Sus objetivos más destacados son: construir un área de integración profunda y que desarrolle una libre circulación de bienes, servicios, personas y capitales, impulsar un mayor crecimiento, desarrollo y competitividad a las economías cuyo objetivo será la superación de los niveles de desigualdad socioeconómica y la progresiva inclusión social de los habitantes pertenecientes a esta área de la Alianza (hablamos de vulnerabilidad en relación con seguridad) y por último, constituirse en una plataforma de articulación política, de integración económica y comercial así como de proyección con un gran énfasis en Asia-Pacífico.
Últimamente le llueven los elogios a la Alianza del Pacífico (AP), el bloque comercial conformado por México, Colombia, Perú y Chile, y que reúne a un mercado de unos 216 millones de personas. En palabras del presidente colombiano, anfitrión de la VIII cumbre de la AP, que tuvo lugar, el pasado mes de febrero, en la ciudad caribeña de Cartagena de Indias, "es la niña bonita y codiciada de la región".
Constituyen un 37% del Producto Interno Bruto (PIB) regional, un 50% de las exportaciones y son la niña mimada del Premio Nóbel de Literatura Mario Vargas Llosa, del periodista Andres Oppenheimer y de Estados Unidos.
Sin embargo, desde su formación la Alianza ha sido percibida como la alternativa "neoliberal" al proyecto de integración "proteccionista" del Mercosur y calificada por sus críticos de ALCA II en alusión al fallido proyecto de integración de las Américas impulsado por Estados Unidos.
"Cada uno de los miembros de la Alianza tenía Tratados de Libre comercio bilaterales con Estados Unidos. Ahora han consolidado un tratado de libre comercio entre ellos al que acaban de agregar la unificación de la bolsa de valores. Por los tratados preexistentes Estados Unidos es el quinto integrante de hecho de la Alianza", indicó a BBC Mundo.
"La Alianza del Pacífico se está consolidando como un bloque económico cono enorme potencial mientras que el Mercosur se está convirtiendo en un comité político y está cada vez más debilitado por disputas internas. El mundo se encamina hacia una economía de superbloques y la Alianza del Pacífico está dando los pasos adecuados para insertarse en la nueva realidad mundial", escribió el periodista Andrés Oppenheimer en El Nuevo Herald.
Entre los datos que abonan una visión optimista se encuentra el crecimiento de los cuatro países que en los dos últimos años prácticamente duplicó el de las cinco naciones del Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela).
Este crecimiento fue acompañado de un aumento del comercio interno entre los cuatro miembros que el año pasado superó los US$12.000 millones, un salto del 215,1% respecto a 2012.
En cuanto a la inversión extranjera directa, la Alianza recibió un 46% del total regional.
Mientras tanto, la integración avanza a todo vapor. Se eliminaron los aranceles (impuestos a la importación) en el 90% de los intercambios y se espera cubrir otros sectores.
"Va más allá de los acuerdos de libre comercio tradicionales porque incluye comercio de servicios, inversiones y compras gubernamentales", se entusiasma Oppenheimer en el diario de Miami, El Nuevo Herald.
Prueba de esta voluntad política, es la integración de las bolsas de valores de los cuatro países anunciada en la IX cumbre de la AP realizada en la ciudad de Punta Mita, situada en el estado mexicano de Nayarit.
El Mercado Integrado Latinoamericano (MILA), acordado en 2009, estaba formado por las bolsas de Colombia, Chile y Perú. La plena incorporación de México como parte de los acuerdos alcanzados por la cumbre convertirá al MILA en el máximo mercado bursátil de América Latina, según el titular de la Bolsa Mexicana de Valores, Luis Tellez.
Este crecimiento es igualmente visible en los 32 países que forman parte del grupo en calidad de observadores (desde China e India a Alemania y el Reino Unido, con varios latinoamericanos, entre ellos, Ecuador, y dos miembros del Mercosur, Paraguay y Uruguay) y a la presencia de dos países postulantes a la membresía: Panamá y Costa Rica (este último ya ha mostrado su voluntad de adhesión con membresía plena, y así fue expresado, con contundencia, por el gobierno nacional de Laura Chinchilla y el actual de Luís Solís).
Estos números y este vigor recuerdan los primeros tiempos del Mercosur en que el comercio, la inversión y la integración dieron un salto sin precedentes.
El bloque ha perdido algo de ese brillo inicial, pero el comercio en el interior del grupo supera ampliamente a los intercambios entre los cuatro miembros de la Alianza.
Comparado con 1992, un año después de su conformación, el comercio entre los miembros aumentó más del 600% .
Si bien este ritmo se desaceleró en la última década todavía se ve un crecimiento del 330 % desde 2002 a 2012.
Según Oscar Ugarteche el Mercosur y la Alianza del Pacífico esta diferencia ilustra dos modelos en juego.
"En Mercosur hay un proyecto industrial encabezado por Argentina y Brasil mientras que en la Alianza del Pacífico es un modelo de crecimiento por la vía exportadora de materias primas. El modelo Mercosur privilegia el mercado doméstico y los salarios, el de la Alianza está más basado en la ventaja competitiva de cara al exterior que exige restricción salarial", indicó a BBC Mundo.
El tamaño de ambos bloques también importa. El Mercosur tiene 276 millones de personal, 68 millones más que a Alianza, y una renta per capita de casi tres mil dólares más, todos factores atractivos a la hora de recibir inversiones.
En la reunión que se ha celebrado durante este mes de junio en Ciudad de México, la Alianza del Pacífico (AP) ha reiterado tener entre sus objetivos no sólo incrementar el intercambio comercial entre sus integrantes, sino también llegar a los mercados asiáticos. El tratado comercial entre México, Chile, Colombia y Perú, en el marco de la Alianza del Pacífico representa para el país el potencial de incrementar de 80 a 90 por ciento las exportaciones con estos países durante la presidencia de México en esta unión.
Los sectores manufacturero y de agroalimentos serán de los más beneficiados, pues en especial del primero, México es líder dentro de la Alianza. En particular, se espera una mayor penetración de productos de las industrias automotriz, aeroespacial, de instrumental y equipamentos médicos, recambios para automóviles y metalmecánica.
Los presidentes Ollanta Humala (Perú), Michelle Bachelet (Chile), Enrique Peña Nieto (México) y Juan Manuel Santos (Colombia) se reunieron en Punta Mita, en el occidental estado mexicano de Nayarit./EFE. |
La Organización Mundial del Comercio (OMC) no ha podido finalizar la última ronda de comercio, la de Doha, lanzada en 2001. En vez de la integración global el mundo es hoy un laberinto de bloques y acuerdos bilaterales de comercio.
A los 15 acuerdos de libre comercio existentes entre distintos países, se añade la negociación de más de 20 acuerdos, entre ellos el que superaría a todos, entre la Unión Europea y Estados Unidos.
En este marco la formación de bloques más que una opción es una necesidad.
Una apuesta de la Alianza es la ampliación en el marco de las atribuladas negociaciones del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociasión Económica (TPP en las siglas en inglés) que uniría a Australia, Brunei, Chile, Canadá, Japón, Malasia, México, Nueva Zelandia, Perú, Singapur, Estados Unidos y Vietnam (Colombia es un candidato a integrar el grupo).
Condicionado por ser una unión aduanera, el Mercosur solo tiene acuerdos de liberalización comercial con algunos países latinoamericanos (Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador) y otros de Medio Oriente (Autoridad Nacional Palestina, Israel, Egipto) de peso más simbólico y diplomático que económico.
"La gran pregunta es cuál de los dos modelos es el más adecuado para las necesidades del mundo actual, si el industrial impulsado por el Mercosur o el de Libre Comercio y exportador de materias primas. El debate no es nuevo. Se viene discutiendo desde los años 40. Es posible que en el fondo terminen coexistiendo y complementándose", señala Ugarteche.
Esta competencia, y posible complementareidad, entre dos modelos se ve en la superposición de países que están cercanos a ambos bloques. Chile es miembro asociado del Mercosur y titular de la Alianza. Ecuador es observador de ambos grupos.
La posibilidad de "sinergias" mencionada por los
presidentes de Colombia y Chile es otra variante de un dilema que no
tiene que convertirse necesariamente en lucha a muerte.
"El
surgimiento de la Alianza del Pacífico, integrada por Chile, Colombia, México y Perú, y con Costa Rica y Panamá de observadores,
tendrá, en la medida que se consolide, un fuerte impacto sobre el proceso de integración
regional en América Latina. La Alianza revaloriza el comercio y la economía, en
un proceso que en la última década insistió en la concertación política, ante el
rechazo del ALBA a los Tratados de Libre Comercio (TLC). Asimismo, la Alianza
surge con el ánimo de vincularse al mundo globalizado, especialmente a
Asia-Pacífico", señala Carlos Malamud, en un trabajo publicado por el Real Instituto Elcano, Investigador principal de América Latina de ese Instituto, y catedrático de Historia de América.
¿Cuáles son las potencialidades de esta alianza?, estamos ante un
espacio que representa el 35% del PIB de América Latina y el Caribe, con
una tasa promedio de crecimiento de un 5% en 2012, el conjunto de los
países cuenta con una alta estabilidad económica y grandes perspectivas
de ampliación del mercado. Su tasa promedio de desempleo se sitúa en el
7% y la inflación en el 2,7%, inferior al 4,6% regional en 2012.
Representan el 50% del comercio de la región y el 26% del total de
flujos de inversión extranjera directa, su oferta de exportación resulta
muy interesante para los mercados de Asia Pacífico.
El Wall Street Journal publicó el pasado 6 de enero un artículo titulado La historia económica de dos Latinoaméricas en
que se dividía al continente en dos bloques de países: los del
Pacífico, unidos en la AP y valedores del libre comercio, y los bañados
por el Atlántico, como Brasil, Argentina y Venezuela, socios en la unión
aduanera Mercosur y, que otorgan al Estado el peso del manejo de la
economía, dando nuevo brío al debate que existe en la región sobre los diferentes enfoques latinoamericanos en materia de integración regional.
Para Rafael Pampillón, profesor de Economía del IE Business School, la corrupción entre los miembros de la AP es menor que en Argentina o en
Brasil, lo mismo que la pobreza como consecuencia de su elevado
crecimiento en los últimos años. El mismo dice para el periódico de la Wharton University of Pennsylvania, "es cierto que México no
está creciendo de modo espectacular, ya que apenas se expandió un 1,3%
en 2013, pero ha sentado las bases al acometer importantes reformas en
sectores clave que le van a dar un plus de crecimiento muy importante".
El promedio de crecimiento del bloque en 2012 fue del 5% y según
previsiones de Morgan Stanley, en 2014 crecerán un 4,25%, principalmente
por los altos niveles de inversión extranjera y la baja inflación.
La Alianza del Pacífico ha sido planteada como un proceso de integración
abierto y no excluyente, y por esa razón, 24 países de América Latina,
Europa, Asía y Oceanía se encuentran en calidad de observadores del
acuerdo, además de los ya mencionados de Costa Rica y Panamá, quienes han solicitado su incorporación plena a la AP.
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