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martes, 28 de mayo de 2013

Japón, El alcalde de Osaka defiende las esclavas sexuales durante la guerra

El alcalde de la ciudad de Osaka, Toru Hashimoto, ha provocado, con unas recientes declaraciones, una controversia en su país, como rápidas declaraciones de protesta y repudio de autoridades de sus países cercanos, al comentar que las denominadas "mujeres de confort", una expresión eufemística, de esclavas sexuales, fueron necesarias para mantener la disciplina en las Fuerzas Armadas de Japón durante la Segunda Guerra Mundial. "Las mujeres de confort eran necesarias para proporcionar descanso a un grupo de valientes soldados que venían exaltados de la primera línea de fuego", ha dicho Hashimoto a la prensa desde el Ayuntamiento de Osaka.
Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, expresó su indignación por los comentarios del alcalde de Osaka, Toru Hashimoto, y dijo que son un desafío a la justicia histórica. El mismo declaró en relación a los comentarios que "el reclutamiento de "mujeres de confort" fue un grave delito cometido por el Ejército japonés y un gran problema de derechos humanos que atañe a la dignidad personal de las víctimas". Para añadir, "Estamos indignados por la observación del político japonés, ya que desafía la justicia histórica y la conciencia de la humanidad".
Por su parte, el portavoz de la cancillería rusa, Alexandr Lukashévich, señaló que la retórica nacionalista en el estamento político de Japón "adquirió un carácter especialmente cínico en la boca de Hashimoto".
Países como Estados Unidos, Filipinas o Corea del Sur también han expresado declaraciones públicas de repudio hacia las mismas.
Tras las declaraciones se realizó una encuesta en Japón para conocer la opinión, respecto al tema, de sus habitantes.
"Una gran parte de los japoneses rechazó las polémicas declaraciones del alcalde de Osaka, al referirse a las esclavas sexuales que Japón mantuvo durante la Segunda Guerra Mundial como una "necesidad", de acuerdo con unos sondeos realizados por la prensa nipona", publicaba la agencia AFP.
Con el nombre de "mujeres de confort" se conoce a las coreanas, así como las niñas y mujeres de otros países asiáticos, que fueron usadas como esclavas sexuales por la tropas japonesas durante sus campañas bélicas en el periodo colonial de Japón sobre la península coreana (1910-1945). Las "mujeres de confort" es, históricamente, uno de los temas que ha enfrentado a Japón con sus vecinos regionales, especialmente con Corea del Sur, que desde el fin de la Segunda Guerra Mundial le exige que reconozca los abusos cometidos durante el periodo colonial.
Se calcula que unas 200.000 mujeres  y niñas fueron secuestradas de Corea, China, Filipinas y otros países asiáticos y obligadas a prostituirse en beneficio de la tropa nipona. Ellas fueron incorporadas por la fuerza al ejército nipón para atender sexualmente a los soldados, de acuerdo con numerosos historiadores y testimonios de supervivientes.
De acuerdo con el sondeo realizado por el diario Mainichi Shimbun, un 70% de los japoneses consultados opinó que los comentarios de Hashimoto fueron "inapropiados", contra apenas 21% que manifestó su apoyo.
En tanto, otro sondeo del diario Asahi Shimbun indicó que para el 75% de los japoneses, que ya suavizaron la importancia de las mismas, las declaraciones de Hashimoto fueron "problemáticas".
El jueves, el gobierno de Estados Unidos consideró un "escándalo" las declaraciones Hashimoto, quien respondió diciendo que soldados estadounidenses abusaron de mujeres japonesas durante los siete años de ocupación que se siguieron a la rendición nipona en 1945.
Aunque dijo que consideraba "equivocado" el sistema de esclavas sexuales y que las víctimas merecían compasión y disculpas, la insistencia de Hashimoto en afirmar que no hubo participación del Estado japonés causó una oleada de indignación. La derecha japonesa insiste en que si bien hubo mujeres forzadas a prostituirse para los soldados japoneses, ello ocurrió por iniciativa de individuos y empresas privadas, incluso algunas que ni siquiera eran japonesas.
Ante la repercusión de sus declaraciones Hashimoto se ha visto obligado a comparecer ante la prensa internacional, ante la que afirmó que sus comentarios fueron citados fuera de contexto. Y también manifestó que es injusto que solo se culpe a Japón de las violaciones a los derechos humanos de las mujeres como si fuese un problema exclusivo de los soldados japoneses.
Otros países, como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Alemania, también tenían burdeles militares para sus soldados durante la guerra, remarcó.
Las declaraciones efectuadas en un programa de televisión japonés fueron: "las mujeres de confort fueron necesarias para mantener la disciplina de las tropas. Para los soldados que arriesgaban sus vidas en circunstancias donde las balas caían como gotas de lluvia, el sistema de mujeres de confort era necesario para darles algo de descanso. Eso está claro para cualquiera".
El tema de las "mujeres de confort" salió a la luz en 1992, cuando la australiana Jan Ruff-O'Herne, que tenía 19 años cuando los japoneses invadieron Java (1942), fue sacada, dos años después, junto a otras mujeres del campo de prisioneros situado en esa isla, por oficiales del Ejército Imperial Japonés, para convertirlas en esclavas sexuales forzadas en febrero del año 1944, decidió declarar ante un comité de la Cámara de Representantes de EE.UU en una audiencia pública sobre los crímenes de guerra de los japoneses.
"Nos violaban todas las noches. Durante aquel período me corté el pelo para resultar lo menos actractiva posible. Me rapé hasta la cabeza para parecer calva, pero no sirvió de nada. Me convertí en una curiosidad" declaraba Jan en una entrevista con Amnistía Internacional en 2005.
Tres mujeres de Corea presentaron una demanda en Japón en diciembre del 1991, siete años después la corte japonesa dictaminó que debía de compensarse a las mujeres y les otorgó 2.300 dólares a cada una, por los años de sufrimiento, explotación, agresiones físicas, torturas y violaciones sistemáticas.
Ahora el alcalde de Osaka afirma que eran "necesarias" para mantener la moral de la tropa.
Pero, Hashimoto no es un cualquiera en la política japonesa. Antes de ser alcalde de Osaka, una de las principales ciudades del país, fue el gobernador más joven de la historia y fundó el partido ultranacionalista Restauración junto al exgobernador de Tokio, Shintaro Ishihara, quien muestra una habilidad pasmosa para alterar a China. Hashimoto acumula declaraciones altisonantes. Recientemente, en otras polémicas declaraciones, aseguró que Japón necesitaba una dictadura.

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