El pasado 12 de mayo, miles de personas se reunían en la plaza de Trocadero, cerca de la Torre Eiffel para conmemorar el final de una sequía, de titulos del campeonato francés, que duraba 19 años.
Aquel día, tras la llegada del autocar en el que se desplazaban los jugadores del equipo del PSG, y el descenso de los mismos, se desataron los conflictos.
Apenas cinco minutos duró la que debía ser una jornada festiva tras lograr el tercer título de la historia del club parisino, cuyos dueños catarís aspiran a convertir en un grande de Europa. Fue el tiempo que pudieron estar los jugadores, con el capitán Thiago Silva a la cabeza, festejando el título con su hinchada antes de que el fuego y el comportamiento de los más violentos terminara con la fiesta.
Al día siguiente el ministro francés del Interior, Manuel Valls, confirmó que los sucesos se saldaron con 32 heridos y 39 detenciones.
El diario 'Le Parisien' lamentó, al día siguiente, la "muy mala imagen" que se dió de París y puso como ejemplo contrario las celebraciones del Manchester United y del Barça. "El Manchester United y el Barcelona también celebraban su título de campeón. Pero en un ambiente mucho más festivo y con muchos menos o incluso ningún altercado", destacó el rotativo francés.
Para el periódico francés Le Monde, los incidentes fueron consecuencia de la política del PSG de eliminar la violencia de las gradas, dificultando el acceso a las mismas de los grupos ultras, con el objetivo de erradicar la presencia de los mismos.
Le Monde sigue explicando que los nuevos dueños incrementaron la dureza de las medidas contra la violencia en las gradas: se aumentaron los precios y se impulsó la creación de tribunas de familia. "Las gradas fueron pacificadas, pero cientos de seguidores critican el ambiente aburrido en el Parque de los Príncipes".
Este fue el resultado
Ayer, varios miles de personas, algunos medios las sitúan por encima de las 100.000, se concentraron
en París, convocados por la iglesia católica y miembros de la extrema derecha, en protesta contra la ley que regula el matrimonio gay, ley Taubira, y que extiende a las parejas homosexuales el derecho a casarse y adoptar hijos.
La ley fue aprobada por la Asamblea Nacional, que ahora deberá pasar por el Senado, para volver al Congreso, antes de ser promulgada por el presidente de la República, François Hollande.
La extrema derecha francesa volvió a protagonizar violentos disturbios en las calles de París, cuando manifestantes enmascarados comenzaron a lanzar botellas y piedras contra los antidisturbios que protegían la Asamblea gala.
Según Le Monde, el resultado de la acción de los grupos radicales, que intentaron agredir a un grupo de periodistas, un fotógrafo, de la agencia AFP, resultó herido, fue de varios heridos entre agentes y manifestantes y cerca de 300 personas detenidas.
De acuerdo con una encuesta publicada ayer domingo, casi tres cuartas partes de los franceses (72%) piensan que es hora de abandonar las protestas ahora que se aprobó la ley.
Los grupos radicales y de extrema derecha afirman que continuarán con sus acciones. Hasta cuando es una incógnita.
En Lyon, donde también se produjeron incidentes, la cifra de detenciones se eleva a 44.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.