Esta vez se ha quedado en estado de shock por la brutalidad de un grupo de delincuentes que, en un asalto, mataron a un niño de 5 años porque estaba llorando.
Bryan Yanarico Capcha estaba en los brazos de su madre llorando y suplicando para no morir y para que no matasen a su madre, inclusive le entregó a su asesino unas monedas que tenía en su mano, que no equivalían ni a un dólar, cuando una bala impactó en su cabeza y lo calló para siempre.
Según relato de la madre para la televisión brasileña, "Yo estaba con mi hijo en brazos. El estaba llorando y decía: No me mate, no voy a gritar, pero no me mate, ni mate a mi madre".
De familia boliviana, recién llegada a Brasil para trabajar en los talleres de confección de São Paulo, Bryan sólo hablaba español, así que los bandidos "no entendían lo que el niño decía" cuenta su madre.
Todo sucedió cuando unos ladrones, seis hombres armados, entre ellos varios menores, entraron esta última madrugada en la vivienda, en la región de São Mateus, en la zona este de la ciudad de São Paulo, de una pareja de bolivianos que llegaron para trabajar en Brasil hace seis meses.
El matrimonio entregó a los asaltantes los 4.500 reales (unos 1.800 euros) que tenía en casa, pero los delincuentes querían más dinero, explicó la mujer a la policía.
En los últimos años, la ciudad de São Paulo se ha convertido en el destino preferido de miles de bolivianos que buscan un trabajo que les permita unas mejores condiciones de vida. Muchos de ellos trabajan en la industria textil. Se calcula que más de 100 mil bolivianos viven en esa ciudad brasileña, muchos de forma ilegal y una gran cantidad de ellos en trabajos esclavos o en condiciones de semiesclavitud.
La policía investiga el caso mientras el secretario de Seguridad Pública de São Paulo, Fernando Grella Vieira, afirmó que se otorgó "prioridad máxima" a su esclarecimiento, mientras la sociedad brasileña, una vez más, se ha visto conmocionada por un crimen de extrema violencia.
Los restos de Bryan han sido trasladados a su ciudad natal.
Hoy también se ha sabido que cuatro trabajadores de un parque de atracciones del estado brasileño de Paraná, violaron y asesinaron a una niña de 14 años, desaparecida desde el lunes pasado.
La continua banalización del crimen preocupa a la sociedad brasileña en su conjunto. El mes pasado, el país ya se sorprendió con el asesinato de dos dentistas (en dos casos diferentes) que fueron quemados por no tener dinero en los respectivos consultorios, cuando fueron asaltados.
Niños protestan pidiendo justicia frente a la casa de la familia del niño asesinado. Foto: Epitácio Pessoa/Estadão Conteúdo |
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