Captura de Twitter. |
Varios partidos y asociaciones de izquierdas y republicanos efectuaron convocatorias, espóntaneas, en los centros de las principales ciudades españolas. Además, más de 50 ciudades de diferentes provincias también vivieron manifestaciones del mismo signo.
Fueron miles de personas que se juntaron a lo largo del territorio español para reclamar la abolición de la Monarquía y la instauración de la Tercera República por medio de un referéndum. Las protestas, convocadas en apenas unas horas, principalmente a través de las redes sociales, movilizaron a una gran parte de la izquierda, que reclamó el cambio institucional tras la abdicación del Rey. Madrid acogió probablemente la concentración más numerosa: unas 20.000 personas se congregaron en la Puerta del Sol y las calles adyacentes, según fuentes policiales. Mientras, en la plaza de Catalunya, en Barcelona, se reunieron unas 5.000 personas, según la Guardia Urbana.
En algunas ciudades europeas como París, Bruselas, Oporto o Berlín también se produjeron diversas concentraciones espóntaneas por la realización de un referéndum sobre el modelo de Estado.
Imagen de la concentración en Madrid. AFP. |
"Una nueva generación reclama con justa causa el papel protagonista. Mi hijo encarna la estabilidad y tiene la madurez y la preparación necesarias", dijo el rey en su comunicado oficial, transmitido en vivo por todos los canales de televisión españoles.
El heredero de la Corona, Felipe de Borbón, que tras la coronación -en los próximos días- se convertirá en Felipe VI, representa para los sectores monárquicos la "continuidad y la estabilidad".
Pero no todos los españoles son partidarios de una sucesión en el trono sin una elección previa que plantee la cuestión de si la monarquía parlamentaria debe continuar o por el contrario debe ser sustituida por una república.
El eurodiputado de Izquierda Unida Willy Meyer dejó su opinión en ese debate que se inicia que "la democracia del siglo XXI exige que se convoque un referéndum vinculante a todo el pueblo para decidir si se quiere república o monarquía".
Izquierda Unida, Podemos y Primavera-Equo habían manifestado por la mañana su apoyo a las concentraciones convocadas a las 20.00 horas y a un referéndum sobre el modelo de Estado, que ha sido registrado por alguno de estos grupos en el Congreso. En Catalunya, partidos independentistas como ERC o la CUP se sumaron al llamamiento a asistir a las marchas aunque no solicitando un referéndum sobre la monarquía, si no la secesión o la "república catalana".
Concentración en la Puerta del Sol en Madrid. |
En Galicia, hubo protestas en A Coruña y Santiago aunque la cita más importante tuvo como escenario Vigo, donde se escucharon lemas como "La Zarzuela, el próximo desahucio", coreados por unos manifestantes cuya media de edad rondaba los 30 años. Otras localidades de esa Comunidad Autónoma como Ourense y Lugo acogieron concentraciones simultáneas en favor de la República y la independencia.
La Comunidad Valenciana registró manifestaciones en sus principales ciudades (Valencia, Alicante, Gandia, Dénia, Alcoi, Elche y Castellón). En Castellón, se sumaron a la protesta dos ediles socialistas: Carme Oliver y Javier Perís. Cristian y Ángel, dos jóvenes estudiantes de la Universidad de Alicante, afirmaban, para el diario español El País,: "Queremos decidir y que no nos impongan nada y menos una monarquía antigua".
En el País Vasco, unas 5.000 personas respondieron al llamamiento de la izquierda abertzale que organizó concentraciones en las tres capitales de la comunidad autónoma y en Pamplona bajo el lema "Independencia" y a favor de una "República vasca libre".
El rey Juan Carlos I de España fue considerado durante décadas un emblema de la democracia española, aunque en los últimos años su imagen se ha visto radicalmente deteriorada por los diversos escándalos y, en segundo lugar, por los embates de la crisis económica que, a partir de 2008, frenó súbitamente la prosperidad del país y provocó la desconfianza de los ciudadanos hacia todas las instituciones.
Lo que provocó definitivamente la ruptura de la confianza entre el monarca y sus súbditos fue tanto la investigación de corrupción a su yerno Iñaki Urdangarin, el escándalo afectó en enero de 2014 a la hija menor del rey, la infanta Cristina, quien fue imputada por presuntos fraude fiscal y blanqueo en el caso contra su esposo, como las fotografías del Rey Juan Carlos I en una cacería de elefantes en Botsuana en la cual se fracturó la cadera en 2012.
Una polémica, que muchos vieron como una ostentación en tiempos de crisis económica, y que llevó al rey a pedir disculpas públicas por su comportamiento.
Hasta 2004, la monarquía era, según las encuestas publicadas por el oficial Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), la institución mejor valorada por los españoles.
En 1995, obtuvo 7,4 puntos sobre 10. En 1998, 6,72. En 2006, esta valoración descendió hasta un 5,19.
Y a partir de 2011, la monarquía solo cosechó suspensos: un 4,89 en 2011, un 3,68 en 2013 y un 3,72 en abril de 2014.
Concentración en Barcelona. |
En las pasadas elecciones europeas, celebradas el pasado 25 de mayo, los partidos que manifiestan su apoyo a un sistema republicano obtuvieron entre un 20 y un 25% de los votos. Un porcentaje que duplicó los resultados obtenidos en las elecciones generales de 2011. Quizás un claro motivo para acelerar la abdicación de Juan Carlos I a favor de su hijo Felipe, antes de unas elecciones, 2016, que podrían dejar un Parlamento favorable a un modelo de Estado republicano.
El planteamiento de un debate político real sobre el futuro de la monarquía quizás dependa de que el modelo bipartidista, que ha sufrido un traspiés en las elecciones europeas, continúe desgantándose y la quiebra del bipartidismo se profundice y los partidos políticos que hacen bandera de un cambio de sistema político avancen electoralmente en las próximas elecciones generales, previstas para 2016.
Pese a las demostraciones de calle que se vieron este lunes en favor de una nueva república ¿qué apoyo real tiene esa opción en la sociedad española?. Una incógnita que solo a través de una votación popular podría resolverse.
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