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viernes, 16 de mayo de 2014

Brasil, A pocos días del inicio de la Copa del Mundo de Fútbol se intensifican las protestas en el país

Imagen de la protesta ayer en Sãso Paulo.
La amenaza de la llegada de nuevas protestas en las vísperas del Mundial se confirmaron ayer jueves. Aunque los actos no son comparables a las manifestaciones de junio de 2013, que revolucionaron las principales ciudades del país, los movimientos sociales y algunas categorías profesionales han aprovechado el momento de indignación contra el campeonato y la atención del mundo hacia Brasil para gritar sus reivindicaciones.
La cantidad de protestas dejó clara la intención de rescatar el espíritu del pasado año. Cerca de 50 ciudades brasileñas convocaron manifestaciones anti-Mundial. En algunas capitales ganaron cuerpo con la adhesión de diversas categorías profesionales que están en huelga para reivindicar aumentos salariales. Además, partidos políticos de izquierda, como el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y el Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU), nutrieron el coro de las marchas.
"Tienen 28 días para resolver esto. Si no, habrá problemas", amenazó el líder del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo, Guilherme Boulos, al gobierno, tras una mañana de conflicto en Sao Paulo, según cita la agencia digital Brasil247.



Varias protestas contra la organización del Mundial de fútbol 2014 y en demanda de mejores servicios sociales colapsaron hoy importantes avenidas y carreteras de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, a 28 días del inicio del torneo, así como todas las capitales más importantes del país. A menos de un mes del inicio de la Copa, Brasil enfrenta una revuelta ciudadana que está poniendo a prueba el sistema de seguridad creado para ese evento.
En São Paulo, la capital financiera del país, se registraron al menos cinco manifestaciones, una de ellas frente al estadio Arena Corinthians, una de las doce sedes del Mundial, y otras en el centro, en las carreteras de circunvalación Marginhal Pinheiros y Marginhal Tietê, además de en la ciudad de Osasco, vecina a Sao Paulo, informaron fuentes oficiales.
En la capital paulista se produjeron duros enfrentamientos entre manifestantes y la policía de choque, que dejaron varios heridos y más de una veintena de detenidos.

Comitê Popular da Copa tem 11 reivindicações, entre elas realocar as famílias removidas por conta da Copa
Foto: Fernando Donasci / Fernando Donasci/29-4-2014
Captura de la web del periódico brasileño O Globo.
Las protestas se enmarcan en una "jornada de lucha" contra el Mundial convocada hoy por diversos movimientos sociales en al menos quince ciudades brasileñas y también en varias del extranjero, las que han sido calificadas como un anticipo de la ola de disturbios que se esperan durante el Mundial que arranca el 12 de junio, la peor pesadilla del gobierno de la presidenta Dilma Rousseff.
Por lo menos 2.000 manifestantes, según la policía, protestaron contra la organización del Mundial 2014 en las inmediaciones del nuevo estadio de Sao Paulo.
La mayor parte de los manifestantes pertenecía al Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST), que ocuparon la semana pasada un terreno ubicado cerca del Arena Corinthians, y había también integrantes de la organización juvenil Juntos! y del "Movimiento No Habrá Copa", que se opone al Mundial.
"Esta manifestación es contra el legado de especulación inmobiliaria y aumento de los alquileres en la zona del barrio de Itaquera que dejó la construcción del estadio", dijo a Efe Guilhereme Boulos, uno de los dirigentes del MTST.
Los manifestantes cortaron la avenida conocida como Radial Leste con neumáticos incendiados a la altura del estadio donde Brasil inaugurará el Mundial ante Croacia el 12 de junio.
Entre las demandas de los "sin techo" también está una política de vivienda popular que el MTST levanta como bandera hace casi dos décadas.
La Policía Militarizada, que vigilaba la marcha, informó que había 2.000 manifestantes, pero los organizadores elevaron esa estimación a 5.000.



Cerca de quince hinchas del Corinthians acudieron al lugar de la manifestación e interpelaron a los dirigentes del movimiento Sin Techo para avisarles que estaban dispuestos "a defender el estadio" de las protestas.
En otros puntos de Sao Paulo, manifestantes Sin Techo cortaron por algunos momentos avenidas y carreteras en las zonas sur y norte de la mayor metrópoli de Suramérica, lo que generó embotellamientos gigantescos.
Las protestas se suman a los retrasos, la sobrefacturación y las sospechas de corrupción en torno a las obras del Mundial, uno de los más caros de la historia.
Los sindicatos y organizaciones exigen mejores servicios como la educación y el transporte público, que consideran deficientes en Brasil.
El Batallón de Choque situado en una de las principales avenidas de Rio de Janeiro.
Millones de brasileños salieron el año pasado a las calles durante la Copa Confederaciones, derrumbando la popularidad de Rousseff.
Con las elecciones en octubre, otro descalabro en las encuestas durante el Mundial podría ser fatal para la reelección de la presidenta.
De acuerdo al Comité Popular de la Copa, actos similares tendrán lugar a lo largo de la jornada también en otras ciudades brasileñas y en el exterior hay protestas programadas en ciudades como Buenos Aires, Santiago, Barcelona, Bogotá, Paris, Londres y Berlín.

Manifestação “Não vai ter Copa” no Rio
Foto: Domingos Peixoto / O Globo
Panorámica de la manifestación en Rio de Janeiro. Web O Globo.
Desde el gobierno, se intenta tranquilizar la opinión pública y se garantiza el derecho a las protestas mientras que estas sean "pacíficas".
En esa línea, el ministro de Deporte, Aldo Rebelo, afirmó que "no hay que tener ningún tipo de pánico" y volvió a garantizar la seguridad durante el certamen de la FIFA.
Por otro lado, efectivos de la Fuerza Nacional de Seguridad y miembros del Ejército llegaron ayer a Recife, ante la denuncia de saqueos a los comercios debido a la huelga que mantienen los miembros de la Policía Militar.
El envío de las tropas federales fue solicitado anoche al gobierno de la presidenta Dilma Rousseff por el gobernador del estado de Pernambuco, Joao Lira Neto.
A 28 días del Mundial, estas no serán las últimas protestas contra el mayor evento futbolístico del mundo, especialmente en las ciudades que acogerán los encuentros entre las selecciones clasificadas para esta Copa, pues una cuestión tiene muy clara la gran mayoría de la población del país: La Copa no va a disminuir ni los índices de pobreza, ni la desigualdad social, ni las deficiencias de la sanidad, ni de los transportes públicos, la educación, etc.
Después de este Mundial de Fútbol, con un nivel de derroche extraordinario, el país seguirá igual.


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