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sábado, 11 de mayo de 2013

Guatemala, Efraín Ríos Montt condenado a 80 años por genocidio y delitos de lesa humanidad

"El acusado es responsable como autor del delito de genocidio y (...) se le impune una pena de 50 años inconmutables, y el acusado es responsable contra los deberes de la humanidad (crímenes de guerra) cometido en contra de la vida e integridad de los pobladores civiles y (...) se le impone la pena de 30 años de prisión inconmutable", anunció la jueza Jazmín Barrios, al leer la histórica sentencia, que puede ser apelada. De esta manera abre su edición el Periódico de Guatemala.
El ex dictador de Guatemala Efraín Ríos Montt, de 86 años, fue declarado ayer viernes culpable de genocidio y delitos de lesa humanidad por una corte del país centroamericano, en un histórico juicio sobre su papel en las masacres de indígenas ocurridas durante su breve, pero violento mandato en los primeros años de la década de 1980. La sentencia final fue de 50 años de cárcel por genocidio y otros 30 por crímenes de guerra o lesa humanidad.
Ríos Montt fue hallado responsable de 15 masacres, cometidas por el Ejército, que costaron la vida a 1.771 indígenas mayas-ixiles en el departamento de Quiché, en el norte del país, durante su régimen de hierro entre 1982 y 1983, en tanto que su ex jefe de inteligencia militar, José Mauricio Rodríguez, fue absuelto de los mismos cargos.
La magistrada Jazmín Barrios señaló al leer la sentencia del Tribunal que "el acusado José Efraín Ríos Montt tuvo conocimiento de lo que estaba ocurriendo -matanza de indígenas en Quiché- y no lo detuvo", echando por tierra los argumentos de Ríos Montt de que en el Ejército había autonomía de mando y él no era responsable de lo que hacían sus subordinados.
Para continuar diciendo: "Los juzgadores consideramos que la conducta del acusado Ríos Montt encuadra en el delito de genocidio en calidad de autor, por lo que debe imponerse la pena correspondiente" de 50 años.
Sobre el delito de deberes contra la humanidad, Barrios dijo: "Consideramos que el general retirado permitió la aplicación de tratos inhumanos a la población, encuadró su conducta en los deberes contra la humanidad, por lo que debe imponerse la pena correspondiente" de 30 años.
Para concluir, su lectura diciendo: "Los juzgadores estamos totalmente convencidos de la intención de la destrucción física del área Ixil" en referencia a la muerte de 1.771 indígenas ixiles en Quiché entre 1982 y 1983, perpetrada por el Ejército, y resulta inexplicable la actitud de Ríos Montt que permitió que el Ejército realizara todas las masacres y violaciones masivas hacia la población".
El ex-jefe de estado, a quien la jueza le revocó el beneficio de arresto domiciliario que tenía desde hace año y medio, escuchó sereno la condena, mientras la sala del Tribunal Primero A de Mayor Riesgo, de la Corte Suprema de Justicia estalló en aplausos, según informan los medios locales.
Al concluir la lectura de la sentencia la jueza ordenó "la inmediata detención por la naturaleza de los delitos y se ordena el ingreso directamente a prisión", para garantizar el cumplimiento de la sentencia.
Según recoge el diario guatemalteco Prensa Libre, nada más conecerse la sentencia  el ex dictador se expresó contra el juicio, "Es un show político internacional que va afectar el alma del pueblo guatemalteco, pero nosotros tenemos paz porque nunca derramamos o nos manchamos las manos de sangre de nuestros hermanos", en su primera reacción, en medio de un revuelo de periodistas y familiares de víctimas de masacres que gritaban y aplaudían en la sala de la Corte Suprema de Justicia. Para añadir a continuación: "Mis abogados tratarán de anular la sentencia del día de hoy. No tengo angustia de ir a prisión porque he cumplido con la ley. Lo lamento por mi familia".
Bajo el gobierno de facto del general Ríos Montt, quien llegó al poder tras encabezar un golpe de Estado en 1982, el Ejército aplicó la llamada política de "tierra arrasada" sobre poblaciones indígenas, a las que acusaba de colaborar con la guerrilla izquierdista, en el contexto de la guerra civil que asolaba el país.
Las reacciones a la sentencia no se hicieron esperar, así el abogado, del querellante Centro para la Acción Legal en Derechos Humanos  (Caldh), Héctor Reyes comentó tras el fallo en la sede de la Corte Suprema de Justicia. "Es un fallo histórico, la prueba fue contundente y se condena al jefe del alto mando del ejército de entonces".
Por su parte, Amnistía Internacional (AI) consideró el veredicto como "un paso histórico en la larga lucha del país por la justicia".
"Con esta condena, Guatemala lidera con su ejemplo en una región donde la arraigada impunidad de los crímenes del pasado sigue siendo lamentablemente la norma", dijo Sebastián Elgueta, miembro e investigador en Guatemala de AI.
La defensa del general arremetió contra el tribunal, presidido por la jueza Jazmín Barrios, y consideró la misma una sentencia política. En ese sentido, Francisco García Gudiel, uno de los abogados del dictador afirmó: "La sentencia demuestra el fracaso de la justicia porque se han violado los derechos humanos de un procesado. Es una monstruosidad política",
Mientras un nostálgico partidario del totalitarismo de Ríos Montt, originario del municipio de Totonicapán  (oeste) y que acudió a varias audiencias para apoyar al ex dictador, declaró a los medios:"(la sentencia) Es injusta, porque no hay razón para condenarlo, en todas las audiencias que se dieron se vio que la jueza estuvo apegada a su interés personal".
Durante el juicio, más de cien sobrevivientes de masacres testificaron en contra de los militares y revelaron atrocidades cometidas en sus lejanas poblaciones.
Con los rostros tapados con mantas tejidas de colores, mujeres indígenas relataron horrores, algunas fueron violadas por decenas de soldados hasta perder el conocimiento.
Otro testigo, Julio Velasco, un niño en la época, aseguró haber visto cómo los militares usaban "la cabeza de una anciana como pelota", en un campamento militar, adonde fue llevado a la fuerza, según se puede leer en la web de el Periódico de Guatemala.
"Hoy estamos felices porque durante muchos años se dijo que el genocidio era mentira, pero hoy el tribunal dijo que es la verdad", dijo la Premio Nobel de la Paz Rigoberta Menchú, presente en la audiencia.
Aunque la jueza ordenó su ingreso inmediato en prisión, Ríos Montt, de 86 años, en una semana su defensa tendrá derecho a pedir detención domiciliaria debido a su avanzada edad.
Desde primeras horas de la mañana de ayer, la proximidad del veredicto, como no podía ser de otra manera, monopolizó la actualidad en este país centroamericano. El presidente de Guatemala, Otto Pérez, había declarado antes de conocerse la sentencia, que su gobierno respetaría el veredicto, fuera cual fuera. Para añadir a continuación que este juicio estaba permitiendo mandar un mensaje importante al mundo: "Guatemala avanza dentro del respeto a los valores democráticos. Hace 20 años un proceso de esta naturaleza era, sencillamente, impensable".
Una Comisión de la Verdad, respaldada por Naciones Unidas, concluyó que durante los 17 meses que Ríos Montt gobernó Guatemala, entre 1982 y 1983, el periodo más sangriento de la guerra civil (1960-1996), se cometieron una media de 800 asesinatos mensuales.
"Al margen de la sentencia, el hecho de enjuiciar a un ex jefe de Estado por delitos tan graves como genocidio ha servido para “avivar las brasas nunca apagadas de la guerra civil”, en palabras de Luis Linares, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes, independiente). “El juicio ha reavivado la polarización y evidenciado que el atrincheramiento persiste”, dijo a EL PAIS por vía telefónica", se puede leer en la página web del periódico español El País.
El proceso contra Ríos Montt y Rodríguez Sánchez, que fue absuelto, se inició en el año 2000 cuando la Asociación Justicia y Reconciliación (AJR) presentó la denuncia en el departamento de Quiché. Sin embargo, el juzgado que recibió el expediente poco pudo hacer debido a la lluvia de recursos legales, pero también a que en aquella época, y hasta el año 2012, Ríos Montt mantuvo su inmunidad como diputado.  
El 28 de enero de 2013, el juez Miguel Ángel Galvéz abrió el juicio contra el ex dictador y su ex jefe de inteligencia, Rodríguez Sánchez. Junto a ellos también estaban procesados el general retirado Héctor Mario López Fuentes, quien por problemas de salud no ha podido ser encausado, y Luis Enrique Mendoza, ex viceministro de Defensa quién está prófugo de la justicia.


Gritos de júbilo
Organizaciones de la sociedad civil gritaron y aplaudieron al escuchar la sentencia condenatoria contra Ríos Montt. (Foto Prensa Libre: AP)



Efraín Ríos Montt
Efraín Ríos Montt fustiga ante periodistas la resolución en su contra. (Foto Prensa Libre: Esbin García)


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