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jueves, 8 de mayo de 2014

Sudafrica, El país celebró sus primeras elecciones sin Nelson Mandela


Las elecciones más abiertas de la historia de Sudáfrica
Partidarios de Julius Malema. EFE.
Sudáfrica celebró ayer miércoles elecciones legislativas, 20 años después de las primeras elecciones democráticas y por primera vez desde la muerte el pasado diciembre del padre y arquitecto de la Sudáfrica no racista, Nelson Mandela.
A las 21:00 hora local los colegios electorales cerraron dando fin a una jornada presidida por un ambiente de concordia y largas colas de votantes esperando el turno frente a las urnas.
Desde las 7:00 de la mañana, informa la agencia Sapa, 22.000 colegios electorales abrieron sus puertas para acoger a los más de 25 millones de sudafricanos registrados para votar. Los votantes fueron depositando sus papeletas para elegir el quinto Parlamento democrático y no racial de la historia del país, que a su vez elegirá a quien será presidente durante los próximos cinco años.
300 observadores internacionales han supervisado unos comicios cuyos resultados provisionales se conocerán el martes.
Con la memoria de las más viejos puesta en las elecciones de 1994, la primera generación de sudafricanos nacidos fuera del "apartheid" ejercieron el derecho al voto ayer miércoles. Son votantes sin la memoria de la dominación blanca y, paradójicamente, también son receptores del mensaje de partidos que aún explotan el rédito de esa conquista.
En estos veinte años, la ausencia de fortuna tampoco reparó en razas. Algunos sudafricanos blancos que han ido a engrosar las clases más pobres ven su situación con poca esperanza de cambio. Según recoge la agencia Reuters, algunos de ellos denuncian una inversión de la discriminación. "Lo veo cuando solicito empleo, ni siquiera miran tu solicitud si eres blanco", se queja un vecino del campo Krugersdorp.
Las camisetas y parafernalia de los partidos, así como las manifestaciones de baile y canto habituales, en los eventos políticos en Sudáfrica, de sus simpatizantes, se sucedieron durante la tarde en el exterior de numerosos colegios. La ley sudafricana permite que se haga campaña electoral hasta el mismo día de los comicios, así como lucir emblemas de partidos en el interior de los colegios, por ese motivo muchos electores se acercan a votar con los colores distintivos de sus formaciones: el verde y amarillo para el ANC, el azul para la DA y el rojo para el "revolucionario" Luchadores por la Libertad Económica (EFF).
El gubernamental Congreso Nacional Africano (CNA), liderado por el actual presidente del país, Jacob Zuma, es el favorito indiscutible en estas elecciones, aunque podría perder apoyos por los escándalos de corrupción y la desigualdad social del país.
Salpicado por diversos escándalos de corrupción, especialmente el gasto irregular de 16 millones de, euros en su residencia privada de Nkandla, su popularidad ha ido descendiendo paulatinamente, hasta el punto de que fue abucheado durante el funeral de Nelson Mandela en el mes de diciembre pasado. La masacre de Marikana, el 16 de agosto de 2012, en la que 34 mineros murieron por disparos de la Policía y unos 250 resultaron heridos, y los altos índices de desempleo costarán a su partido un descenso en los comicios de cerca de dos puntos.
Aquellos hombres pedían un salario mínimo de 12.500 rands (855 euros). Dos años después de aquel fatídico 16 de agosto, los mineros siguen a la espera del aumento salarial, embarcados en una nueva huelga que dura ya más de tres meses.
Elecciones en Sudáfrica: En Marikana los muertos también votan
Marikana agoniza debido a una huelga en el sector del platino que dura ya más de tres meses. Jaime Velázquez/ABC.
Con el 20% de los votos contados, el CNA tiene casi 56% de los sufragios, seguido por la Alianza Democrática, con 31%. Se espera que el partido gubernamental se mantenga en el poder, aunque los analistas indican que menos del 60% de los votos para el mismo será considerado un mal desempeño. La Alianza Democrática, un partido hasta hora asociado con la minoría blanca sudafricana, se prepara para convertirse en el gran triunfador de estas elecciones, con un incremento de siete puntos con respecto a los comicios de 2009. De confirmarse los sondeos, la AD pasaría del 16 al 23,7%, y obtendría dos millones de votos más que en las últimas elecciones.
Luchadores por la Libertad Económica (EFF) representa una oposición por la izquierda para el partido de Nelson Mandela. Los Economic Freedom Fighters han logrado llamar la atención de los cientos de miles de jóvenes sudafricanos que carecen de empleo y oportunidades. Abogando por la nacionalización de sectores estratégicos como la minería y la banca, los luchadores por la libertad se han ganado el apoyo de aquellos que consideran que la transición democrática de Nelson Mandela dejó atrás las clases más desfavorecidas.
Una de las propuestas más polémicas de la formación es la expropiación de tierras sin compensación a los blancos. Aun está por ver si las masas juveniles acabarán por acudir a las urnas el 7 de mayo. Según las encuestas, EFF entraría en el parlamento menos de un año después de su creación con el 4,7% de los votos.
El candidato de EFF, el "comandante en jefe" de los luchadores por la libertad, como se hace llamar él mismo, es Julius Malema, antiguo presidente de las Juventudes del CNA, que fue expulsado de la formación por cuestionar el liderazgo de Jacob Zuma. En vuelto también en supuestos casos de corrupción y perseguido en los tribunales por evasión fiscal, Malema se ha despojado de sus ropas caras y su coches deportivos (ha conservado unos zapatos de  Louis Vuitton) para acercarse a las masas.
Votantes en JohannesburgoLa comisión electoral señaló que los comicios se realizaron pacíficamente en la mayor parte del país, con una concurrencia de poco más de 72% de la población.
Son las primeras elecciones desde la muerte en diciembre de Nelson Mandela, el primer presidente negro del país, y se llevan a cabo cuando se cumplen 20 años del fin del gobierno de la minoría blanca.
Quienes nacieron después del fin del apartheid en 1994 pudieron votar por primera vez, aunque sólo un tercio de aquellos con derecho al voto se registraron para hacerlo.
La tranquilidad de la jornada electoral en Sudáfrica, marcada como festiva en el calendario, sólo se vió rota por los ataques con cócteles molotov a tres colegios en la barriada de Bekkersdal horas antes de la apertura de las urnas. La Comisión Electoral ha denunciado que la democracia sudafricana no puede tolerar este tipo de violencia ni intimidación. Hasta este viejo gueto construido por el apartheid para segregar a los ciudadanos negros de los blancos, a unos cuarenta kilómetros al oeste de Johannesburgo, se ha trasladado Winnie Mandela, viuda del primer presidente negro e histórica luchadora por los derechos humanos, que al estar todavía de duelo no quiso hacer declaraciones a los medios.
Elecciones en Sudáfrica: Bekkersdal, donde la democracia no llega
Bekkersdal, donde la democracia y el crecimiento no llegan. EFE.
Bekkersdal es uno de los townships que se ha significado en las protestas que durante los últimos meses ha sacado a la calle millones de residentes de estos barrios informales para reclamar servicios básicos dignos que acaben con el mar de chabolas sin agua y sin luz. La policía ha informado de la detención de 97 personas por presuntos delitos electorales.
Sin embargo pese a la pobreza y la precariedad de sus condiciones de vida, Tandiswa Vikisolo, de 43 años, tiene claro a quién votará. "El CNA es parte de mi corazón. Mandela y el CNA nos trajeron la libertad. No podíamos ni siquiera movernos con libertad, no podíamos estudiar. Ahora tenemos subsidios y educación para nuestros hijos". Vikisolo recuerda aquel 27 de abril de 1994 y la felicidad que sintió cuando votó por primera vez. "Siempre votaré por ellos, incluso si no hacen todo lo que debieran, lucharon por nosotros. Siempre será mi partido", afirma para el periódico español ABC.
Los resultados definitivos sobre las elecciones generales que se realizaron este miércoles en Sudáfrica serán presentados el viernes. Una victoria del CNA le daría al presidente Jacob Zuma un segundo periodo de cinco años.
Cerca de 23 millones de negros viven con menos de un dólar diario. Disminuir la desigualdad social existente en el país deberá ser el gran reto del nuevo gobierno sudafricano, aunque cada vez menos sus cuidadanos confíen en que Jacob Zuma pueda ser el hombre que acabe con ese grave problema, junto al alto índice de desempleo juvenil.


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