Bangladesh, trabajadores del textil se levantan contra sus condiciones de trabajo

La policía de Bangladesh disparó este lunes balas de goma para dispersar a miles de obreros de la industria textil que exigían aumentos salariales, en medio, de la todvía viva, polémica sobre las condiciones de seguridad en las fabricas de ese país tras el derrumbe de un edificio en el que murieron 1.127 personas y casi un centenar está todavía desaparecida.
La policía afirma haber intervenido después de que los obreros bloquearan el acceso a una carretera en la zona de Ashulia, en las afueras de la capital, Dacca, una zona industrial que alberga unas 500 plantas de las cuales un centenar suministran prendas para marcas occidentales como la española Inditex, la estadounidense Walmart, la sueca H&M o la francesa Carrefour.
"Disparamos balas de goma y usamos gases lacrimógenos para dispersarlos porque comenzaron a hacer uso de la violencia y ocuparon una carretera", declaró a la AFP el jefe de la policía de Ashulia, Badrul Alam.
Unos 20.000 obreros participaron en esta manifestación, según Alam, bloqueando la autovía Dacca-Tangail durante unas dos horas y media.
Los trabajadores del sector solicitan un incremento de los 38 dólares actuales (algo menos de 30 euros) a 102 dólares (79,4 euros), según ha declarado al diario local The Daily Star el subdirector de la Policía Industrial, Mohamed Moniruzaman.
El canal de televisión privado Ekattor indicó que al menos unas 50 personas resultaron heridas en los enfrentamientos entre policías y manifestantes.
Cientos de talleres, unos 200, en los alrededores de Dacca, que permanecieron cerrados por una ola de protestas, reabrieron el viernes, después de que la Asociación de Exportadores e Industriales del sector textil de Bangladesh afirmara que recibió del gobierno la garantía de que las fábricas tendrán "todas las garantías de seguridad".
Desde el derrumbe del Rana Plaza, un edificio en el que funcionaban diversos talleres de confección, los obreros del sector textil, que cobran menos de 40 dólares (31 euros) al mes, protestan casi cotidianamente para pedir aumentos salariales.
El Gobierno de Bangladesh anunció ayer domingo que quedaban prohibidas las manifestaciones en todo el país asiático durante un mes, según informaba el diario bangladeshí The Daily Star.
"Algunos partidos políticos han causado problemas de orden público en nombre de su programa electoral. Por lo tanto, no se permitirá que nadie lleve a cabo cualquier tipo de manifestación durante el próximo mes", ha declaró el ministro del Interior de Bangladesh, MK Alamgir. Para añadir "Admitimos que existe el derecho a realizar manifestaciones y reuniones públicas pero hemos tomado la decisión de restringirlas para mantener la ley y el orden".
Por su parte el ministro de Gobierno Local, Desarrollo Rural y Cooperativas, Syed Ashraful Islam, ha explicado que se ha establecido la prohibición para poder llevar a cabo las labores de rescate y rehabilitación en aquellos distritos afectados por el ciclón Mahasen. "No es posible proteger los derechos fundamentales de reunión y manifestación cuando el país ha sido azotado por un desastre natural". ha afirmado Islam.
El paso del ciclón dejó un saldo de seis personas muertas y varios miles de desplazados a refugios de emergencia.
Por otro lado, la justicia de Bangladesh pidió, también ayer domingo, a la policía que impida que el propietario de una fábrica textil que trabajaba para marcas occidentales abandone el país, seis meses después del incendió que costó la vida a 111 de sus trabajadores.
Delwar Hossain, propietario de la fábrica Tazreen Fashion situada cerca de Dacca, tiene que comparecer ante el alto tribunal antes del 30 de mayo. Los sindicalistas que denunciaban su responsabilidad en la muerte de sus trabajadores exigían su detención.
"Los jueces ordenaron a los servicios de policía impedir [a Hossain] que abandone el país y conducirle ante el alto tribunal antes del 30 de mayo", declaró a la AFP el fiscal general adjunto, Biswojit Roy.
Delwar Hossain fue acusado de "gran negligencia" en el informe de la investigación gubernamental sobre el incendio que arrasó su fábrica el 24 de noviembre de 2012.
Sin embargo, Hossain no fue detenido, a diferencia del propietario del edificio de ocho plantas que se hundió cerca de Dacca el pasado 24 de abril. Los dueños de los talleres situados en este edificio, el Rana Plaza, también fueron arrestados. Los jueces señalaron que "Hossain debería haber sido detenido como los propietarios de los talleres de confección situados en el Rana Plaza", añadió Roy.
El incendio en la fábrica Tazreen, que producía ropa para gigantes de la confección occidental como Walmart, fue, hasta el colapso del complejo Rana Plaza, una de las principales catástrofes en la industria textil de Bangladesh, un sector clave para la economía de este país pobre.
El sector aporta en torno al 80% de los productos que Bangladesh exporta casi 20.000 millones de euros, y emplea a unos tres millones de personas, en condiciones precarias e incluso con trabajo esclavo, en unas 4.500 fábricas. Su producción representa casi el 20%  del PIB del país.
Uno de los grandes problemas del sector, y alejado de los medios de comunicación occidentales, está en la división del trabajo, el volumen, y los plazos, lo que obliga a contratar a talleres sin ningún tipo de condiciones, serían los subcontratados de los, ya, subcontratados. Y en los que es habitual encontrar a menores trabajando incansablemente en condiciones infrahumanas.
Como se podía leer en El País hace unos días, "(estos son) el último eslabón de una cadena que acaba en los escaparates de todo el mundo", en su reportaje Telares en la mazmorra .
En otro reportaje del mismo periódico bajo el título El precio social de la ropa dice "El sindicato IndustriALL, que representa a 50 millones de trabajadores en todo el mundo, recuerda que en una camiseta fabricada en Bangladesh que se vende a 20 euros los costes laborales suponen 1,5 céntimos".

Fábricas de telas de las afueras de Dacca / Z. Aldama (El País)