La Policía de Nicaragua desalojó hoy jueves a un grupo de ancianos que
por tres días mantuvieron tomadas las instalaciones del Seguro Social
para exigir una pensión , en demanda de una pensión equivalente a los
años que cotizaron cuando trabajaron.
Este grupo de ancianos se ha convertido en el símbolo de la reivindicación social en Nicaragua, al plantar cara al Gobierno de Daniel Ortega.
En un despreciable acto de cinismo, la Policía Nacional emitió un comunicado poco después de proceder al desalojo de las instalaciones en el que informó que desalojaron a los manifestantes para llevarlos a pasar "chequeo médico preventivo".
"Los adultos mayores fueron trasladados a tres hospitales de Managua para que recibieran atención médica, alimentación y la atención necesaria, sin que se haya registrado ningún incidente", agregó la policía, según informa el Nuevo Herald.
Sin embargo, en declaraciones a periodistas, dirigentes de los ancianos denunciaron que fueron desalojados durante la madrugada de hoy, bajo amenazas y reducidos con las manos hacia atrás, con métodos utilizados contra delincuentes. El diario La Prensa señala que uno de los manifestantes, de 77 años, resultó herido por una patada de un oficial de policía.
Aglutinados en la Unión Nacional del Adulto Mayor (UNAM), unos cinco mil ancianos exigen al Gobierno de Ortega la entrega de una pensión mínima por toda una vida de trabajo. El monto que demandan es irrisorio, unos 125 dólares al mes, más ayudas en medicinas y equipo como sillas de ruedas. Hasta ahora el Gobierno se ha mostrado indolente a estas demandas y hoy jueves mostró su cara más represiva al proceder a desalojar las dependencias del INSS mediante decenas de policías, que recibieron la orden de desalojar a la fuerza.
Pero las reacciones contra el movimiento no han tardado en aparecer en el sector oficialista, y en ese sentido, "Gustavo Porras, diputado del FSLN, miembro de la comisión de Salud y dirigente de la Federación de Trabajadores de la Salud (Fetsalud), anunció una contra protesta "en apoyo" al presidente inconstitucional Daniel Ortega y denunció que las protestas de la Unión Nacional del Adulto Mayor (UNAM), es un plan de la derecha para destruir la seguridad social", publica hoy el periódico nicaraguense La Prensa.
Mientras los ancianos reclaman contra el gobierno, "No les importa lo que nos pase", repetían los ancianos a los periodistas que intentaban dar cobertura a su manifestación, un trabajo impedido por la Policía Nacional, que golpeó a varios reporteros, según denunciaba el diario español El País. "Van a terminar matándolos", dijo Rosa, una mujer delgada que culpaba directamente a Daniel Ortega de la represión. "¿Dónde está Aminta Granera?", se preguntaba, en referencia a la jefa de la Policía Nacional de Nicaragua.
La policía nicaraguense, por su parte, volvió a retomar el discurso en el que responsabiliza a otros sectores de las agresiones que sus oficiales provocan en contra de las personas que llegan a apoyar al colectivo de ancianos. Sin embargo, la Policía no hace alusión a los casos denunciados por parte de los detenidos, quienes sostienen haber sido agredidos por agentes policiales.
Ayer miércoles los familiares de los protestantes apoyados por cientos de pobladores, entraron en un forcejeo por horas con un cordón de policías que no dejaban pasar agua, medicinas, alimentos o cualquier tipo de ayuda para los ancianos encerrados. En esas acciones se detuvieron a siete personas que horas después fueron liberadas.
Las denuncias de abusos se trasladaron por las redes sociales y creció una convocatoria, espontánea, que cuajó con jóvenes movilizándose hasta las cercanías del INSS, donde forcejearon con los cordones policiales para romper el cerco y dar agua a los ancianos. La policía respondió con gases lacrimógenos y golpeando a los manifestantes.
En declaraciones efectuadas durantes las protestas, el presidente de la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, el diputado oficialista Gustavo Porras, ha dicho que esas pensiones representan unos US$12,8 millones de dólares y no están dentro del presupuesto del INSS.
El presidente de la UNAM, Porfirio García, dijo a la prensa que "forcejearon" con agentes policiales, que les obligaron a abordar autobuses y confirmó que fueron trasladados a centros hospitalarios y luego a sus residencias.
García acusó a la Policía Nacional de mantenerlos "tres días encerrados" frente al edificio del INSS al colocar a cientos de oficiales en el perímetro para evitar que tuvieran comunicación con sus familiares.
"Los viejitos locos que andaban por las calles ya no lo son más. A fuerza de perseverancia y dolor, se ganaron el respeto y la admiración de todos y han provocado una de las olas de solidaridad más grandes que protesta alguna haya despertado en el país", escribió el periodista Fabián Medina.
Según la UNAM, en Nicaragua viven 25.000 ancianos que no lograron alcanzar el número mínimo de 750 semanas de cotizaciones que establece la ley, pero son mayores de 60 años y tienen al menos 250 semanas de cotizaciones, por lo que reclaman una pensión reducida.
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