Pakistán, nuevos atentados del radicalismo religioso

Ayer sábado tres incidentes violentos, en Pakistán, provocaron la muerte de 28 personas según informaron las autoridades del país.
En el primer ataque una bomba hizo explosión en el interior del autobús que se encontraba en el aparcamiento de la Universidad Sardar Bahadur Khan de Mujeres cuando las estudiantes iban a volver a sus casas a primera hora de la tarde.  En el mismo 14 mujeres fallecieron y 19 resultaron heridas.
El segundo atentado se produjo en el hospital de Quetta donde habían sido trasladadas las mujeres heridas por el atentado al autobús universitario. Éste dejó 11 fallecidos, incluidos cuatro atacantes.
En el Complejo Médico Bolan, a donde fueron trasladadas las víctimas, estalló otra bomba, luego extremistas armados tomaron el hospital y las fuerzas de seguridad volvieron a controlarlo varias horas después. 
Varios hombres armados retuvieron a cientos de pacientes, médicos y enfermeras en el complejo médico de Bolan, informó la policía. Los agresores mataron a tres agentes y al comisario adjunto de la delegacía local.
Otras tres enfermeras murieron en el tiroteo.
"Todas las víctimas son mujeres, profesoras y estudiantes", dijo el policía Mir Zubair Mahmood. La explosión destrozó las ventanas de las oficinas y salones de clases dentro de la Universidad para Mujeres Sardar Bahadur Khan.
El autobús universitario estaba estacionado en la escuela ubicada a las afueras de Quetta, capital de la provincia de Baluchistán.
El tercer acto de violencia sucedió cuando agresores atacaron con bombas un histórico edificio que fue la casa donde el padre fundador de Pakistán, Quaid e Azam Muhammad Ali Jinna pasó sus últimos días. En ese atentado murió un policía y un empleado resultó herido, según informaron las autoridades.
El ataque ocurrió en Ziarat, uno de los puntos turísticos más importantes del país.
Un grupo sunita responsable de varios ataques contra la minoría musulmana chiita en Pakistán reivindicó este domingo el doble atentado del sábado en Quetta, una región del suroeste de Pakistán, que dejó 28 muertos y 40 heridos.
El grupo sunita Lashkar-e-Jhangvi (LeJ), que ha jurado lealtad a Al Qaeda, dijo que una mujer perpetró el primer ataque suicida el sábado contra un autobús que transportaba a estudiantes mujeres, 14 de las cuales murieron. Una segunda bomba estalló 90 minutos después en el hospital donde se atendía a las supervivientes. Otras 11 personas murieron en el segundo ataque.
Abubakar Siddiq, un portavoz del grupo sunita, llamó a la prensa de Quetta el sábado por la noche para reivindicar los atentados. "El ataque suicida contra el bus fue perpetrado por una de nuestras hermanas. Subió a bordo del autobús y se hizo estallar", declaró el portavoz. "Llevamos a cabo un segundo ataque suicida en el hospital y nuestros combatientes mataron a varias personas. Hicimos esto porque las fuerzas de seguridad mataron a nuestros combatientes y a nuestras mujeres en Kharotabad", añadió.
El 6 de junio, una incursión de las fuerzas de seguridad en una casa en Kharotabad, cerca de Quetta, dejó un saldo de cinco víctimas (tres rebeldes y dos mujeres). El autobús que fue atacado el sábado transportaba a estudiantes de la universidad de Sardar Bahadur Khan, el único establecimiento de la ciudad exclusivamente para mujeres.
Quetta es la capital de la convulsa Baluchistán, donde varios grupos armados de corte nacionalista luchan desde hace décadas por obtener la independencia de la región de Pakistán o una mayor soberanía.
Baluchistán es la provincia más extensa y menos poblada del país asiático y, pese a contar con muchos recursos naturales como gas y minerales, presenta uno de los indicadores de desarrollo más bajos.
De acuerdo con un informe reciente del Instituto de Pakistán para Estudios de Paz (PIPS), esta provincia fue la más golpeada por el terrorismo el año pasado, con 474 sucesos que causaron un total de 631 muertos.