Paraguay, el refugio de las empresas brasileñas

El día 28 de abril, el periódico brasileño O Estado de São Paulo comentaba, "las empresas brasileñas están cruzando la frontera rumbo a Paraguay en busca de mano de obra barata y menos impuestos". El mismo continua diciendo, "Cerca de 30 compañías ya hicieron ese camino instalando filiales en el vecino, estimulando a sus proveedores a invertir o terciarizar parte de su producción para talleres o empresas locales".
Estas empresas se están situando alrededor de la capital Asunción, y especialmente, cercanas a la frontera con el estado brasileño de Paraná, próximos a Ciudad del Este, o a la pequeña ciudad portuaria de Presidente Franco, situada a orillas del río Paraná.
En un extenso artículo, publicado ayer martes, la BBC decía que "Paraguay se está convirtiendo en el México de la industria brasileña".
Los sectores que más buscados son los de autopiezas, confección, calzados y plásticos. En la mayor parte de los casos la estrategia es la misma, la materia prima es importada de China, y la manufactura es efectuada en Paraguay. El producto final es vendido en Brasil.
Marcas como Buddmeyer, Penalty, Adidas o Fila ya están siendo vendidas en el mercado brasileño con las etiquetas de "Made in Paraguay".
La filial de Volkswagen en Brasil lleva tiempo comprando sus piezas, para los vehículos fabricados en Brasil, en empresas paraguayas, especialmente de Fujikura Automotive.
El periódico paraguayo Vanguardia, publicaba el mes pasado, respecto a la llegada de empresas de Brasil al país, "Empresas brasileñas de las áreas de piezas de motocicleta, confección y plástico de Santa Catarina y San Paulo lograron formalizar sus inversiones en Paraguay por medio del Centro empresarial BRASPAR en este primer trimestre del año. Asimismo, otros 200 empresarios anuncian la inversión en varios rubros que se estaría concretando en agosto próximo, según informes de la Federación de Industrias del Estado de San Pablo (Fiesp)".
Todas ellas buscando los beneficios fiscales paraguayos.

Según la BBC Mundo, "El brasileño Alexandre Bazzan hizo números y hace cinco años decidió dar un paso difícil de imaginar en otros tiempos para muchos industriales de su país: instaló una "maquiladora" en Paraguay.

Bazzan asegura que la fábrica de cortinas y mantas de microfibra en Ciudad del Este, casi sobre la frontera, ha ido viento en popa desde entonces: comenzó con 20 empleados y hoy tiene unos 220 y metas de crecimiento".
El reportaje continua diciendo, "Sus exportaciones a Brasil sumaron el año pasado unos US$10 millones, pero nada indica que Bazzan vaya a reinstalarse en su país. "No tenemos ningún plan para salir de Paraguay", le dijo a BBC Mundo". Cortinerias del Paraguay, el nombre de la empresa de Bazzan, no es un caso único, es parte del creciente número de empresas que ven en Paraguay la oportunidad de pagar salarios más bajos y tener una carga impositava menor.
Pero esa salida está provocando también controversias, así el periódico digital, paraguayo, E´a, que tiene una edición impresa bimestral, en su web, en relación a ese tema, bajo el título ¿Por qué migran las empresas brasileñas al Paraguay?, comenta "Porque pueden explotar a gusto y paladar pagando salarios de miseria, ínfimos impuestos y haciéndonos trabajar más de 48 horas semanales, con una energía eléctrica 66% más barata que en Brasil y otras ventajas".
Paraguay tiene una de las mas bajas cargas tributarias del mundo y una legislacion laboral flexible, el impuesto a la renta y el Impusto al Valor Agregado (IVA) están en 10%, mientras en Brasil, que no tiene IVA, su carga tributaria entre ICMS (Impuesto sobre el valor añadido de ventas y servicios -oscila entre el 7 y el 25%-), COFINS, PIS, IPI (Impuesto sobre productos industrializados) puede estar entre el 30 y 35%.
En Paraguay los trabajadores tienen vacaciones de 12 días hábiles anuales durante los cinco primeros años en la empresa. A partir del sexto año y hasta el décimo, las vacaciones remuneradas llegan hasta los 18 días hábiles, y sólo después de 10 años en la misma empresa, usufructuará de 30 días hábiles. Las jornadas laborales larguísimas en los primeros años y la no existencia de contribucion sindical, también representan una significativa diferencia respecto a Brasil, donde un empleado le puede llegar a costar a la empresa, según publicaba la revista brasileña Veja, "un 183% el salario que recibe, lo que representa un 2,83 el valor del mismo, según un estudio del Centro de Microeconomia Aplicada da Fundação Getúlio Vargas (FGV)".
El caso de Paraguay se trata de una versión sudamericana del proceso que antes siguieron diversas firmas estadounidenses abriendo fábricas en México, bajo un sistema de "maquila" (neologismo que se aplica a un cierto tipo de industria caracterizado por utilizar insumos y tecnología en gran parte importados, emplear mano de obra local barata y destinar toda su capacidad productiva, en favor de otra empresa, exclusivamente a la exportación hacia un país ordenado por el mandante del contrato, y con la marca del mismo), en la frontera. Sistema que, de hecho, inspiró a Paraguay.
Alexandre Bazzan, empresario brasileño en Paraguay, declaraba a BBC Mundo, "(Paraguay) Es un vecino pobre", similar a la situación de México, que era el vecino pobre de Estados Unidos, y creció mucho en maquila y ayudó mucho a EE.UU".
Según la Federación de Industrias del Estado de São Paulo (FIESP), "producir un pantalón vaquero cuesta 35% menos en Paraguay que en Brasil".
Para entender los motivos de esta huida al país vecino, Wagner Enis Weber, director del centro empresarial Brasil Paraguay (Braspar), declaró para la BBC "El empresario brasileño está yendo a Paraguay porque no consigue crecer en Brasil. El problema nuestro de Brasil es estructural, no coyuntural".
Aguinaldo Diniz, presidente de la Asociación Brasileña de la Industria Textil (ABIT), reclamó una mejora urgente de la competitividad de Brasil para evitar "una emigración de fábricas que afecte la generación local de empleos". Y añadió para BBC Mundo, "De repente, nosotros como industrias textiles estamos corriendo el riesgo de que vengan productos de Asia, el tejido lo confeccionan en Paraguay, no paga impuestos y entra a Brasil sofocando más la industria nacional".
José Carlos do Nascimento, secretario general de un sindicato de trabajadores textiles en Sao Paulo (Sintratextil-SP), señaló que los empresarios brasileños que emigran a Paraguay buscan aumentar sus ganancias en base a peores condiciones laborales.
"No voy a decir que allá es esclavitud, pero es una condición todavía de subexplotación del obrero", afirmó.