Todo el mundo sabe que para Alemania y otros países, pero especialmente para la primera, la corrupción es una cuestión del sur y de "repúblicas bananeras", y aunque no lo digan abiertamente, siempre miran para España, Italia, Grecia o Latinoamérica.
Pero si en lugar de mirar todo el tiempo hacia el comportamiento ajeno, se hubiesen preocupado de analizar el propio hubiesen descubierto que en su país también se producen graves casos de corrupción, aunque quieran cerrarse los ojos ante los mismos, para no percibirlos.
A cuatro meses para las elecciones, Angela Merkel, ha percibido que tiene en casa una de esas, siempre criticadas, "repúblicas bananeras" que puede costarle algo más que unos cuantos diputados, por un escándalo que está salpicando a su partido. Como titulaba el periódico de Costa Rica, El País, "Baviera una "república bananera" que preocupa a Angela Merkel".
El reciente escándalo de nepotismo que sacude al gobierno y el
parlamento de Baviera podría jugar como sorpresivo factor que prive a la
canciller alemana, Angela Merkel, del margen necesario para ganar las
elecciones de septiembre y mantenerse en el poder.
Desde hace semanas en Alemania sólo se habla de un gran escándalo de nepotismo que
afecta a diputados del estado de Baviera.
De los 187 del Parlamento (Landtag) de Múnich, se descubrió que 79 de ellos tenían contratados a
madres, esposas, sobrinos, hermanos y hermanas, cuñados y cuñadas,
hijos, a cargo de sus gastos de diputado, como asesores o secretarios en
las oficinas parlamentarias. Eso era tan común en el parlamento de Baviera que
en el año 2000 se prohibió por ley esos contratos a familiares
hasta el 3º grado. Pero en la práctica, la norma nunca llegó a implantarse del todo.
Aún con la ley que prohibía la contratación de familiares casi
80 diputados regionales han seguido contratando a miembros de sus familias. Entre
los empleadores hay 5 ministros: todos pertenecen a la Unión Social
Cristiana, el socio político de Angela Merkel.
En total son 52 diputados de la CSU (el partido hermano de la CDU de Angela Merkel, en el estado de Baviera), 22,
del SPD, 3 Verdes, 3 de los independientes. Como vemos, de casi todos
los partidos representados en el Parlamento de Baviera (excepto FDP).
Hay algunos casos muy curiosos como el del presidente de la Comisión de Presupuestos que tenía
contratado a su mujer como secretaria y a sus dos hijos de 13 y 14
años , como asesores informáticos. Otro tenía a su madre, a su mujer y a su
hermana. Otro, el Presidente del grupo parlamentario, a su mujer, con
dos contratos, uno como secretaria y el otro como asesora: sueldo
final, 5.500 Euros al mes.
Naturalmente, cuando todo esta información ha salido a la luz se ha formado un escándalo de una dimensión considerable, que posiblemente tenga consecuencias en la próximas elecciones.
Los conservadores de la canciller
alemana Angela Merkel cayeron a su nivel más bajo en siete meses en una
destacada encuesta de opinión el domingo, mientras un escándalo por
evasión fiscal implicó a un aliado y su partido hermano en Baviera
afrontaba preguntas sobre nepotismo.
El apoyo por los democristianos (CDU) de Merkel y su socio
bávaro, la Unión Social Cristiana, cayó un tres por ciento respecto a la
semana anterior al 37 por ciento, su peor dato desde octubre, según la
encuesta Emnid del diario Bild am Sonntag.
Según publica Deutsche Welle, en su página web "El ministro de Agricultura del estado federado de Baviera, Helmut
Brunner, reveló que además de a su esposa, también había contratado a su
hermana y a su sobrina, lo que azuzó aún más el escándalo de nepotismo
que sacude al gobierno y al parlamento de Baviera. "Desde el 1 de abril
de 1999 al 31 de diciembre 2008 contraté a mi hermana; a partir del 1 de
abril de 1999 y hasta el 31 de diciembre 2002 a mi sobrina; las
remuneraciones tuvieron un máximo de 400 y 325 euros al mes
respectivamente".
Como primer afectado por el escándalo, el ministro de Cultura, Ludwig Spaenle (CSU), anunció que devolverá 34.000 euros.
En la presente legislatura había 17 representantes con parientes contratados, entre ellos cinco ministros. Todos de la CSU.
Lo cierto es que desde que se conocieron los primeros casos hace
aproximadamente dos semanas, en Alemania se habla de la Baviera de la
CSU como de provinciana "república bananera" de Alemania.
Una
contribución no menor a esa idea la hizo el presidente del exitoso club
de fútbol Bayern Múnich, el ídolo deportivo Uli Hoeness, quien admitió
haber evadido impuestos depositando importantes sumas en Suiza.
La organización Transparency Internacional, dedicada a denunciar la
corrupción política y empresarial, consideran que el escándalo de
nepotismo bávaro “es indigno de una democracia”. Su portavoz, Christian
Humborg, destacaba el jueves que “los ciudadanos sienten que se confirma
su opinión sobre los políticos, con el consiguiente daño a la
democracia parlamentaria”.
La arrogancia de algunos moralistas alemanes, que les gusta mostrar con
su dedo índice hacia el sur de Europa, ya no es en el futuro muy
apropiada. Se manifiesta claramente que la codicia por el dinero no es
un fenómeno del Sur, si no más bien un problema global.
Miguel Angel García, corresponsal de la televisión pública española en Berlín, escribe en la página web de la misma: "He preguntado a dos colegas alemanes a ver si ellos llamarían corrupción
al escándalo de los diputados de Baviera, y los dos me han
respondido…”No, eso no es corrupción, eso es Nepotismus”.
Precisión alemana. El caso es que los políticos alemanes no son
corruptos, sólo practican el nepotismo. ¿Es corrupción que Siemens
pagara sobornos?. No, me responden, el corrupto sólo es el que recibe
el dinero. Eso es Bestechung. ¿Es corrupción manipular el Libor (Deutsche Bank)? No, eso son prácticas de ingeniería financiera, Finanz-Engineering.
¿Es corrupción lo del Presidente de la República que se vende por un
par de noches de hotel? No, me responden, eso es estupidez (Dummheit).
Miles
de ricos alemanes han evadido fuera del país unos 400.000 mil millones
de Euros. ¿Es eso corrupción? No. Eso es evasión de impuestos Steuerhinterziehung.
Otra vez la precisión alemana.
Uno de cada tres alemanes contrata servicio doméstico en economía
sumergida. ¿Es eso corrupción?, pregunto a mis interlocutores alemanes.
No, eso es… normal. Cuando la precisión lingüística no sirve, entonces
sirve die Vernunft, el sentido común alemán.
Por los alrededores de donde TVE tiene la oficina, alrededores del
Reichstag, pululan unos 5.000 lobistas de otras tantas empresas cuyo
único trabajo es “convencer” a los diputados de que legislen en su
beneficio… farmacéuticas, automóviles, acero, construcción, etc. ¿Es eso
corrupción? No, dirán todos los alemanes a coro. Eso es legal. Y puede que deba serlo".
Los mismos actos, en diferentes países, tienen nombres diversos para distanciarse de esa palabra maldita, pero para ellos en el sur y las "republicas bananeras" la definición es clara: corrupción.
Este blog sólo pretende ser una visión personal de algunos de los acontecimientos que nos envuelven en nuestro caminar por la vida. Bajo el fuego es una metáfora de la situación real que la humanidad está viviendo donde la pobreza, el desempleo, la intolerancia, el extremismo, la violencia, el enriquecimiento a cualquier precio, de unos pocos a costa de muchos, y la falta de ética o valores son realidades que podemos observar continuamente.
Translate
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Las habas teutónicas también se cuecen!
ResponderEliminar