Brasil, la crueldad criminal, un problema que asusta a la sociedad, sacude al país. Otra víctima de asalto quemada viva

En menos de un mes dos profesionales, dos dentistas, dos trabajadores, han sido quemados vivos en asaltos en sus respectivos centros de trabajo.
Si hace un mes una dentista, Cinthya Magaly Moutinho de Souza, de 47 años, fue quemada viva en su consulta en la ciudad de São Bernado do Campo, en el estado de São Paulo, al tener únicamente 30 reales (unos 15 dólares) en la consulta, y ningún saldo disponible en el banco, a donde fueron los criminales tras pedir la tarjeta de la cuenta a la dentista que mantenían de rehén, ayer por la noche el blanco de la acción de otros criminales fue el dentista Alexandre Peçanha Gaddy, de 41 años, en São José dos Campos (São Paulo), quien vio su cuerpo rociado con alcohol e inmediatamente como, los delincuentes que asaltaron su consultorio, le prendían fuego. El motivo, no disponer de dinero, al menos no el suficiente para los ladrones, en el consultorio donde trabajaba.
El dentista se encuentra en estos momentos en la unidad de emergencias en un hospital paulista con más del 70% de su cuerpo quemado y en estado muy grave.
La sensación de inseguridad penetra todavía más hondo en la sociedad brasileña, donde ni bares ni restaurantes se libran de la acción de los grupos armados. Sólo este mes de mayo 22 restaurantes de São Paulo han visto como eran interrumpidas las veladas de sus comensales por grupos criminales que fuertemente armados entraban en sus locales y asaltaban a las personas que intentaban pasar una noche con sus amigos o pareja y disfrutar de una agradable cena. Las peluquerías están también siendo blanco de los asaltos de las bandas organizadas.
Hasta pueblos enteros se ven amenazados por la acción de grupos armados. Ayer, por ejemplo, la pequeña ciudad de Princesa Isabel, en el estado de Paraiba, sufrión una invansión de más de 20 personas fuertemente armadas que robaron bancos, comercios y personas, en medio de un intenso tiroteo y explosiones para amedrentar a la pequeña población.
Ni los papagayos se salvan de la acción de los criminales. Ayer en Niteroi, localidad cercana a Río de Janeiro, unos consumidores de crack estaban torturando un papagayo en una plaza de la ciudad, cuando la acción de dos miembros de la policía local colocó a los bárbaros en fuga y consiguió salvar la vida del papagayo.
En estas acciones los ladrones se llevaban dinero, documentos, objetos de valor y las llaves de los coches, además del dinero recaudado por el propio establecimiento.
En el último mes, en Brasil, al menos 15 personas han sido asesinadas frente a los hijos menores de edad.
En Aparecida de Goiânia (Estado de Goias), George Araújo de Souza, 24, propietario de una pizzaría
en la ciudad, mató a un niña, Kerolly Alves Lopes, de 11 años, cuando ésta se interpuso entre éste y su padre, al que pretendía disparar el dueño de la pizzería, con el objetivo de defenderlo. La niña recibió dos impactos de bala en la cabeza. La muerte de la niña se produjo tras una discusión por la demora en la entrega de una pizza. El asesino que está libre, al ser su primer delito, aguardará el juicio en libertad, según decisión judicial.

Kerolly Alves Lopes, de 11 anos,  (Foto: Reprodução/ TV Anhanguera)

En Río de Janeiro cerca de un centenar de autobuses han sido asaltados desde el inicio de año por grupos armados llevándose las pertenencias de todos los usuarios, normalmente trabajadores que van o retornan de su trabajo. Dos de ellos tenían como destino el aeropuerto internacional de la ciudad e iban llenos de turistas, recogidos a lo largo del trayecto, que se disponían a volver a sus ciudades de origen, viendo como dinero, pasaportes y equipaje eran sustraídos por ladrones fuertemente armados.

Según datos compilados por el Centro Brasileño de Estudios Latinoamericanos, "entre 2004 y 2007, el conflicto armado de Irak resultó en 76 mil 266 muertes. En Sudán, otro país convulsionado, los muertos fueron 12 mil 719, poco más que los 12 mil 417 registrados en Afganistán. En el mismo periodo, los muertos de Colombia han sido 11 mil 833.
Pues en Brasil, entre 2004 y 2007, ocurrieron 147 mil 343 muertes por armas de fuego. Ese número se hace aún más impactante cuando es comparado con el total de víctimas fatales registradas en 12 países que vivieron conflictos armados, de la República del Congo a Pakistán, pasando por Somalia y los territorios palestinos e Israel: 169 mil 574".

Según indica el mismo Centro, en 2010 fueron asesinadas, muertes registradas, en Brasil 36.792 personas, lo que representa unas 100 al día, o sea una cada 15 minutos.
Los índices continuan creciendo implacablemente.

El asesinato de Kerolly fue grabado por cámaras de vigilancia.