Miguel Carrillo tenía 53 años, y vivía en Chiclana de la Frontera (Cádiz). Este hombre sin poder trabajar cobraba por una minusvalía 940 euros
mensuales y su esposa otra minusvalía de 360 euros. La letra de la
hipoteca es de 1.300 euros al mes. El matrimonio tiene 6 hijos y dos de
ellos aún vivían en la casa. Miguel y su esposa llevaban tiempo sin
poder pagar la letra y estaban la espera de ser desahuciados.
Miguel recibió
el pasado 20 de mayo una carta del Banco Popular reclamándole en el
plazo de dos días 163.000 euros de su hipoteca. Horas después se
ahorcaba tras hacer una llamada a su familia. Su hijo Samuel, de 19
años, leyó una carta en una concentración contra los desahucios
celebrada este lunes en la localidad gaditana, y pidió su difusión con la esperanza que desde el ejecutivo español se empiecen a tomar medidas para evitar estas tragedias, que cada día que pasa son más comunes en España, un país que poco a poco va perdiendo la esperanza, ante la indiferencia de una élite corrupta e incompetente.
Carrillo estaba en tratamiento de un cáncer que padeció hace 3 años, lo que le impidió volver a trabajar.
Esta es la carta:
"Me llamo Samuel Carrillo Peña. Tengo 19 años, escribo esto para dar a
saber que el lunes 20 de mayo del 2013 a las 12 de la noche estando
fuera de casa, recibimos una llamada de mi padre Miguel Carrillo Picardo
con 53 años, que no podía seguir con esto. Cuando fuimos en su busca a
casa nos lo encontramos ahorcado en un pino situado dentro de nuestra
parcela.
Mi padre cobraba por una minusvalía 940 euros y mi madre otra minusvalía
de 360 euros, con una letra de una hipoteca de 1.300 euros, con seis
hijos y dos de ellos viviendo en su casa. Llevaban tiempo que no podían
pagar la letra y estaban a la espera de ser desahuciados. Ese mismo día
recibió una carta procedente de Madrid del Banco Popular informándole de
que en un plazo de dos días tendría que pagar una cantidad de 163.000
euros. Mi padre todavía estaba en tratamiento desde que hace 3 años
sufrió un cáncer y desde entonces ya no pudo trabajar más. Recibía una
pensión de 940 euros cuando llevaba más de 30 años cotizando.
Siempre pudo ayudarnos mí y a mis hermanos en cualquier problema que
surgiese porque nunca le faltó su trabajo. Viendo a sus hijos parados y,
viendo que no podía hacer nada y encima esperaba el desahucio, se vio
impotente y decidió quitarse la vida. Doy a saber para que, al menos, su
muerte no sea en vano y la gente y esos señores/as de los bancos se
enteren que, poco a poco, están destrozando familias y acabando con
personas humanas. Me he visto obligado yo, mi madre y mi hermano, a
irnos a vivir a casa de mi hermana estando ésta también con su marido,
los dos en paro, ya que no tenemos valor de volver a entrar en la casa
donde se ahorcó nuestro padre. De todas formas, en poco nos van a
desahuciar.
Ahora me quedo yo en la calle, con un hermano de 14 años y una madre de
53 con unos ingresos de 360 euros solamente. Yo, con solo 19 años, me
veo obligado hacer de cabeza de familia y sin trabajo. Estoy dispuesto a
hacer cualquier cosa para tirar adelante con mi hermano y mi madre. Por
favor ayudadme a que esto salga a la luz pública y a que la gente se
entere de lo que están haciendo con las personas, ya que esto mismo que
nos está pasando le pasa a muchas más y por desgracia me veo en la calle
y sin mi padre".
Este blog sólo pretende ser una visión personal de algunos de los acontecimientos que nos envuelven en nuestro caminar por la vida. Bajo el fuego es una metáfora de la situación real que la humanidad está viviendo donde la pobreza, el desempleo, la intolerancia, el extremismo, la violencia, el enriquecimiento a cualquier precio, de unos pocos a costa de muchos, y la falta de ética o valores son realidades que podemos observar continuamente.
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