escondidas y en secreto. Está haciendo esto mediante la implementación de nuevas leyes y de nuevas medidas como ésta, ya que no puede decir abiertamente que prohíbe el alcohol. El Partido AK está apuntando a la gente que bebe, tratando de que sean vistos como unos adictos con malos hábitos".
Las juventudes del gobernante Partido Justicia y Desarrollo (AKP, por sus siglas en turco), de orientación islamista, están movilizando a sus bases contra estas muestras de afecto público. "Libertad no significa inmoralidad", declaró Celal Karaman, un miembro de esta agrupación juvenil, al diario turco Hürriyet.
Para una gran parte de la población turca estas medidas tienen como objetivo alejar a Turquía de Europa, y consideran que "nuevas medidas son planificadas para socavar las estructuras estatales que Atatürk (primer presidente de la moderna República de Turquía) diseñó, para colocar a Turquía entre las democracias liberales de Europa".
Turkish Airlines ha dejado recientemente de servir bebidas alcohólicas en algunos de sus vuelos y prohibió a sus azafatas usar lápiz labial rojo, por considerarlo incitador y lascivo, aunque esta última medida fue posteriormente revocada.
La represión violenta contra las decenas de personas que se reunieron en protesta por el proyecto de demolición de un pequeño parque en el centro de Estambul, uno de los pocos espacios verdes en esta parte de la ciudad, para la posterior construcción de un shopping en el lugar, ha sido otro de los detonantes de esta serie de manifestaciónes contra el gobierno turco. "Atacaron a las 5 de la mañana (del viernes) con los cañones de agua y el gas lacrimógeno", comentaba uno de los manifestantes, con cañones de agua y gases lacrimógenos.
100 personas han resultado heridas, sólo durante este viernes, y, según algunos comentarios, un hombre podría haber resultado muerto como resultado de la acción policial. Cerca de 65 personas fueron detenidas durante la jornada, según el gobernador de Estambul, Huseyin Avni Mutlu.
Fotografía de los incidentes de hoy en Estambul. El País.com |
12 personas han sido hospitalizadas durante el día de hoy, entre ellas una mujer con fractura de cráneo y se acercan a 100 las personas detenidas.
Las ONGs Aministía Internacional y Reporteros Sin Frontera denunciaron "recurso excesivo de la fuerza frente a manifestantes pacifistas" y Reporteros Sin Fronteras (RSF) denunció los "ataques deliberados" contra periodistas, uno de los cuales fue herido en la cabeza.
Al respecto a los acontecimientos que se vienen sucediendo en el país el periódico francés Le Monde decía hoy: "Mientras que algunas informaciones hablan de más de 1.000 heridos, el primer ministro, reconociendo "errores", se negó a volver atrás respecto a los proyectos que están provocando esta contestación popular".
Después de luchar durante casi dos días con gases lacrimógenos, cañones de agua y gas pimienta, la policía turca se retiró de la céntrica plaza de Taksim de Estambul el sábado por la tarde, permitiendo a decenas de miles de manifestantes que se dispersaran por el espacio.
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