Estados Unidos, Las condiciones de los niños indocumentados detenidos, en su intento de entrar en el país, representa una auténtica crisis humanitaria

Los centros de detención temporal en Texas y Arizona están hacinados. Niñas y niños son amontonados en cuartos reducidos y duermen en el piso.

El problema de los niños indocumentados detenidos por las autoridades migratorias en la frontera con México cuando intentaban llegar solos a Estados Unidos, sobrepasa la capacidad de respuesta del gobierno y forzó al Pentágono a salir en ayuda de la Patrulla Fronteriza.
Este grave problema solo tuvo una mediática repercusión internacional cuando 1.000 niños fueron detenidos el pasado final de semana viajando solos.

Fotos obtenidas por la web conservadora Breitbart mostraron celdas repletas de niños y niñas en las instalaciones de la CBP en Río Grande (Texas), recostados en el suelo, sin camas y sin los mínimos requisitos de espacio e higiene.

Ante la emergencia, dijo Efe, en Nogales (Arizona) las autoridades federales han traslado a más de mil menores a instalaciones de la Patrulla Fronteriza desde los calabozos de la CBP.

El cónsul honorario de Honduras en Arizona, Tony Banegas, visitó el sábado las instalaciones habilitadas para los menores en Nogales. "Es un drama. Están en una bodega, duermen en contenedores de plástico, con una manta térmica como de papel de aluminio. Dicen que esperan tener pronto colchones... y utilizan sanitarios portátiles", explicó el diplomático.

Activistas dijeron el martes estar preocupados por la crisis humanitaria creada por el creciente número de menores que están cruzando la frontera solos, especialmente por los desafíos legales que enfrentan y la posibilidad de ser devueltos a las zonas violentas de donde provienen.

Los menores que están cruzando la frontera mexicoestadounidense podrían tener opciones legales para quedarse en el país, como asilo, pero encaran desafíos que no podrán enfrentar por sí mismos, dijo Wendy Young, directora ejecutiva de Niños en Necesidad de Ayuda.
"No es justo que estos niños no tengan representación legal", dijo la activista, explicando que para solicitar asilo, los niños necesitarían un abogado, algo que no todos tienen ahora. "El asilo es una opción obvia pero es difícil".
La mayoría de los menores que han llegado a Estados Unidos provienen de zonas tan violentas en Guatemala, El Salvador y Honduras que prefieren arriesgar sus vidas en el viaje a vivir en sus localidades porque sienten que no tiene nada que perder, de acuerdo con los entrevistados.
"Los niños que hemos entrevistado nos han dicho, 'Sabía que el viaje sería peligroso y que podría morir pero si me quedaba, estaba seguro de que iba a morir"', dijo Michelle Brané, directora del Programa de Derechos de Inmigrantes y Justicia de la Comisión de Refugiadas.

EFE.

Escapando de la pobreza, la inseguridad y en algunos casos en busca de sus padres o del reencuentro con familiares, miles de niños están cruzando la frontera con México rumbo a Estados Unidos.
La Casa Blanca reconoció el pasado lunes que se trata de una verdadera "crisis humanitaria" y que ante el alto flujo de niños sin papeles que están llegando solos, proyectan un ingreso de unos 60.000 menores durante este año, han decidido tomar medidas para protegerlos.
"Estamos trabajando en conjunto con varias agencias porque el problema involucra a múltiples departamentos y servicios. El Departamento de Seguridad Interna está liderando los esfuerzos para responder de la manera más rápida y efectiva posible", dijo Cecilia Múñoz, directora de política interna de la  Casa Blanca.
Asimismo señaló que en su mayoría los niños vienen de Centroamérica, y Honduras ocupa el primer lugar, seguido de Guatemala y El Salvador.
"Vemos que estos niños vienen escapando de la ola de violencia que se vive en sus países y en algunos casos se involucra el tema de la reunificación familiar", dijo Múñoz, quien también describió que bajo la ley se considera dentro de esta categoría a los niños menores de 18 años que viajan sin la compañía de un padre, madre o tutor legal.
UNICEF, por su parte, expresó hoy su preocupación por el "aumento sin precedentes" del número de niños no acompañados que tratan de entrar a Estados Unidos a través de la frontera sur y pidió a México y a los Gobiernos de América Central medidas para frenar ese fenómeno.
El director regional de esa organización para América Latina y el Caribe, Bernt Aasen, llamó a los países de origen a hacer "todo lo que esté a su alcance" para dar a los niños "el apoyo, la atención, la protección, la educación y las oportunidades de preparación" que necesitan.
Aasen recordó en un comunicado que, según los datos del Gobierno estadounidense, más de 47.000 niños no acompañados han sido hallados en la frontera suroccidental del país en los últimos ocho meses, casi el doble que entre octubre de 2012 y septiembre de 2013.
El desplazamiento masivo de personas de México y Centroamérica que huyendo de la pobreza y la violencia llegan indocumentados a Estados Unidos ha derivado en una situación aún más dramática: miles de niños solos son detenidos en la frontera sur de EE.UU. Según cifras oficiales, en los últimos ocho meses 47.017 menores fueron detenidos en dicha frontera, lo que representa un 92 por ciento más respecto al año 2013. Estos niños provienen, principalmente, de Honduras (13.818), México (11.577), Guatemala (11.479) o El Salvador (9.850).

La salvadoreña Blanca Hernández muestra en su teléfono celular la fotografía de su hijo Imer, quien no consiguió atravesar la frontera víctima de las mafias. Iván Mejía/EFE.

El mes pasado, ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) presentó un estudio sobre el tema. Sostiene que a partir de octubre de 2011 el gobierno de EE.UU. registró un drástico incremento en la cantidad de niños "no acompañados" que llegaron procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras.
La cantidad de menores de esos tres países detenidos en la frontera pasó de 4.059 en 2011 a 10.443 en 2012,  para duplicarse, 21.537, el pasado año. Sin embargo esa cifras se quedan muy por debajo de las de niños mexicanos detenidos: En 2011, 13.000 niños; en 2012, 15.709; en 2013, 18.754.

Una pequeña muestra de la intensidad del problema tuvo repercusión internacional, el pasado mes de marzo, cuando las autoridades mexicanas anunciaban que rescataron a 163 niños que habían sido abandonados por traficantes de personas cuando intentaban llegar a Estados Unidos.

El Instituto Nacional de Migración de México (INM) informó en un comunicado, que los niños se encontraban sin acompañantes entre un grupo total de cerca de 1.900 inmigrantes ilegales, de todas las edades, que habían quedado a su suerte en varios estados de México durante el transcurso de la semana.
Sólo en una semana se encontró a cerca de 370 menores aparentemente abandonados por los llamados "coyotes", según informó el Instituto Nacional de Migración (INM) de México. Los niños y adolescentes fueron rescatados en 14 estados mexicanos entre el 17 y el 24 de marzo y el menor de ellos tenía nueve años, según recoge el periódico digital mexicano Sin embargo.
El aumento de niños solos que cruzan la frontera entre México y Estados Unidos ha generado una crisis en estados como Texas, donde las autoridades federales se afanan en buscar soluciones para dar cobijo a los menores, una situación que se vive con una mezcla de incertidumbre y caos. El sistema de cuidado temporal de los niños, en su mayoría centroamericanos y mexicanos, en centros de organizaciones o a través de familias estadounidenses bilingües está tomando fuerza como una de las mejores alternativas.

Captura de la web Dallas Univisión.

Después de ser detenidos, los niños deberían de ser transferidos al Departamento de Salud y Servicios Humanos dentro de un lapso de 72 horas, para que se luego se reúnan con sus padres o familiares, caso tengan en los Estados Unidos. Pero debido al enorme flujo de menores que están llegando este año, la Patrulla Fronteriza se ha visto obligada a albergar muchos niños en centros locales y recientemente los llevó a Nogales, Arizona, donde permanecen temporalmente en un depósito.
De ser deportados, muchos de los menores regresarían a las zonas violentas que viven, en muchos casos dominadas por pandillas. De hecho, muchas de las niñas que han cruzado durante estos últimos años llegaron embarazadas, ya sea porque fueron violadas por pandilleros en sus zonas de origen o durante el trayecto, agregaron.
"Los niños han sufrido más conforme la violencia ha aumentado en la región", dijo Leslie E. Vélez, funcionaria de la Comisión para Refugiados de las Naciones Unidas, quien comparó a los niños amenazados por pandillas con los menores reclutados como niños soldados.
El gobierno ha ordenado al Departamento de Defensa que use tres bases, en California, Texas y Oklahoma, para albergar temporalmente a los menores para ser transferidos posteriormente al Departamento de Salud y Servicios Humanos.

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Para llegar a la frontera de Estados Unidos, estos niños, han viajado por semanas, e incluso meses, distancias que pueden superar los mil quinientos kilómetros, en un viaje repleto de peligros extremadamente graves. Se ha documentado toda clase de abusos, como extorsión, violaciones sexuales, violencia física, secuestros, mutilaciones, prostitución, obligación para transportar drogas para traficantes e, incluso, asesinatos. 
¿Cuál es la situación migratoria de estos menores y cuáles son sus opciones? 
Han entrado ilegalmente en Estados Unidos, por lo tanto, se inicia un procedimiento de deportación en su contra.
Al cabo de 1 o 2 años la inmensa mayoría acaba siendo deportado y enviado de regreso a su país de origen.
La crisis en la frontera es tan grave que dos importantes senadores estadounidenses alertaron este miércoles sobre la "crisis humanitaria" en la frontera con México, ante la llegada de miles de menores de edad indocumentados de diversos países centroamericanos.
El senador Marco Rubio, del partido Republicano, sostuvo que la situación con los menores no acompañados en la frontera constituye "una muy seria crisis humanitaria".
"Estamos todos aquí tratando de descubrir qué podemos hacer en el corto plazo, apenas para administrar el aspecto humanitario" de la situación, comentó Rubio durante una sesión ordinaria de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado para interrogar al diplomático James Nealon, designado nuevo embajador en Honduras.

El presidente de la Comisión, el líder demócrata Bob Menendez, dijo sentirse consternado con las informaciones sobre "la llegada de miles de jóvenes, algunos con 5 o 6 años de edad" después de cruzar la frontera sin compañía de adultos.
"Personalmente, estoy consternado con el creciente número de menores que son abandonados sin otra opción que cruzar el desierto por sí mismos", dijo Menendez.
La ley estadounidense prohíbe al Departamento de Seguridad Nacional deportar a los niños inmigrantes si el país del que proceden no comparte una frontera con EE.UU., por lo que esa sólo es una opción si los menores proceden de México, pero no si vienen de Guatemala, Honduras o El Salvador, como la gran mayoría de los que llegan.
La página web del periódico mexicano La Jornada denuncia hoy que "Agrupaciones de defensa de migrantes y de libertades civiles denunciaron abusos de autoridades contra menores de edad detenidos en el éxodo sin precedente de niños de México y Centroamérica que están cruzando la frontera suroeste, mientras, por otro lado, se documentó cómo empresas carcelarias lucran con la criminalización de la inmigración en los últimos años.
Una coalición de organizaciones de defensa de inmigrantes y derechos civiles, incluidos el Centro Nacional de Justicia del Inmigrante, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), y Proyecto Esperanza, presentó una queja formal ante el Departamento de Seguridad Interna para denunciar que 116 menores de edad fueron sometidos a abuso sistemático y hostigamiento por agentes de la Patrulla Fronteriza".
Según el diario sufrieron asalto sexual, golpizas, amenazas de muerte, insultos, encadenamiento, negación de atención médica, falta de comida y agua en instalaciones no sanitarias, sobrepobladas y con frío extremo.