Noruega,
el país más rico de Europa en términos de renta y bienestar, no escapa a
la tendencia europea de poner muros a los pobres. Esta semana ha
decidido prohibir la mendicidad. La prohibición podrá ser aplicada a partir del primero de julio autónomamente por los ayuntamientos y se espera que sea de ámbito nacional a partir del verano del año que viene.
Noruega no quiere mendigos y está en la
antesala de penalizar la mendicidad, una legislación que podría
interpretarse como racista ya que la mayoría de estas personas son inmigrantes.
Los municipios que introduzcan la medida podrán multar a los mendigos que la vulneren, un recurso considerado absurdo por los críticos, que alegan que los mendigos no tienen dinero por definición. ¿Multar a un mendigo?, se preguntan con gran escepticismo gran parte de los mismos. Aunque según la ley, también se podrá meterlos en la cárcel hasta tres meses. Así lo prevé el proyecto de ley que comenzó a tramitarse el lunes en el Parlamento y que será votado en segunda lectura mañana jueves para ser firmado el viernes por el rey.
La ley ha sido iniciativa del Partido del Progreso (FrP, por sus siglas en noruego), una formación considerada de extrema derecha, populista y xenófoba, que forma parte del Gobierno de la primera ministra Erna Solberg en coalición con su partido, el Conservador. Carente de mayoría para aprobar la prohibición, la ley ha recibido los votos del partido centrista, que está en la oposición.
Hasta hace pocos años, Noruega prácticamente desconocía la mendicidad, fenómeno que choca a sus ciudadanos y que ha aumentado notablemente con la afluencia de pobres del Este de Europa. El año pasado la policía divulgó un informe según el cual unos 2.000 mendigos pasaron por la capital, Oslo, con 194 contabilizados en un solo día. Sólo siete de ellos eran noruegos, siendo la mayoría rumanos, explicaba el informe policial.
En abril, el fiscal del distrito de Hordaland (con centro en Bergen), Eric Stolt-Nielsen, dijo que los mendigos rumanos "ganan bastante más pidiendo en Noruega que los policías, maestros y enfermeras en su país de origen".
Para la tramitación, y aprobación de la ley el ministro de Justicia, Anders Anundsen (FrP) argumentó un "vínculo" entre la mendicidad y la delincuencia, sobre todo el robo de carteras. Según las estadísticas policiales, teniendo Oslo siete veces menos habitantes que Berlín, registra el mismo número de hurtos de carterismo que la capital alemana.
La ley en curso ha sido contestada desde la izquierda y los medios liberales, Iselin Nybö del partido Venstre (derecha liberal) es escéptica a la medida: "¿No es acaso absurdo, castigar con multas a aquellos que justamente piden ayuda económica?", se pregunta Nybö, pero en las encuestas cuenta con un apoyo social significativo. La defensora del pueblo anuncia que la examinará con lupa y el sociólogo Thomas Mathiesen considera que la cultura humanista del país está experimentando un "retroceso". Muchos dicen que, en la práctica, supondrá una prohibición de entrada a los gitanos, lo que recuerda al precedente de un artículo de la Constitución de hace doscientos años que prohibía la entrada en Noruega a los judíos, comenta el socialdemócrata Bard Vegar Solhjell.
Los expertos indican que una prohibición de la mendicidad puede aumentar la criminalidad en vez de combatirla.
Esta escena no se podrá ver en Noruega. |
Los municipios que introduzcan la medida podrán multar a los mendigos que la vulneren, un recurso considerado absurdo por los críticos, que alegan que los mendigos no tienen dinero por definición. ¿Multar a un mendigo?, se preguntan con gran escepticismo gran parte de los mismos. Aunque según la ley, también se podrá meterlos en la cárcel hasta tres meses. Así lo prevé el proyecto de ley que comenzó a tramitarse el lunes en el Parlamento y que será votado en segunda lectura mañana jueves para ser firmado el viernes por el rey.
La ley ha sido iniciativa del Partido del Progreso (FrP, por sus siglas en noruego), una formación considerada de extrema derecha, populista y xenófoba, que forma parte del Gobierno de la primera ministra Erna Solberg en coalición con su partido, el Conservador. Carente de mayoría para aprobar la prohibición, la ley ha recibido los votos del partido centrista, que está en la oposición.
Hasta hace pocos años, Noruega prácticamente desconocía la mendicidad, fenómeno que choca a sus ciudadanos y que ha aumentado notablemente con la afluencia de pobres del Este de Europa. El año pasado la policía divulgó un informe según el cual unos 2.000 mendigos pasaron por la capital, Oslo, con 194 contabilizados en un solo día. Sólo siete de ellos eran noruegos, siendo la mayoría rumanos, explicaba el informe policial.
En abril, el fiscal del distrito de Hordaland (con centro en Bergen), Eric Stolt-Nielsen, dijo que los mendigos rumanos "ganan bastante más pidiendo en Noruega que los policías, maestros y enfermeras en su país de origen".
Para la tramitación, y aprobación de la ley el ministro de Justicia, Anders Anundsen (FrP) argumentó un "vínculo" entre la mendicidad y la delincuencia, sobre todo el robo de carteras. Según las estadísticas policiales, teniendo Oslo siete veces menos habitantes que Berlín, registra el mismo número de hurtos de carterismo que la capital alemana.
La ley en curso ha sido contestada desde la izquierda y los medios liberales, Iselin Nybö del partido Venstre (derecha liberal) es escéptica a la medida: "¿No es acaso absurdo, castigar con multas a aquellos que justamente piden ayuda económica?", se pregunta Nybö, pero en las encuestas cuenta con un apoyo social significativo. La defensora del pueblo anuncia que la examinará con lupa y el sociólogo Thomas Mathiesen considera que la cultura humanista del país está experimentando un "retroceso". Muchos dicen que, en la práctica, supondrá una prohibición de entrada a los gitanos, lo que recuerda al precedente de un artículo de la Constitución de hace doscientos años que prohibía la entrada en Noruega a los judíos, comenta el socialdemócrata Bard Vegar Solhjell.
Los expertos indican que una prohibición de la mendicidad puede aumentar la criminalidad en vez de combatirla.
El debate está servido y está siendo
discutido desde el pasado lunes en el Parlamento noruego.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.