La organización Behind the Brands ha iniciado una campaña de recogida de firmas para intentar mejorar las condiciones de trabajo, de igualdad de género y de responsabilidad social de las empresas más importantes del sector de los alimentos procesados.
La organización internacional Oxfam afirma que las políticas sociales y medioambientales de las diez mayores empresas de alimentación y bebidas no se adaptan al que debe ser su propósito actual y que, por tanto, deben ser reformadas.
En el informe "Tras la marca" Oxfam nos muestra como las diez grandes empresas de alimentación y bebidas no contribuyen, con sus políticas y actuaciones, a lograr un sistema alimentario más justo a pesar del influyente poder con el que cuentan, de hecho, en algunos casos reducen las oportunidades económicas de las personas más pobres.
Para esta ONG, "Estas empresas (las "10 Grandes") –que juntas ganan 1.100 millones de dólares al día– no están respetando algunos derechos básicos de los millones de personas de los países en desarrollo que les proporcionan tierra, agua, mano de obra y materias primas para elaborar sus productos".
Con la campaña "Tras la marca", desarrollada en el marco de la campaña CRECE -cuya meta es ayudar a arreglar un sistema alimentario roto- evalua y clasifica, por primera vez, las políticas agrícolas, los compromisos públicos y la supervisión de las cadenas de suministro de las 10 Grandes. Algunas de ellas son muy familiares para los consumidores de casi todos los países, como Coca Cola, Danone, Nestlé o Kellogg’s; otras no lo son tanto, pero sí muchas de sus marcas: General Mills (con Gigante Verde, Häagen Das, Yoplait, Trix ), Unilever (incluye Knorr, Calvé, Flora, Magnum, Cornetto, Ben & Jerry’s, Lipton), Mars (con chocolates m&m’s, snickers, milkyway,twix; chicles Orbit ), Pepsico (Pepsi, 7Up, patatas Lays, Fritos y Doritos), Mondelez (antes Kraft, con los chocolates Cadbury, Toblerone y Milka, chicles Trident, caramelos Halls, galletas Oreo, Lu, Ritz, y queso Philadelphia) y Associated British Foods (ABF, con la marca de té Twinnings entre otras ).
En concreto, la ONG ha analizado sus pautas de comportamiento en siete ámbitos: en la igualdad de género, los pequeños agricultores, los trabajadores agrícolas, el agua, la tierra, el cambio climático y la transparencia.
Oxfam abre su informe diciendo "Durante el último siglo, las poderosas empresas de alimentación y bebidas han disfrutado de un éxito comercial sin precedentes. Sin embargo, mientras estas empresas han ido prosperando, los millones de personas que les proveen de la tierra, el agua y el trabajo necesarios para elaborar sus productos se enfrentan a unas dificultades cada vez mayores. Ahora, factores como el clima, cada vez más cambiante, los impactos negativos en las comunidades y una base de consumidores cada vez más exigente están obligando a la industria a replantearse su forma de hacer negocios".
Por poner un ejemplo el informe comenta que "En Pakistán, las comunidades rurales afirman que Nestlé embotella y vende agua subterránea de muchísimo valor cerca de pueblos que no pueden permitirse agua potable. En 2009, Kraft fue acusada de comprar carne de vacuno a proveedores brasileños involucrados en la tala de árboles en la selva amazónica para que pastara el ganado. Y actualmente Coca-Cola se enfrenta a denuncias de trabajo infantil en su cadena de suministro en Filipinas".
Nestlé y Unilever son las mejores situadas en el informe debido a que han desarrollado y publicado una mayor cantidad de políticas dirigidas a abordar los riesgos sociales y medioambientales de las cadenas de suministro, pero "cierran los ojos" ante el acaparamiento de tierras y la explotación de las mujeres.
ABF y Kellogg, en la parte más baja de la clasificación, tampoco han abordado las cuestiones sobre el derecho a la tierra, o el problema de la pobreza y la falta de oportunidades de las mujeres.
"A las diez grandes les queda mucho por hacer para lograr un sistema alimentario que garantice que todo el mundo tenga siempre suficiente que comer", afirma Oxfam en el informe, en el que, no obstante, reconoce que se han producido algunos avances y compromisos, al tiempo que convida a participar en la campaña "Tras la marca" a todos los consumidores de las grandes marcas, con el objetivo de presionar para intentar que las mismas mejoren.
La gran conclusión a pesar de las mejoras es, que ninguna de las diez grandes actúa de manera correcta; no tienen en cuenta los derechos básicos de las pequeñas comunidades y esto contribuye a que el sistema alimentario mundial siga condenando al hambre a casi 900 millones de personas.
Oxfam recuerda que la alternativa es el denominado "Comercio Justo", que ya está creciendo en varios países, y que tiene garantías de que sus productos se han elaborado sin explotación de ningún tipo ni hacia los trabajadores ni hacia sus comunidades.
La campaña Tras la marca se ha puesto en marcha en más de 12 países, entre ellos Estados Unidos, México, China y Brasil, y en varios países de Europa.
1.100 millones de dólares ---Es un número bastante grande !
ResponderEliminarTienen unos buenos sistemas empresariales.
Ellos pueden poner su industria para promover en el mundo.
Eso es lo que necesitamos para aprender.