Para el ministro turco de Interior, Muammer Guler "los autores de los atentados están vinculados al régimen sirio" afirmó en una rueda de prensa ayer por la tarde, celebrada en la ciudad de Antakya, una ciudad cercana a Reyhanli, lugar donde ocurrieron los trágicos atentados.
El vice primer ministro Besir Atalay, también presente en el encuentro con la prensa, aseguró que los autores de los mismos no entraron desde el lado Sirio de la frontera, sino que ya se encontraban en Turquía. En ese sentido declaró, "De acuerdo con nuestras informaciones los autores de los atentados llegaron a la ciudad desde el interior del país".
Según el mismo el número de muertos había llegado a 43.
Otras 100 personas sufrieron diversas heridas, siendo que 29 de los mismos se encuentran en estado crítico, según un reporte de la televisora nacional TRT.
La ciudad de Reyhanli alberga a gran parte de los más de 300.000 refugiados sirios que han cruzado la frontera escapando de la guerra civil en el país.
Otro viceprimer ministro turco, y portavoz del Gobierno, Bulent Arinc, señaló a "Bachar el Asad y su mujabarat (los servicios de inteligencia) y grupos armados son los sospechosos habituales en cuanto a planear y realizar este tipo de ataques". Ha añadido que "si se comprueba que el presidente sirio, El Asad, es responsable, haremos lo que sea necesario".
La primera explosión ocurrió a las 13:55 horas (local) en un edificio de la municipalidad que alberga oficinas de gobierno. La segunda, más poderosa, ocurrió frente a una oficina de correos.
Abu Marwan estaba lejos del lugar cuando escuchó la detonación. Cuando llegó al lugar, vio "partes de cuerpo por todas partes", declaró a la CNN. La explosión más poderosa ocurrió frente la oficina postal, agregó. Para continuar comentando "El edificio y los muros están destrozados. Las ventanas, los carros, todo alrededor está quemado, la gente está quemada. Muchos heridos. La escena es indignante, que Dios nos dé paz".
Poco después de los atentados la Coordinación Local de Comités de Siria (un grupo opositor) reportó que las fuerzas del gobierno sirio habían lanzado varios cohetes hacia Reyhali, que se ubica en la región sureña de Hatay.
Según indicaba la CNN, tras entrevistar a residentes locales, estos afirmaban "El incidente no cambió el sentir de algunos residentes contra los sirios. Personas con palos en sus manos están siguiendo a los sirios". "Tenemos casi más sirios aquí que turcos, y la gente se está enojando" comentaban algunos.
Para el primer ministro Erdogan, "Entre 20.000 y 25.000 sirios viven en casas de campaña en este lugar como nuestros invitados. Se deben dar algunos pasos en Reyhanli para tocar la sensibilidad de aquellos en Hatay que no aceptan el status quo".
El ministro de relaciones exteriores de la Autoridad Nacional Palestina, Riad Malki, condenó este sábado los atentados ocurridos en Turquía y aseguró que "tal vez" sus autores quieran impedir la conferencia internacional sobre Siria para poner fin al conflicto interno.
"Así no se pueden resolver los conflictos y los problemas y tampoco sacrificar la vida de gente inocente", añadió el jefe de la diplomacia palestina.
Turquía, miembro de la OTAN, apoya el alzamiento contra Assad y la violencia había cruzado su frontera antes, pero no a esa escala.
Turquía no es el único país que teme el impacto de la guerra civil en Siria, que ya está inflamando las divisiones religiosas, sectarias y nacionalistas de Oriente Medio.
Según recoge el periódico El País, el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, de visita oficial en Alemania, adviritió: "Nadie debería poner a prueba la capacidad de Turquía. Nuestras fuerzas de seguridad tomarán todas las medidas necesarias".
Tras este incidente, el Ejército turco habría enviado tanques y otros vehículos militares a Reyhanli, según ciertas informaciones que no fueron confirmadas de forma oficial.
Turquía y Siria comparten cerca de 900 kilómetros de frontera y, desde el inicio de la guerra en Siria en marzo de 2011, ha habido diversos incidentes en el territorio turco relacionados con el conflicto
Esta semana parecieron mejorar las posibilidades de que la diplomacia ponga fin a la guerra civil, que está en su tercer año, luego de que Moscú y Washington anunciaron un esfuerzo conjunto por llevar al Gobierno y a los rebeldes a una conferencia internacional.
Pero un funcionario ruso dijo ayer que ya existen desacuerdos sobre quiénes participarían y dudó de si podría realizarse una primera reunión este mes.
Turquía ha recibido a más de 300.000 sirios, la mayoría de ellos en campos de refugiados a lo largo de una frontera de 900 kilómetros, y está luchando para lidiar con el flujo de personas.
Erdogan dijo esta semana que Turquía apoyaría una zona de restricción aérea aplicada por Estados Unidos sobre Siria y advirtió que Damasco cruzó el límite establecido hace largo tiempo por el presidente Barack Obama sobre el uso de armas químicas.
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