Néstor Kirchner, gobernaba la remota provincia patagónica de Santa Cruz desde hacía doce años, y fue elegido por apenas un 22,24% del electorado, pero la renuncia del ex presidente Carlos Menem a participar en la segunda vuelta electoral, le abrió las puertas a la jefatura del país.
Para conmemorar esa fecha, Cristina Fenández Kirchner ha preparado, para mañana sábado, su propio festejo de autoglorificación narcisista, intentando de alguna manera contrarrestar los enormes movimientos populares de protesta contra el actual gobierno, de los meses de septiembre y noviembre del pasado año, y del último mes de abril, donde más de 1,5 millones de personas tomaron las calles de las principales ciudades del país en un multitudinario acto de protesta por la actual situación en Argentina.
Aprovechando los precios récord de algunas materias primas, especialmente la soja, producto del que Argentina es uno de los principales suministradores del mundo, y el volumen de las exportaciones, Néstor Kirchner consiguió sacar al país del colapso económico del período 2000-2002, y condujo el país hasta el final de su mandato sin un capital político importante, y que creo lo que actualmente se denomina el kirchnerismo. Su principal logro fue llevar ante la justicia a los más relevantes participantes de la dictadura militar, al promover la nulidad de los indultos de los criminales del régimen (más de 350 personas han sido condenadas).
El 10 de diciembre de 2007, el presidente fue sucedido por su esposa, la senadora Cristina Fernández, dando inicio a una etapa muy diferente del kirchnerismo, marcado por conflictos con algunos sectores, como el campo, la prensa y el sindicalismo.
En su primer mandato como Presidenta, fue reelegida en las elecciones del 23 de octubre de 2011, afrontó una huelga del sector agropecuario, con bloqueo de rutas incluido, durante 129 días, y un enfrentamiento con el grupo Clarín que dura hasta el día de hoy.
Fuentes de la Casa Rosada han confirmado que la mandataria ofrecerá un discurso, en la Plaza de Mayo, sede del edificio presidencial, ante sus simpatizantes mañana sábado por la noche, en el cierre de la celebración popular que llevará como lema "La década ganada".
Los actos conmemorativos llegan en un momento en que su figura política es totalmente cuestionada por una parte importante de la población argentina, que está viendo como el país vuelve a embarcarse en una crisis económica y social, con una inflación, no oficial, superior al 23%, un dólar cercano a los 10 pesos, y donde las acusaciones de corrupción, blanqueo de capitales y enriquecimiento ilícito de los Krichner y otras personas cercanas a sus figuras son contínuas. Así mismo su nivel de popularidad está muy lejano de los momentos de bonanza, especialmente tras las inundaciones porteñas y de La Plata, y los últimos escándalos de corrupción que envuelven la figura de los Krichner.
Cristina Krichner está intentado con su acto de mañana recrear el clima de los festejos celebrados en ocasión del bicentenario de la República Argentina, celebrados en mayo de 2010, y que tuvieron su momento álgido en los actos del 25 de mayo de ese año, donde cerca de 2 millones de personas se reunieron en la Avenida 9 de Julio para asistir a los shows que acompañaron la celebración, cifra nunca alcanzada en un acto público, recordando el único momento de la historia que, hasta ese momento, podía compararse por la cantidad de asistentes: la llegada de Perón a Ezeiza en 1973, aunque ésta acabó en una, premeditada, masacre (las cifras reales de muertos y heridos nunca fueron conocidas debido a que no se investigaron los hechos, las oficiales hablaban de 13 muertos y 365 heridos). La diferencia más importante entre ambos actos es que mientras el de Cristina era un celebración universal, el de Perón fue un acto partidario y político.
Sin embargo las movilizaciones populares contra el gobierno de Cristina en abril del presente año, y las de noviembre y septiembre del pasado consiguieron reunir un número similar de personas en la ciudad de Buenos Aires.
El Gobierno argentino intenta por todos los medios, inclusive con su intento de obligar a los clubs de fútbol más importantes del país, River Plate, Boca Juniors, San Lorenzo, entre otros a jugar, compensaciones económicas por medio, sus partidos televisados, en el mismo horario del domingo, que el programa del mayor crítico a la gestión del gobierno, Jorge Lanata con su programa Periodismo para Todos, a las 22:00 horas, buscando apagar los ecos de la crítica a través de este popular deporte, casi mítico en el país.
De alguna manera Cristina busca con el acto de mañana encumbrarse a los altares de las divinidades, y al mismo tiempo la reafirmación de su gestión a través de la movilización de sus simpatizantes, y para eso nada mejor que comenzar la jornada "victoriosa" en la hermosa Basílica de Luján, donde asistirá al tradicional Tedéum que se realizará por la mañana, bajo los oficios del arzobispo Agustín Radrizzani, tal como lo acordó la mandataria con el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, en medio de la renovada relación con la Iglesia, tras la elección del nuevo Papa, el argentino, Francisco.
Los actos continuarán en el principal paseo público de Buenos Aires, donde se ha montado un escenario gigantesco, que puede haber costado cerca de 2,5 millones de pesos, en el cual, bajo la consigna "La década ganada", se celebrarán conciertos, entre ellos uno del cantor Fito Páez, y espectáculos de luz y sonido.
La jornada, de autoglorificación, la cerrará la propia Cristina Kirchner, se supone con un repaso a los éxitos de los 10 años de kirchnerismo, en una ciudad engalanada con stands y gigantografías de fotos de Néstor y Cristina Kirchner seleccionadas de un libro que se presentará durante la jornada, similares a los usados por otros líderes políticos en un intento narcicista de pasar a la posteridad de las divinidades.
"A pie, camión o colectivo tenemos que hacer que la Plaza de Mayo explote de alegría, la alegría del pueblo argentino", dijo hace unos días el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli.
En cualquier caso, esta autoglorificación se ha convertido en seña de identidad de las naciones modernas que encumbran a la figura de dioses a sus deportistas, cualquier éxito reune millones de personas de un país o una ciudad, o artistas populares, a falta de otros ejemplos mejores a nivel social.
Afiche publicitario de la celebración de los 10 años del kirchnerismo. |
"Después de diez años de gobiernos del matrimonio Kirchner seguimos sin vivir en el paraíso -meta que, si existe, está llamada a causar frustración-, aunque no sería nada difícil demostrar que también ahora estamos mejor que antes, sólo hay que tener cuidado con la base de referencia" Vicente Palermo
Estamos ante una fuerza política de inclinación fuertemente despótica. Gobierna en el marco de un régimen democrático, pero si proyectamos a futuro lo recorrido hasta ahora, encontraríamos no muy lejos un funesto cambio cualitativo, ya no de gobierno sino de régimen"
María Victoria Murillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar aquí tus opiniones e impresiones sobre una entrada concreta, sobre algún tema sobre el que te gustaría ver una nueva entrada o sobre cualquier tema del blog en general.