Brasil, la Copa Confederaciones empieza con bombas lacrimógenas y llaves olvidadas

Sábado 16 de junio. Las autoridades brasileñas preparan su ingreso en el estadio Mané Garrincha, para la inaguración de la Copa Confederaciones, pero una manifestación contra el astronómico gasto que está suponiendo la realización de este torneo, así como la Copa del Mundo de 2014, y sobretodo las desviaciones respecto al presupuesto inicial, que en algunos casos llega casi al 100%, sorprende a las mismas.
Las protestas en Brasilia el día de la inauguración de la Copa Confederaciones acabaron con más de  25 personas heridas y 8 detenidas, según informaban fuentes policiales de Brasil.
Una manifestación, convocada por movimientos sociales que critican el elevado gasto público que supone la celebración de los próximos eventos deportivos en el país, en la que participaron alrededor de 2.000 personas, que empezó de forma pacífica, acabó de forma violenta cuando los manifestaban se acercaron a las puertas del estadio y al amplio cordón policial que había sido establecido par evitar cualquier tipo de alteración, a la vista de las autoridades, del orden público.
Los agentes dispararon bombas de gases lacrimógenos y tuvieron apoyo de miembros de la policía montada, que arremetieron con sus caballos contra los manifestantes, según se puede observar en las imágenes de televisión que recogen los incidentes.
Los manifestantes mostraron pancartas en las que se expresaban críticas contra el torneo, que tuvo su ceremonia de apertura el pasado sábado, y contra la próxima Copa del Mundo de 2014. "Dinero para la salud y la educación, no para el fútbol" y "Si tu hijo se enferma que lo tendrás que llevar al estadio", eran algunas de las frases que se podían leer en las mismas.
Más de 1.000 agentes fueron movilizados para enfrentarse a unos 2.000 manifestantes.
La Secretaría de Seguridad informó que ocho personas fueron detenidas y que en los enfrentamientos resultaron heridos 23 manifestantes y cuatro policías, ninguno de gravedad.
Pero lo que realmente sorprendió, a las autoridades, fueron los abucheos de los presentes en el estadio contra la presidenta de Brasil Dilma Rousseff.
La televisión brasileña TV Globo, cercana al gobierno, posedora de los derechos de emisión, y responsable por las imágenes de la Copa Confederaciones mutiló del resumen de la jornada inagural los abucheos a la Presidenta y a Joseph Blatter, presidente de la FIFA, organismo responsable del torneo.
Seis horas después las mismas fueron enviadas a aquellas agencias independientes que emitieron su protesta por la censura de las imágenes, y sólo tras haber reflejado los acontecimientos en sus respectivos canales.
En varias ciudades están previstos nuevos actos de protesta, excepto en Belo Horizonte, capital del estado de Minas Gerais, que, como en países autoritarios, están prohibidos los actos de protesta y  manifestaciones, por orden del Gobierno del Estado, hasta que finalice la Copa Confederaciones.
Domingo 17 de junio. Enfrentamientos entre manifestantes y policías complicaron hoy la llegada de millares de aficionados al estadio Maracaná, en Río de Janeiro, donde se enfrentaban las selecciones de México e Italia en el segundo partido de la Copa Confederaciones.
Algo más de mil personas participaron de la manifestación, cuya consigna es "¿Mundial para quién?"
Los activistas lanzaban mensajes hacia los hinchas que intentaban acceder al estadio cuando fueron reprimidos por efectivos del Batallón de Choque de la Policía Militarizada de Río, que usó balas de goma, bombas de gas lacrimógeno y spray de pimienta para intentar dispersar la movilización.
Algunos manifestantes corrieron hasta una estación de metro cercana mientras la policía lanzaba varios proyectiles de gases lacrimógenos hacia los andenes, según informan medios locales.
Como en Turquía, los manifestantes han sido llamados de "vándalos", "marginales" o "delincuentes", mientras que las protestas se extendían tanto hacia otras ciudades brasileñas, como también a varias ciudades de Europa y América: marchas han sido convocadas en ciudades como Berlin, Dublín o París por organizaciones de brasileños en esas ciudades.
La ciudad de Río de Janeiro está tomada por cerca de 20.000 miembros de las diferentes fuerzas de seguridad del Estado y efectivos militares.
Los grupos organizadores de los actos de protesta consideran absurdo que el país esté realizando inversiones millonarias en este torneo, y en el Mundial, cuando existen problemas graves y urgentes a resolver en ámbitos como educación, sanidad, vivienda, seguridad, red de transportes, entre otros.

Momento en que se intenta romper una de las cadenas

Domingo 17 de junio. Altercados en Recife donde jugaba España contra Uruguay. Pero en esta ocasión fueron las personas que habían comprado sus entradas quienes los ocasionaron. Motivo: el olvido, por parte de algún responsable, de las llaves para abrir varias zonas de acceso a las puertas de entrada a las gradas, lo que implicó en una espera superior a las dos horas, bajo la lluvía, hasta que las cadenas de una de las zonas, que permitía el acceso a las diferentes entradas, fueron rotas con alicates y tenazas, tras varios intentos, según informa el canal ESPN Brasil en su página web.
Según el mismo canal, cuando los funcionarios que estaban en los portones de entrada eran intimados a abrirlos, sólo conseguían decir, "ya quisieramos abrir las puertas, pero estamos sin las llaves".
Dos horas después, absolutamente empapados, los aficionados consiguieron dirigirse hacia sus lugares en el estadio.