El antieuropeo Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP, por sus siglas en inglés), consiguió un fuerte avance en las elecciones locales celebradas en partes de Inglaterra y Gales, durante el pasado jueves. Unos comicios en los que los laboristas también han progresado en detrimento de los partidos que gobiernan Reino Unido: los conservadores y los liberales. Este ha sido el mejor resultado desde su fundación en 1993.
El partido, a pesar de su euroescepticismo, cuenta con representación en el Parlamento europeo, y el líder de la organización Nigel Farage, nacido en Londres en 1964, es diputado al Parlamento Europeo desde 1999, integrándose su partido dentro del grupo parlamentario europeo Europa de la Libertad y la Democracia. Grupo que acoge a organizaciones de tendencias cercanas a la ultraderecha como
a Liga Norte italiana (9 diputados), al Partido Popular Danés (2), a los Verdaderos Finlandeses (1), al Movimiento por Francia (1), a la Concentración Popular Ortodoxa de Grecia (2), a Orden y Justicia de Lituania (2), al Partido Político Refundado holandés (1) y al Partido Nacional Eslovaco (1), mientras el UKIP cuenta con 13 diputados en el mismo.
En concreto, el jueves se votó en 34 condados (provincias) de Inglaterra y una de Gales, lo que representaba el 40% del total del país, aunque la mayoría en el medio rural. Según la agencia de noticias AFP, la media obtenida por el UKIP en las circunscripciones donde se presentaba ha sido del 25%, según el recuento definitivo ofrecido este viernes.
Si se extrapolara este voto a unas elecciones generales -las próximas se celebrarán en 2015- los laboristas obtendrían un apoyo del 29%, seguidos de los conservadores del primer ministro David Cameron, con un 25%, mientras el UKIP superaría con un 23% a los liberales del viceprimer ministro Nick Clegg, que obtendrían un 14%, según cálculos de la BBC.
Farage, actualmente eurodiputado, se congratuló por los buenos resultados de su formación, que está a favor de la salida de Reino Unido de la Unión Europea y en contra de la inmigración y los derechos de ciertas minorías.
Algunas de las premisas más importantes que defienden Nigel y su partido son:
- Eliminar la inmigración.
- Abandonar la UE para dejar de aplicar Schengen. En concreto, limitar la libertad de circulación de personas y trabajadores.
- Restablecer todas las fronteras y recuperar las entradas con visado (incluso para los europeos).
- Obligar a todo no-británico a firmar un contrato de ‘respeto de la cultura británica y Ley’.
- Derogación la
Ley de Derechos Humanos británica de 1998 y retirarse de la Convención
Europea de Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales.
Europea de Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales.
- Asegurar que el Estado del Bienestar británico sólo sea accesible para ciudadanos británicos.
- Evitar la Tasa Tobin, impuesto europeo a las transacciones financieras internacionales (bancos).
- Eliminar cualquier ayuda o cooperación internacional (económica).
- Eliminar todos los impuestos verdes porque el calentamiento global no está demostrado.
- Aumentar en un 40% el presupuesto militar británico.
- Congelar los sueldos y pensiones de todos los trabajadores del sector público.
- No apoyar el matrimonio homosexual.
Con los votos escrutados en 32 de los 35 ayuntamientos y autoridades
municipales en liza -solo uno de ellos se ubica en Gales-, la formación
liderada por Nigel Farage registró el mayor progreso, en detrimento de
los conservadores del primer ministro, David Cameron.
El Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) sumó 136 concejales, mientras que los "tories" perdieron 320 (se quedan con 1.076) y los liberaldemócratas cedieron 106 (hasta 338), en lo que supone un sonado revés para los dos partidos del Gobierno de coalición.
El Partido Laborista, en la oposición, sumó a su vez 260 concejales en las elecciones celebradas el jueves, hasta un total de 433.
El Partido por la Independencia del Reino Unido (UKIP) sumó 136 concejales, mientras que los "tories" perdieron 320 (se quedan con 1.076) y los liberaldemócratas cedieron 106 (hasta 338), en lo que supone un sonado revés para los dos partidos del Gobierno de coalición.
El Partido Laborista, en la oposición, sumó a su vez 260 concejales en las elecciones celebradas el jueves, hasta un total de 433.
Desde el UKIP afirman que se han aprovechado del desencanto
generalizado de los británicos con los tres principales partidos, el
Conservador, el Laborista y el Liberal Demócrata.
"Tenemos tres partidos que han traicionado la capacidad de
gobernar nuestro país, que nos han llevado a la bancarrota y que han
perseguido políticas de puertas abiertas a la inmigración", ha subrayado
su líder, Nigel Farage, en declaraciones a la BBC.
Según el UKIP sigue siendo un partido marginal. En 20 años de existencia solo ha logrado contar con 13 eurodiputados y no posee ni un solo escaño en el Parlamento. Su verdadera fuerza y su gran influencia está siendo la de empujar al resto de los partidos y especialmente a los conservadores hacia sus posiciones sobre Europa y la inmigración cada vez más extremas.
"Ante la caída de los conservadores, Cameron, que había desestimado al UKIP por ser "un partido de chiflados", prometió "trabajar duro" para recuperar el voto de derecha usurpado por la formación euroescéptica, cuyos votantes, puntualizó, "se merecen un respeto". Debido al sistema electoral británico, los comicios de este jueves solo afectaron a 35 de las 348 autoridades locales que hay en Inglaterra y Gales, por lo que, aunque los resultados divulgados hoy son indicativos, no son representativos de todo el territorio", publicaba ayer el periódico catalán La Vanguardia.
Así las cosas, el presidente del Partido Conservador, Grant Shapps, ha asegurado que su formación ha escuchado el mensaje de los votantes "alto y claro". No obstante ha incidido en que se trataba de unas elecciones locales. "La gente no está votando a quién dirige el país, están votando los consejos locales", ha subrayado. En su opinión, la verdadera elección en las próximas generales de 2015 será, nuevamente, entre laboristas y 'tories'.
"Estamos ante la incursión más seria de un cuarto partido político desde la Segunda Guerra Mundial", aseguró el analista político John Curtice, adelantándose incluso a los resultados. Según un reciente sondeo de 'The Observer', el Ukip cuenta hoy por hoy con el 17% de preferencia del voto frente al 28% de los 'tories', el 38% de los laboristas y el 8% de los liberal-demócratas.
Ante los resultados de estas elecciones, "Vamos a trabajar para recuperar a nuestros electores", ha declarado Cameron, cada vez más presionado para dar un giro a la derecha, si es que eso es posible, quien anteriormente había declarado quitando importancia a la UKIP sólo son "un puñado de chiflados, locos y racistas de armario". Mientras un alto cargo de los conservadores los había calificado de "una colección de payasos", antes de la votación.
La actual situación de Europa, y la falta de cohesión entre los líderes políticos de los diferentes países, está posibilitando el crecimiento de organizaciones más cercanas a antiguos, y totalitarios, regímenes europeos que a los principios de la democracia.
Según el UKIP sigue siendo un partido marginal. En 20 años de existencia solo ha logrado contar con 13 eurodiputados y no posee ni un solo escaño en el Parlamento. Su verdadera fuerza y su gran influencia está siendo la de empujar al resto de los partidos y especialmente a los conservadores hacia sus posiciones sobre Europa y la inmigración cada vez más extremas.
"Ante la caída de los conservadores, Cameron, que había desestimado al UKIP por ser "un partido de chiflados", prometió "trabajar duro" para recuperar el voto de derecha usurpado por la formación euroescéptica, cuyos votantes, puntualizó, "se merecen un respeto". Debido al sistema electoral británico, los comicios de este jueves solo afectaron a 35 de las 348 autoridades locales que hay en Inglaterra y Gales, por lo que, aunque los resultados divulgados hoy son indicativos, no son representativos de todo el territorio", publicaba ayer el periódico catalán La Vanguardia.
Así las cosas, el presidente del Partido Conservador, Grant Shapps, ha asegurado que su formación ha escuchado el mensaje de los votantes "alto y claro". No obstante ha incidido en que se trataba de unas elecciones locales. "La gente no está votando a quién dirige el país, están votando los consejos locales", ha subrayado. En su opinión, la verdadera elección en las próximas generales de 2015 será, nuevamente, entre laboristas y 'tories'.
"Estamos ante la incursión más seria de un cuarto partido político desde la Segunda Guerra Mundial", aseguró el analista político John Curtice, adelantándose incluso a los resultados. Según un reciente sondeo de 'The Observer', el Ukip cuenta hoy por hoy con el 17% de preferencia del voto frente al 28% de los 'tories', el 38% de los laboristas y el 8% de los liberal-demócratas.
Ante los resultados de estas elecciones, "Vamos a trabajar para recuperar a nuestros electores", ha declarado Cameron, cada vez más presionado para dar un giro a la derecha, si es que eso es posible, quien anteriormente había declarado quitando importancia a la UKIP sólo son "un puñado de chiflados, locos y racistas de armario". Mientras un alto cargo de los conservadores los había calificado de "una colección de payasos", antes de la votación.
La actual situación de Europa, y la falta de cohesión entre los líderes políticos de los diferentes países, está posibilitando el crecimiento de organizaciones más cercanas a antiguos, y totalitarios, regímenes europeos que a los principios de la democracia.
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