El Salvador, la petición de interrupción del embarazo de Beatriz traspasa las fronteras del país

El caso de Beatriz ha tomado transcendencia internacional, no sólo por la extensa difusión de diversos medios de comunicación, sino por la actuación de blogueros de todo el mundo que han expuesto en casi todos los países la crítica situación de esta joven, condenada a muerte por su gobierno antes de autorizar el aborto que ponía en riesgo su vida.
Pero la mayor incongruencia del caso, es que las posibilidades de vida del bebé, dados sus problemas durante la gestación, el hijo que espera padece anencefalia -falta de parte del cerebro-, tras el parto eran prácticamente nulas.
Tras la denegación de amparo del Tribunal Constitucional de El Salvador, a quien la joven había acudido esperando ayuda, y que le permitiese abortar, toda salida parecía cerrada para Beatriz. Inclusive fuentes del gobierno comunicaron que en caso de salir del país para abortar sería encarcelada a su vuelta al país. Diferentes redes sociales estaban lanzando iniciativas para recaudar los fondos necesarios para que pudiera desplazarse al exterior e intentar salvar su vida.
Sin embargo hace pocas horas el caso tomó un giro imprevisto al declarar la ministra de Salud de El Salvador, María Isabel Rodríguez, que los médicos están listos para practicarle un parto inducido, y "no un aborto", a la joven.
"Está bien claro que en este momento la interrupción del embarazo ya no es un aborto, es un parto inducido", explicó a la prensa la ministra.
"Beatriz", como se conoce a la joven salvadoreña, de 22 años, ya superó las 20 semanas de embarazo (a partir de las cuales ya no se considera aborto).
"Vamos a preservar la vida de esta mujer a como dé lugar", afirmó ayer la ministra de Salud de El Salvador, María Isabel Rodríguez, al peridódico El País.
Según el mismo diario "(la ministra) explicó que el Constitucional deniega la petición de aborto por considerarlo contrario a su Carta Magna; pero que en el caso de que la salud de la mujer empeore y debido a que está ya en la semana 25 de gestación se le podría inducir un parto. “No estamos trabajando para la destrucción del feto, pero sus condiciones se han demostrado incompatibles con la vida", incidió.
El Gobierno de Mauricio Funes, que se encuentra en el centro de todas las miradas de las organizaciones de defensa de los derechos humanos, está buscando una salida para el caso, que permita al gobierno mantener los principios legales y al mismo tiempo dar asistencia a la joven.
Quizás la Corte Interamericana de Derechos Humanos haya conseguido abrir una puerta para la resolución del problema al exigir a las autoridades salvadoreñas que inicien "de manera urgente todas las medidas que sean necesarias y efectivas para que los médicos puedan adoptar, sin interferencia alguna, las medidas médicas oportunas para evitar daños que puedan llegar a ser irreparables a los derechos a la vida, integridad personal y salud" de Beatriz.
Morena Herrera, presidenta de la Agrupación Ciudadana por la Despenalización del Aborto, Terapéutico, Ético y Eugenésico, ha declarado, respecto a la resolución de la Corte IDH, las autoridades salvadoreñas debe acatar la resolución de la Corte IDH porque "tiene un carácter vinculante, es decir, prevalecen sus indicaciones sobre otras normas y otras indicaciones que hayan dado diferentes instancias del Estado (de El Salvador)".
Esta es una decisión histórica dado que es la primera vez que se pronuncia sobre un caso de aborto, por lo que sienta un precedente muy relevante en la región.
"Beatriz necesita vivir. Quiere vivir por su otro hijo. Necesita que las autoridades le den una respuesta", reclama Morena Herrera.
La declaraciones de la ministra de Salud son una posible salida a la grave situación de la joven madre. Otra, que conlleva sus riesgos dado su estado de salud, sería trasladar a Beatriz a otro país donde el aborto terapéutico está permitido, pero la agilidad en la toma de decisiones es lo que puede determinar la vida o la muerte de esta joven.

Beatriz con sus parientes en la celebración de sus 15 años. Foto: Cortesía El Faro. BBC

¿Y usted les dice algo a los doctores, Beatriz?
—Que quiero vivir.... si yo quiero vivir, por mi otro hijo que tengo. Yo pienso que como este niño lastimosamente viene malo, y se va a morir, entonces deberían de sacarlo... porque mi vida corre riesgo, le dijo a un periodista de la BBC.