Cuando Edith Windsor se enamoró en 1963 de otra
mujer, no se imaginó que cinco décadas después, esta relación
sería tema de debate en la Corte Suprema de Estados Unidos.
Windsor, quien ahora tiene 83 años, es la mujer
detrás de uno de los casos judiciales más comentados del año en el país,
ya que ha cambiado la definición del matrimonio en Estados Unidos.El Tribunal Supremo estadounidense, la más alta instancia judicial del país, a dado un paso histórico al declarar inconstitucional una ley de 1996 que definía el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.
La causa del matrimonio entre parejas del mismo sexo ha recibido un formidable respaldo del Tribunal Supremo de Estados Unidos con dos sentencias que, sin entrar en su legalidad en el conjunto del país, consagran la igualdad de derechos de los homosexuales y despejan el camino para el reconocimiento universal de una realidad que cambiará para siempre la fisonomía de esta sociedad. De paso, los nueve jueces veladores de la Constitución norteamericana aportan argumentos contundentes a favor de un movimiento que avanza incontenible en todo el mundo.
En un fallo calificado de histórico, la Corte Suprema
de Justicia de Estados Unidos declaró inconstitucional la conocida como
Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés), que
definía el matrimonio a escala federal como una unión legal entre un
hombre y una mujer.
La legislación de 1996 negaba a las parejas
homosexuales casadas en alguno de los estados de EE.UU. que permiten las
uniones del mismo sexo, los derechos que las leyes federales otorgan a
los matrimonios heterosexuales, entre ellos el de que los esposos
extranjeros obtengan la residencia legal en el país.
Por otro lado la ley DOMA
impedía que los matrimonios entre personas del mismo sexo disfrutaran
de los mismos beneficios fiscales, médicos y de pensiones que el resto a
pesar de que estas uniones fueran legales una docena de Estados.
La decisión del alto tribunal -que en un segundo fallo abrió la puerta a
que se vuelvan a celebrar matrimonios homosexuales en California-
cambiará la vida de miles de parejas gay. Con estas medidas –ambas adoptadas por 5 contra 4-, los magistrados
están indicando que las relaciones entre homosexuales están protegidas por los
mismos derechos, y también amparadas por las mismas leyes que los heterosexuales.
En el mes de mazo la Corte Suprema de Estados Unidos escuchó argumentos en dos casos que estaban relacionados con el matrimonio homosexual.
El primero trataba sobre el referendo en
California que ratificó una enmienda a la constitución del estado que
prohíbe el matrimonio gay. El segundo involucraba una ley federal que
impide al gobierno reconocer las uniones entre personas del mismo sexo. La decisión tomada hoy significa el final, de un largo periplo, para muchos casos que están en los tribunales del país.Tras la sentencia, los defensores de los derechos de los gais han celebrado la decisión a las puertas del tribunal. Un enorme grito de júbilo se ha escuchado al conocerse la sentencia. "DOMA ha muerto", cantaban los activistas mientras se abrazaban y lloraban.
Uno de las sentencias de hoy se refiere al caso Hollyngsworth vs. Perry, que pretendía reinstaurar el derecho a contraer matrimonio de las parejas homosexuales de California, tal y como era permitido en 2008, hasta que un grupo de ciudadanos logró invalidarlo mediante un referendo popular por el que se aprobó la llamada Proposición 8, una reforma a la constitución del estado.
El otro caso, Estados Unidos vs. Windsor, se refería a la desigualdad de derechos existentes entre un matrimonio heterosexual y otro homosexual. Debido a las diferencias legales entre ambos, Edith Windsor se vió obligada a pagar US$363.000 de impuestos por el patrimonio heredado de su esposa, Thea Spyer, fallecida en 2009, dado que su matrimonio no estaba reconocido como tal a nivel federal. Ambas convivieron durante 40 años, y después estuvieron casadas bajo la ley de New York.
El presidente Obama, que se encontraba en un avión rumbo a Senegal, ha emitido un comunicado. "La sentencia es una victoria para las parejas que han peleado durante mucho tiempo por un tratamiento igual bajo la ley; para los niños que verán el matrimonio de sus padres reconocido correctamente, como legítimo; para las familias que, al fin, tendrán el respeto y la protección que merecen", aseguraba en el mismo.
"Es un día maravilloso para Estados Unidos", decía Davis Boies, abogado y presidente de la fundación americana para la igualdad de derechos. "Hemos dado un paso hacia el cumplimiento de la promesa que recoge nuestra Constitución de que todas las personas son iguales y tienen derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad".
Las reacciones contrarias de algunos líderes o grupos conservadores no se han echo esperar, así algunos de los líderes republicanos, como el congresista John Boehner o el senador Marco Rubio, lamentaron hoy los fallos del Tribunal Supremo de Estados Unidos sobre el matrimonio gay, mientras que la congregación de obispos católicos los tachó de "trágicos". Rubio afirmó que el Tribunal Supremo "cometió un serio error hoy al excederse en su importante pero limitado papel", debido a que concluyó que DOMA supone "una privación" de la igualdad de libertades para todas las personas.
El mismo continuó diciendo, "Para millones de estadunidenses, la definición del matrimonio no es una cuestión política abstracta o un debate legal remoto. Es un asunto personal, con el que yo también he lidiado. Creo que el matrimonio es una institución única e histórica que se define mejor como la unión entre un hombre y una mujer".
La congresista republicana Michele Bachmann, perteneciente al movimiento ultraconservador Tea Party, consideró que la decisión sobre DOMA "mermará el bienestar de los niños y el de Estados Unidos".
"El matrimonio se creó por la mano de Dios. Ningún hombre, ni siquiera un Tribunal Supremo, puede deshacer lo que un Dios sagrado ha instituido", indicó Bachmann.
Sin embargo las manifestaciones de apoyo a la decisión se sucedieron por todo el país, en ese sentido
Kristin Perry, una de las demandantes de la ley de California, conocida como Proposición 8, dijo "Hoy es un gran día para Estados Unidos. Hoy vamos a regresar a California y vamos a poder casarnos. Hoy vamos a ser todos un poco más iguales".
Por su parte, Edith Windsor, la persona que llevó hasta aquí su batalla contra la DOMA, se alegró de que "ahora todos los niños de matrimonios gais tendrán la misma dignidad que el resto". Otro de los firmantes de la demanda contra la Proposición 8, Paul Katami recordó que, pese al progreso obtenido en el día de ayer, "la igualdad no es aún total y es necesario seguir luchando".
Según los datos del último censo se estima que hay 9 millones de personas gays, lesbianas, bisexuales y transexuales en EEUU y más de 900.000 parejas del mismo sexo. Las parejas homosexuales se pueden casar en 13 estados, incluyendo nuevamente California, más en Washington, DC. Más de 30 estados prohíben las bodas y otros tienen leyes intermedias.
Aunque estamos ante una decisión histórica, la misma no es totalmente satisfactoria, dado, que se percibe, que el Tribunal Supremo ha evitado pronunciarse sobre una definición más amplia, del matrimonio, que podría haber sido aplicada a todo el país, aunque para algunos expertos esa no era su misión en estos momentos. Para ellos el Tribuna Supremo ha puesto las bases de una doctrina que, sin duda, será utilizada por los activistas gais para tratar de extender sus derechos hasta aquellos estados en los que todavía no los tienen.
Cuando finalmente entre en vigor la legalización en California,
aproximadamente un 30% de los norteamericanos vivirán en territorios
amparados por el derecho del matrimonio igualitario.
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